Como cada año, las entregas deportivas aprovechan la llegada del Otoño para renovarse y afrontar la nueva temporada. Algunas franquicias actualizan su nombre y poco más, otras mejoran en algunos aspectos y empeoran en otros, y por último y en mucha menor cantidad, encontramos juegos que logran dar un salto cualitativo desde el juego anterior.
Mucho se ha hablado de la necesidad de sacar un juego por año: que si es poco tiempo de desarrollo, que si bastaría con una simple actualización de plantillas, que si se emplearan dos años de programación la mejora sería exponencial… En cualquier caso, NBA 2K9 parte de la firme base que plantó en la Next-Gen con NBA 2K6 -mi primer juego para Xbox 360, de grato recuerdo-, y que ha ido perfilando año tras año.
Jugada de tres puntos
La conclusión sería afirmar o denegar la pregunta del millón: ¿ha mejorado NBA 2K9 lo suficiente desde el pasado año? Pues la verdad es que sí, aunque con matices. Dichos matices son los acostumbrados: existen muchas similitudes con NBA 2K8. Lo normal. Pero hay que reconocer que el avance que se ha llevado a cabo es bastante apreciable. Por ejemplo, nada más entrar en el partido. El público es el mejor que recuerdo en un juego deportivo; todos se animan de forma diferente, incluso hay gente que va a por palomitas en medio del encuentro, tan campantes.
La representación visual no tiene parangón en estos momentos dentro de su género. Quizás en los primeros planos la cosa pierde un poco, aunque depende del jugador en que nos fijemos: por ejemplo, la estrella de los Celtics, Garnett, es un calco de su homónimo real; casi da miedo enfrentarse con él. Verle la cara a Gasol o a Calderón es otro cantar, porque siguen sin inspirarme demasiado. Pero todo se andará.
El caso es que, volviendo al principio del párrafo anterior, NBA 2K9 es una auténtica maravilla gráficamente, en especial si nos fijamos en el transcurso normal del partido, con una perspectiva de cámara lateral y televisiva. Innumerables animaciones perfectamente entrelazadas y naturales. Recuerdo una jugada en la que fallé una bandeja cantada y mi compañero se tiró en plancha para salvar el fuera de banda ‘in extremis’ mientras otros dos jugadores caían al suelo, chocándose entre sí. Seguramente, el momento más cercano al basket real que haya visto jamás, sin contar el primer mate que hice en el Fernando Martín.
Respecto a la jugabilidad, se ha afinado la introducción de la ‘defensa automática‘ mediante el gatillo izquierdo que se introdujo el pasado año, dándonos un poco más de movilidad y dificultando un poco más el robar el balón al contrario y mantener la posición, aunque sigue siendo sencillo. A su vez, podremos modificar el tiro mientras estamos preparándonos para lanzar el balón; usar el stick derecho para tal suerte sigue siendo de los mejores hallazgos de este título. También se ha aumentado un poco la velocidad de juego, aunque en términos generales, sigue portándose como todo un señor simulador.
Habría que dar un toque de atención a la interfaz de juego, puesto que me parece menos intuitiva que nunca; creo que apostar por menús tradicionales le vendría mejor al sistema 2K Nav, que por innovador peca de ser poco accesible. Sin embargo, detalles como la repetición de las tres mejores jugadas del partido o el videoclip de canastas del MVP del encuentro consiguen reforzar la impresión showtime que impregna al título.
En cuanto a modos, destacar la reforma del modo Asociación, que se apellida 2.0 aunque en la traducción se haya perdido. El aspecto mánager se refuerza con la inclusión de ojeadores que nos permitan descubrir al completo las características de otros jugadores, además de permitir intercambios de jugadores a tres bandas, en los que cada estrella demostrará tener su corazoncito y podrá rechazar el trueque si no ve colmadas sus aspiraciones de triunfo.
Por su parte, el modo online se apunta a la corriente filosófica un jugador, un deportista, permitiendo partidos de diez jugadores simultáneos. Para ser el primer acercamiento no está nada mal, aunque debe pulirse un poco la sensación de caos, habitual en este tipo de modos. El código de red parece estar bien optimizado, sin dejar concesiones al temido lag. Incluso los avatares personalizables -comunes a toda la serie de juegos 2k Sports– llegan a caer bien, simbolizando a los jugadores más destacados de cada semana.
Conclusión
NBA 2K9 consigue retomar el ritmo adecuado para un título de cinco estrellas y anillo de campeón, tras el frenazo que supuso la conservadora versión del pasado año.
Con un apartado gráfico difícil de superar, retoques jugables justos y necesarios y opciones online que apuestan por ser un Profesional y Leyenda a la vez, y actualizar las plantillas regularmente con estado de forma incluido, deja bien claro este año quién posee el título de mejor simulador de basket.
Yo lo flipé con la demo. Lo del público es mortal. Y cuando tiras un tiro libre y se ponen todos a tocar los aplaudidores mientras te vibra el mando? xDDDD wenisimo.
Eso si, tengo que decir que baje el NBA live 09, y gráficamente es muy parecido, practicamente al mismo nivel que éste, aunque en detalles como el público baja bastante, pero si que podria llegar a un 8 de nota seguro.
PD: lo de Garnett es increible, da miedo. xD