Review Golden Axe: Beast Rider – Xbox 360

A la hora de escribir sobre un juego nuevo y otorgarle una valoración, se hace prácticamente inevitable el tener en mente las opiniones de los medios especializados en general. La saturación de información a la que nos vemos sometidos hoy día es un arma de doble filo, a menudo demasiado potente; en este caso, me sorprendió comprobar cómo el 95% de las Reviews del nuevo beat’em-up de SEGA lo ponían de vuelta y media.

GAxe rider

El caso es que comencé a probar el juego con cierto grado de escepticismo, temiendo darme de bruces con uno de los peores ejercicios jugables de la presente generación. Pos va a ser que no. Beast Rider carga desde el principio con un pesado lastre, y eso es irrefutable: no ofrece opción multijugador. Si somos capaces de obviar este detalle, os aseguro que podréis engancharos a un título que persigue la esencia old-eskúl de los pegaostias de antaño.

Del argumento poco hay que comentar, pues simplemente es accesorio, como suele ocurrir en estos casos. La amazona Tyris Flare será la protagonista principal del mismo, en el que también saldrán los añorados Ax y Gillius, antiguos compañeros de trabajo que, seguramente por culpa de la crisis que nos asola, no han podido ser contratados esta vez. Su misión, pues básicamente la misma de siempre: derrotar al sempiterno Death Adder.

A la hora de jugar a Beast Rider, la cámara en tercera persona nos muestra una atractiva y sinuosa Tyris, que reparte mandobles a diestro y siniestro, exhibiendo el toque gore del juego a través de cortes, decapitaciones y otras demostraciones de cariño. El juego se muestra fluido, con una tasa de imágenes de sesenta por segundo bastante estable. Avanzar y pegar son acciones que sólo se verán interrumpidas, de vez en cuando, por livianos y básicos puzzles.

Beast Rider

Tendremos una buena cantidad de combos a nuestra disposición, que iremos ganando con el tiempo, mientras que también podremos hacer uso de la magia, con distintos tipos de conjuros. El Hacha Dorada también será de la partida, básicamente para atacar a distancia y resolver los mencionados puzzles.

Me ha gustado el control de las bestias, que nos otorga bastante poder pero sabiamente limitado por la débil salud de la criatura. Algo más conflictivo resulta el tema de cubrirse ante los dos tipos de ataque enemigo: dependiendo del color de dicho ataque, debemos cubrirnos o esquivarlo. Algo más light que en Heavenly Sword, no funciona del todo mal, aunque resulta algo confuso cuando se reúnen varios compinches.

Poco más. Existen un par de modos complementarios al principal, para luchar contra el crono o contra sucesivas oleadas al estilo Horda de Gears of War 2, pero se echa en falta el incompresiblemente ausente modo multijugador. A pesar de ello, y si nos despojamos de tales prejuicios, Beast Rider es completamente disfrutable en el más puro sentido del viejo y olvidado arcade.

Beast Rider

Tecnología amazónica

Como antes comenté, Golden Axe: Beast Rider ofrece un motor gráfico bastante satisfactorio, tanto en términos de rendimiento como a nivel de detalle. El texturizado de los distintos entornos, las criaturas y el modelo completo de nuestra amazona se llevan la palma, bajando el nivel a la hora de representar enemigos -demasiado similares entre sí- y en ocasiones a la hora de enlazar animaciones.

El apartado de audio nos abre paso a una banda sonora perfectamente encajada en la temática del juego, predominando la percusión de fondo y los tintes épicos. De efectos de sonido sí que anda más cortita la cosa, pero tampoco se nota demasiado.

Conclusiones

Dicen que Golden Axe: Beast Rider quiebra en dos el espíritu del clásico arcade de SEGA. Y yo me pregunto una cosa. En el primer Golden Axe, lo que hacíamos era avanzar de forma lineal mientras repartíamos estopa con nuestra espada, montábamos criaturas y lanzábamos conjuros. ¿Alguien me puede explicar cuál es la diferencia con la mecánica de Beast Rider?

