El pasado lunes, Sony presentó en la sala multimedia de Fnac Sevilla, uno de los grandes pelotazos que tiene programado lanzar este año. Yo soy defensor a ultranza de la anterior entrega de Killzone, me sigue pareciendo el mejor FPS de la presente generación y toda una demostración de la potencia de Playstation 3.
Competir contra World of Warcraft debe ser algo parecido a intentar superar al F.C. Barcelona actual, y conste que cito esta metáfora muy a mi pesar. El caso es que cualquier juego online de los llamados persistentes debe estrujarse los sesos e invocar a la más inspirada creatividad para atraer al público objetivo, enganchado irremisiblemente a Azeroth, universo invencible y resistente incluso a cataclismos.
Nail’d me resulta gratificante. Un par de carreras. Pero gratificante. Probarlo cinco minutos basta para sentir la velocidad frenética y suicida que propone. Suicida y con vidas infinitas. Velocidad extrema, en resumen. Quizás sea lo único que tenga, pero estoy convencido que a muchos les bastará.
Ando enganchado al iPhone, no puedo negarlo. El presente que los Reyes Magos han tenido a bien dejarme este seis de Enero me tiene intentando sacarle todo el jugo posible, descubriendo que, evidentemente, su tecnología punta es lo que más llega a destacar y atraer a los compradores, obviando su elevado precio.
Aparte de su Retina Display, capaz de mostrar una excelsa calidad de imagen y resolución, y alabando la inmediatez y celeridad que exhibe en todas las acciones que llevamos a cabo, desde pulsar un acceso directo hasta pasar fotos deslizando el dedo sobre la pantalla, con una tasa de refresco sólo al alcance de dicho teléfono, el tirón también está en los juegos que se pueden conseguir a través de la AppStore. Y Angry Birds es, sin duda, uno de los que mayores éxitos está cosechando.
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El advenimiento de la segunda parte de Two Worlds ha supuesto toda una sorpresa para mi colega Spidey, así que le cedo la pluma estilográfica para que ofreza su particular análisis sobre el juego. Y eso que el primer juego era un compendio de ideas interesantes -fuertemente influenciadas por Gothic y Oblivion, todo hay que decirlo- implementadas de una forma que suscitó no pocas opiniones encontradas. La primera entrega logró aglutinar un buen número de seguidores, que se veían atrapados por la particular visión de Reallity Pump a la hora de plasmar una gran aventura de proporciones épicas.