Review L.A. Noire

De Rockstar uno siempre espera lo mejor; un certificado de garantías que, quieras o no, siempre simboliza un arma de doble filo. Por un lado, te asegura un grueso de seguidores que esperan agolpados tras la puerta del hype, deseosos de echarle el guante a su próximo producto. Por otro, puede conllevar una sonora decepción si su producto no está a la altura.

En el caso de L.A. Noire, si uno atiende a la cantidad de ventas que ya lleva en pocos días, y revisa la nota media de críticas especializadas, parece obvio que Team Bondi ha logrado defender, como desarrolladora, el renombre que le proporcionó Rockstar al acogerla bajo su regazo. Con un presupuesto, eso sí, desorbitado, muy distante de las armas y el tiempo que disponía en sus silenciosos The Getaway de Playstation 2, el equipo australiano logra firmar un juego de esos que consiguen desmarcarse del resto. No es poca cosa en los tiempos que corren.

Sin embargo, y antes de condensar mi opinión en los párrafos siguientes, adelantar que estamos ante un soberbio juego, que, con todo, no está exento de errores que le impiden, bajo mi punto de vista, alcanzar la excelencia que Rockstar alcanzó, no hace mucho, con Red Dead Redemption, merecedora a todas luces del calificativo de Obra Maestra.

En cualquier caso, nos encontramos en Los Angeles, años 40. Realmente es factible pensar que estamos allí: el trabajo de localización, diseño y construcción de la ciudad a través de sus detalles es superior, a través de lugares emblemáticos o simplemente de un sórdido callejón en el que descubrir uno de tantos crímenes a los que tendremos que enfrentarnos en el papel de Cole Phelps.

Nuestro avatar detectivesco subirá escalafones a través de cuatro departamentos de policía distintos, desde Tráfico hasta Incendios; en cada una de estas aventuras iremos resolviendo distintos casos de diversa índole, muchos de ellos creados tirando de documentación real, algunos realmente macabros -puntos para realzar a L.A. Noire como uno de los pocos juegos orientados exclusivamente a adultos hoy día-, y con un patrón de investigación claramente marcado.

Dicho patrón comienza con el desplazamiento al lugar del crimen, prosigue con el recopilado de pistas, enlaza con diversas charlas con implicados. Estas charlas pueden ser más profundas, derivando en interrogatorios en los que debemos discernir entre Verdad o Mentira, existiendo la sombra de la Duda en muchas ocasiones. Si acusamos a alguien de mentiroso, debemos basarnos en una pista previamente encontrada, si no queremos que la acusación se vuelva contra nosotros y el caso se nos ponga mucho más complicado de lo que es. Y todo bañado por una excelente banda sonora, capaz de ponernos en situación e incluso avisarnos de los momentos cruciales de la investigación.

Suele haber un paso más en el patrón jugable de L.A. Noire, y dicho paso está ligado a lo que solemos denominar acción. Ya sea una persecución sobre ruedas por las calles de Los Angeles, correr como los demonios detrás de algún sospechoso, liarse a tiros en pleno asfalto o enzarzarse a ostias, todas estas escenas son accesorias, y dicho calificativo va en dos sentidos.

El primero, porque si no somos capaces de superarlas, el juego nos permite saltar dicha escena para avanzar. Y segundo, porque no están demasiado bien resueltas; no, al menos, para lo que uno espera en  un título apadrinado por Rockstar. Aunque todos nos hayamos dado cuenta de que el objetivo de L.A. Noire no es la acción en tercera persona, en el momento que incluyes este tipo de «fases», te obligas a mantener el listón de calidad que rezuma el resto del juego, y sinceramente no lo consigue.

Pero si volvemos al patrón principal -el repetir tres veces la palabra patrón puede tener que ver con que estoy enganchado a Fringe-, uno puede quedar plenamente satisfecho de lo que propone Team Bondi: una exagerada inmersión en cada uno de los casos, que dependen de nuestra pericia enlazando pistas, objetos, suposiciones, conversaciones y, por supuesto, la interpretación de los actores del juego.

Porque más que personajes pueden considerarse actores; ahí es donde se nota el presupuesto sideral del juego, ya que la tecnología de animación facial es sorprendentemente superior a cualquiera que podamos recordar en un videojuego, dejando en pañales a mi estimado Heavy Rain en este sentido. La sensación de acusar de mentiroso a un testigo porque le hemos visto enarcar las cejas, arrugar el ceño o mirar hacia otro lado al hablarnos… es, simplemente, una sensación que no ha alcanzando nunca ningún otro videojuego. Lo dicho, éste es el mayor mérito del juego.

Como dije, existen algunos puntos oscuros que bajarían la supuesta nota media del juego. El tema del bajón en la acción es algo fácil de obviar en este caso. La parte de interrogatorios, el alma máter del juego, sufre a veces de cierta indeterminación a la hora de tildar una declaración de mentira o duda: la línea que los separa es demasiado fina y no parece justo echar por tierra todo un interrogatorio por elegir entre una y otra.

Por otro lado, aceptando con justicia que L.A. Noire sea la traslación del espíritu de la aventura gráfica a la Next-Gen junto con Heavy Rain, uno echa de menos -al igual que en el título de Quantic Dream– un «más y mejor» en los puzzles, demasiado simples durante todo el juego. Evidentemente, el mayor «puzzle» en L.A. Noire consiste en encajar una pista con una declaración falsa de un testigo, pero no hubiera estado de más explotar la clásica posibilidad de «usar objeto A con objeto B».

Y por último, y contradiciendo a muchas opiniones, uno espera que este tipo de juegos venga doblado al español. Es cierto que el trabajo de doblaje de los actores originales es impecable y se nota su profesionalidad, pero no es lo mismo leer subtítulos que escuchar a los personajes en tu idioma. Vuelvo a repetirlo: si L.A. Noire no merece la pena ser doblado, entonces ningún juego lo merece.

Conclusión

L.A. Noire ofrece una larga experiencia -de 20 a 25 horas- a través de su historia. Lo consigue con casos interesantes y un argumento horizontal en el trasfondo que conseguirá que aplaudamos -o no- al final de todos los actos. Su propuesta jugable, a pesar de ciertos errores cometidos, logra convencer a todos aquellos que esperaban como agua de Mayo este juego.

A todos, excepto a los que no esperaban toparse con una aventura gráfica adulta, con personalidad, dejando en un segundo plano la acción, y bebiendo de fuentes históricas como Blade Runner o los Sherlock Holmes. A todos excepto a los que esperaban un GTA Los Angeles 1940. No está mal no haber mencionado dicha palabra hasta la penúltima frase del Review.

Publicado por

Pedja

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3 thoughts on “Review L.A. Noire”

  1. Tiene que muy buena pinta el juego, tenía ganas de probarlo pero no lo tenía claro por el asunto de l parte de acción. Pero si comentas que te las puedes saltar esas escenas entonces en cuanto tenga pasta éste cae, vaya si cae.

    Buen artículo por cierto Jesús.

  2. ¿Por qué crees que están mal resueltas las escenas de acción? Yo pienso justo lo contrario, son precisas y oportunamente adecuadas para lo que se representa.

  3. Las escenas se resuelven de manera muy simple, la IA es muy limitada, el manejo del coche en las persecuciones es mejorable, las coberturas ídem y en general quedan por debajo de cualquier otro titulo de Rockstar en ese aspecto. Siendo accesorias para el avance en el juego, casi que seria mejor que no estuvieran, pienso a veces…

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