Golden Axe Beast Rider

Claramente, el fallo de no incluir dos o tres jugadores simultáneos es de juzgado de guardia y acorta en demasía la duración del juego. Por lo demás, estamos ante un beat’em-up de los de antes, permaneciendo prácticamente inalterable desde entonces. Perfecto para estas tardes en las que ya estamos hartos de pensar y queremos reencontrarnos con el placer de aporrear botones y destrozar enanitos que suelten vasijas de maná.

Bazar Xbox Live: Portal Still Alive

Still Alive

Lo que consiguió Portal el pasado año llevaba mucho tiempo sin ser alcanzado por ningún juego de su calibre. El concepto puzzle que se expone en la obra de Valve fue tan innovador como pleno de posibilidades, que ahora se amplían un poco más con el lanzamiento de Portal: Still Alive para el Bazar de Xbox Live; el subtítulo nos recordará a cierta canción de ciertos títulos de crédito.

Respecto al juego incluido en aquella auténtica caja de bombones que fue The Orange Box, hay que decir que Still Alive incluye el juego original con algunos aditivos; no encontraremos demasiadas novedades, aunque alguna que otra resulta bastante curiosa: la que se lleva la palma consiste en escuchar en nuestro idioma a la archifamosa GlaDOS, esa inteligencia artificial de tono robótico y con un humor más negro que el de House. Nos chocará un poco de primeras, pero se agradece esta localización, algo de lo que careció el lanzamiento original en Xbox 360.

El otro aspecto a destacar en concepto de novedad se basa en una recopilación de niveles importados directamente desde Portal: The Flash Version, una versión libre del original en dos dimensiones. La base de su metodología jugable es idéntica, y debemos superar cada nivel encontrando la salida, para lo cual sólo contaremos con la familiar ayuda de nuestra generadora de portales, uno para entrar y otro para salir.

El nivel de dificultad en estos nuevos puzzles sólo puede ser considerado como retorcido, nos hará pensar más de lo habitual y además, deberemos combinarlo con una rotunda rapidez de reflejos a la hora de saltar y movernos rápidamente por el mapa. Tendremos, en suma, un reto de categoría para todo aquel que se jacte de dominar el tema.

Still Alive

Conclusiones

Para finalizar, comentar que Portal Still Alive puede ser considerado como uno de los tres mejores títulos disponibles a día de hoy en el Bazar Xbox Live; sus 1200 puntos estarán amortizados de sobra, siendo imprescindible su adquisición si no pudimos disfrutarlo en su día a través de la Caja Butano Naranja, y recomendado para el que quiera ponerse a prueba mientras llega otro título de sus características, aunque apuesto a que pasará mucho tiempo antes de que pueda coronarse a otro rey en su género. Portal sigue reinando.

Review Midnight Club: Los Angeles – PS3

Rockstar San Diego acaba de lanzar una nueva entrega de una saga que, aunque parezca extraño en los tiempos que corren, no se ensaña con sacar un nuevo juego por año, y vaya el calificativo nuevo entre las dobles comillas más grandes que podáis imaginar.

Midnight

Puede decirse que Midnight Club fue todo un pionero en el género del Racing & Tuning game, aunque quizá pocos lo recuerden ahora. La entrega que hoy analizo conduce por las mismas curvas que sus predecesores, ofreciendo un control que no resulta demasiado exigente, pero que requiere que echemos sus buenas horas para lograr convertirnos en los amos de la ciudad, por ciertas razones que más tarde os explicaré.

Tuning Los Angeles

Hoy me apetece comenzar por la parte tecnológica. Rage, el motor gráfico de Grand Theft Auto 4, se muestra capaz de mover la ciudad de Los Angeles con extremada solvencia, teniendo en cuenta la gran cantidad de detalles que muestra en pantalla a la vez, incluído tráfico, peatones con poke de invulnerabilidad y toda la parafernalia de rascacielos, McDonalds y luces de neón que embellecen el especial encanto de la ciudad. Mención especial a la famosa ladera en la que un clásico cartel reza Hollywood.

