Brink ha resultado ser un juego de aquellos que pertenecen a la estirpe del Hype, revoleados en su particular estela tejida a través del bombardeo de noticias, trailers, shows y demás exceso de información en las venas del jugador potencial; Brink, como suele pasar con esta particular especie, es un buen juego, pero que no va a llegar a lo que prometía, o a lo que prometían que prometería…