Toca de nuevo afinar en la puntería que dispara el arco de la nostalgia. Los ocho bits, nuestra habitual diana marcada con cuatro colores bien representados, de los cuales en esta ocasión nos quedaremos con la tonalidad del Amstrad CPC, aunque seguro que podemos marcar un par de colores más. Si es cuestión de afinar, como digo, rotularemos nuestra flecha con el nombre de Oh Mummy!, exclamación que cualquiera podría gritar al ver el producto de Gem Software, o, concretando mucho más, al escuchar un par de veces su hipnótica melodía. No era demasiado larga. Más bien intensa. Duraba diez segundos, pero ¿a que era fácil de aprender?
Categoría: Artículos
Review Operation Flashpoint Red River
Resulta curioso analizar el devenir de esta saga, que comenzó con un juegazo cuya magnitud pocos sospechábamos la primera vez que se escuchó su nombre; su conversión a terreno de videoconsolas ha transformado el cariz del juego, aunque conserve, sin duda, gran parte de esa seriedad y realismo que llegaba a encarnarnos por completo en la batalla del primer Cold War Crisis.
Retrovisión: Dustin, Dinamic (1986)
Que un preso se llame Kid Saguf desde luego es para sospechar de él, mucho más que de un tal Michael Scofield con todo el plano de la prisión tatuado en su cuerpo. El caso es que el tipo este, Saguf, parece un enclenque sin mucho cerebro, lo cual le vale para que pase desapercibido y los guardias ni le echen cuenta. Hasta que se lía a mamporros con el primero, claro.
Review Brink – Playstation 3
Brink ha resultado ser un juego de aquellos que pertenecen a la estirpe del Hype, revoleados en su particular estela tejida a través del bombardeo de noticias, trailers, shows y demás exceso de información en las venas del jugador potencial; Brink, como suele pasar con esta particular especie, es un buen juego, pero que no va a llegar a lo que prometía, o a lo que prometían que prometería…
Review L.A. Noire
De Rockstar uno siempre espera lo mejor; un certificado de garantías que, quieras o no, siempre simboliza un arma de doble filo. Por un lado, te asegura un grueso de seguidores que esperan agolpados tras la puerta del hype, deseosos de echarle el guante a su próximo producto. Por otro, puede conllevar una sonora decepción si su producto no está a la altura.