Es curioso comprobar que su rendimiento es claramente superior que el que vimos en GTA4, aunque bien es verdad que el número de variables en juego es menor. Con todo, Midnight Club: Los Angeles nos mostrará con todo detalle nuestro buga con capas de pintura, vinilos y toda clase de tuneos, así como las secuelas que le queden como consecuencia de las colisiones y pérdida de puntos en el carnet.

Volviendo a la mecánica jugable del juego, hay que decir que la esencia es idéntica a la de previos Midnight Club’s, con la consiguiente adaptación a la moda que se lleva en los últimos tiempos: concepto de ciudad abierta, eliminación de cargas intermedias, radar GPS para guiarnos y sistema progresivo de reputación y desbloqueo de pruebas. Nada nuevo bajo el sol, a priori.

Midnight Los Angeles

Todo esto no significa que el producto de Rockstar San Diego merezca quedarse en el montón de juegos del montón, si es que me permitís la redundancia. Midnight Club: Los Angeles sale airoso en la comparativa con sus particulares némesis del género, logrando enlazar escenas intermedias a modo de guión que, aún con sus tópicos, denotan bien a las claras la soltura que suele exhibir cualquier producto Rockstar en dicho sentido.

Quizás, su mayor aportación jugable sea su inmediatez y claridad a la hora de guiarnos por la ciudad. La carrera base nos enfrentará con otros conductores para demostrar quién sabe quemar mejor y más rápido las calles, obligándonos a pasar por multitud de checkpoints. El GPS se convierte en el más útil del género, haciendo zoom en el momento justo para facilitarnos dicha búsqueda, a la par que se complementa con la evidente señalización de dichos puntos, mediante columnas de humo en el propio engine del juego.

El juego nos va a proporcionar bastantes horas de diversión, aunque eso sí, quizás su curva de dificultad sea demasiado abrupta, dejando a los jugadores menos habilidosos con un palmo de narices a las primeras de cambio; la IA de los rivales es bastante competente, la poli nos hostigará si rebasamos los límites de velocidad y el juego penalizará seriamente nuestros errores, con escaso margen de recuperación.

Para tales jugadores siempre les quedará el multijugador, en el que podrán ir escalando poco a poco y donde el rendimiento es impecable en términos de lag. Carreras individuales, por equipos e incluso un «captura la bandera» versión tunera, y dando cabida a dieciséis jugadores simultáneos. O lo que es lo mismo, el online de Midnight Club: Los Angeles es todo un baluarte y un espaldarazo casi definitivo para un título al que apenas se le pueden poner pegas.

Midnight Los Angeles

Conclusiones

Rockstar San Diego ha realizado, en mi opinión, el mejor Midnight Club hasta la fecha, y lo ha hecho en su estreno en la Next-Gen, algo de lo que no pueden presumir otras sagas. Se ve que se han tomado su tiempo para pulir cada detalle, tanto gráfico como jugable, logrando un título absolutamente redondo en todos los sentidos.

Eso sí, dos consideraciones para finalizar: primero, el juego se hace complicado prácticamente desde la primera carrera, algo que puede desalentar a alguno que otro; y segundo, este Midnight Club lo hace casi todo bien, pero no innova ni reinventa nada en su género. Sopesando pros y contras, el bagaje es bastante positivo, así que yo veo muy factible que disfrutemos un buen puñado de horas tuneando la ciudad y ganando respeto ante nuestros homies.

Midnight Club Los Angeles Nota 8.5

Review NBA 2K9 – Xbox 360

Como cada año, las entregas deportivas aprovechan la llegada del Otoño para renovarse y afrontar la nueva temporada. Algunas franquicias actualizan su nombre y poco más, otras mejoran en algunos aspectos y empeoran en otros, y por último y en mucha menor cantidad, encontramos juegos que logran dar un salto cualitativo desde el juego anterior.

