De Rockstar uno siempre espera lo mejor; un certificado de garantías que, quieras o no, siempre simboliza un arma de doble filo. Por un lado, te asegura un grueso de seguidores que esperan agolpados tras la puerta del hype, deseosos de echarle el guante a su próximo producto. Por otro, puede conllevar una sonora decepción si su producto no está a la altura.