Mucho se ha hablado de la necesidad de sacar un juego por año: que si es poco tiempo de desarrollo, que si bastaría con una simple actualización de plantillas, que si se emplearan dos años de programación la mejora sería exponencial… En cualquier caso, NBA 2K9 parte de la firme base que plantó en la Next-Gen con NBA 2K6 -mi primer juego para Xbox 360, de grato recuerdo-, y que ha ido perfilando año tras año.

Gasol

Jugada de tres puntos

La conclusión sería afirmar o denegar la pregunta del millón: ¿ha mejorado NBA 2K9 lo suficiente desde el pasado año? Pues la verdad es que sí, aunque con matices. Dichos matices son los acostumbrados: existen muchas similitudes con NBA 2K8. Lo normal. Pero hay que reconocer que el avance que se ha llevado a cabo es bastante apreciable. Por ejemplo, nada más entrar en el partido. El público es el mejor que recuerdo en un juego deportivo; todos se animan de forma diferente, incluso hay gente que va a por palomitas en medio del encuentro, tan campantes.

La representación visual no tiene parangón en estos momentos dentro de su género. Quizás en los primeros planos la cosa pierde un poco, aunque depende del jugador en que nos fijemos: por ejemplo, la estrella de los Celtics, Garnett, es un calco de su homónimo real; casi da miedo enfrentarse con él. Verle la cara a Gasol o a Calderón es otro cantar, porque siguen sin inspirarme demasiado. Pero todo se andará.

El caso es que, volviendo al principio del párrafo anterior, NBA 2K9 es una auténtica maravilla gráficamente, en especial si nos fijamos en el transcurso normal del partido, con una perspectiva de cámara lateral y televisiva. Innumerables animaciones perfectamente entrelazadas y naturales. Recuerdo una jugada en la que fallé una bandeja cantada y mi compañero se tiró en plancha para salvar el fuera de banda ‘in extremis’ mientras otros dos jugadores caían al suelo, chocándose entre sí. Seguramente, el momento más cercano al basket real que haya visto jamás, sin contar el primer mate que hice en el Fernando Martín.

2k9

Respecto a la jugabilidad, se ha afinado la introducción de la ‘defensa automática‘ mediante el gatillo izquierdo que se introdujo el pasado año, dándonos un poco más de movilidad y dificultando un poco más el robar el balón al contrario y mantener la posición, aunque sigue siendo sencillo. A su vez, podremos modificar el tiro mientras estamos preparándonos para lanzar el balón; usar el stick derecho para tal suerte sigue siendo de los mejores hallazgos de este título. También se ha aumentado un poco la velocidad de juego, aunque en términos generales, sigue portándose como todo un señor simulador.

Habría que dar un toque de atención a la interfaz de juego, puesto que me parece menos intuitiva que nunca; creo que apostar por menús tradicionales le vendría mejor al sistema 2K Nav, que por innovador peca de ser poco accesible. Sin embargo, detalles como la repetición de las tres mejores jugadas del partido o el videoclip de canastas del MVP del encuentro consiguen reforzar la impresión showtime que impregna al título.

En cuanto a modos, destacar la reforma del modo Asociación, que se apellida 2.0 aunque en la traducción se haya perdido. El aspecto mánager se refuerza con la inclusión de ojeadores que nos permitan descubrir al completo las características de otros jugadores, además de permitir intercambios de jugadores a tres bandas, en los que cada estrella demostrará tener su corazoncito y podrá rechazar el trueque si no ve colmadas sus aspiraciones de triunfo.

Por su parte, el modo online se apunta a la corriente filosófica un jugador, un deportista, permitiendo partidos de diez jugadores simultáneos. Para ser el primer acercamiento no está nada mal, aunque debe pulirse un poco la sensación de caos, habitual en este tipo de modos. El código de red parece estar bien optimizado, sin dejar concesiones al temido lag. Incluso los avatares personalizables -comunes a toda la serie de juegos 2k Sports– llegan a caer bien, simbolizando a los jugadores más destacados de cada semana.

2k9

Conclusión

NBA 2K9 consigue retomar el ritmo adecuado para un título de cinco estrellas y anillo de campeón, tras el frenazo que supuso la conservadora versión del pasado año.

Con un apartado gráfico difícil de superar, retoques jugables justos y necesarios y opciones online que apuestan por ser un Profesional y Leyenda a la vez, y actualizar las plantillas regularmente con estado de forma incluido, deja bien claro este año quién posee el título de mejor simulador de basket.

Nota NBA2k9: 8.5

Review PlayChapas PSP

Un producto de pura cepa española, para PSP. No es habitual, por desgracia, así que ya tenemos un motivo más que suficiente para echarle un vistazo a PlayChapas. No es el único, puesto que el deporte de jugar al fútbol-chapas se remonta a nuestra juventud, e incluso a la niñez de nuestros progenitores. Soñar con nuestro equipo preferido mientras empujábamos el diminuto balón con nuestra escuadra de tapones era toda una experiencia.

Chapas

PlayChapas traslada toda esta parafernalia a una plataforma ideal para su disfrute; podremos enfrentarnos a nuestros colegas, PSP en ristre y en plena calle, aunque de forma virtual. La gente de Zinkia, creadores del simpar Pocoyó, ya triunfó con su adaptación a web mediante tecnología Flash -con el ingenioso nombre de World Cap-, y Sony les encomendó la tarea de transportar este noble deporte a su portátil.

Así se gestó PlayChapas, siguiendo estrictamente las reglas de la Federación Española de Fútbol-Chapas, permitiendo por un lado darnos a conocer dicha disciplina, y por otro desbloquear y coleccionar decenas de chapas de Coca-Cola -algunas más que míticas- y añadiendo opciones tales como desafíos y retos, en los que deberemos hacer gol superando barreras y situaciones comprometidas, así como un editor de chapas para personalizar al máximo nuestro equipo, cambiando nuestros colores y tuneando peso y deslizamiento del jugador.

A nivel jugable, PlayChapas se convierte en una ingeniosa mezcla de juego estratégico y habilidoso a la vez. La estrategia será necesaria para gastar nuestro turno moviendo el máximo número de chapas posible -hasta tres si no tocamos el balón o si encadenamos pases entre chapas- y colocando sabiamente las fichas para un ataque eficaz o una defensa imbatible.

Chapas

El componente de habilidad viene dado a la hora de imprimir la dirección adecuada y la potencia justa para cada movimiento. Al fin y al cabo, se trata de impulsar chapas y hay que tener en cuenta tales parámetros, además de la inercia del propio movimiento. El mix jugable me recuerda a veces a un ajedrez improvisado y a un billar bastante especial; lo cierto es que el método de juego es original y presenta una curva de aprendizaje escarpada pero finalmente satisfactoria.

Tecnología, diez chapas y un tapón

El apartado gráfico de PlayChapas no requería ningún tipo de alardes; simplemente, ofrecer en cada momento la mejor perspectiva para elaborar nuestra jugada. Ya sea desde vista cenital a la hora de formar nuestra táctica de juego, o mientras cavilamos en pos de poner en práctica nuestra jugada maestra, la cámara siempre estará a nuestro servicio. Además, campos variados y divertidas animaciones para celebrar cada gol. Lo justo y necesario.

El sonido que encierra este UMD es como Torrente, cien por cien español. El grupo Jaula de Grillos se ha encargado de ponerle música al juego, con el single Veinte años en plan estrella. Otros temas de grupos como Melocos o Sidecar se adaptan como un guante a su temática; los efectos de sonido simplemente están ahí, con jaleos del público, celebración de goles y poco más.

Chapas

Conclusión

PlayChapas no tiene más pretensión que divertir un buen rato mientras rememoramos el noble deporte del Fútbol-Chapas. No tiene gráficos apabullantes ni modos de juego rutilantes e innovadores, pero se controla bastante bien, con una dificultad ‘in crescendo‘ que nos enganchará un buen tiempo.

En definitiva, un producto recomendado para apalizar a ese colega que es un máquina al Pro Evolution o al FIFA, aquí se las podremos devolver todas juntas. O igual no.

Play chapas nota: 7.5