Descubrí Resistance 2 gracias al contenido de la oxidada caja metálica de galletas, a modo de kit de prensa, que Sony me envió hace unas semanas. Con cierto recelo en los primeros instantes, el juego es un auténtico ‘in-crescendo’ a todos los niveles, tanto gráficamente como en la tremenda intensidad de sus combates, mientras que sus modos alternativos -cooperativo y confrontación online- rayan a un nivel elevadísimo, agrupándose en un shooter inexcusable para todo usuario de PS3.

Insomniac cuenta con un contrastado currículum a sus espaldas; de hecho, su primer título fue un FPS para Playstation llamado Disruptor, el cual pasó bastante desapercibido. El éxito les llegó con Spyro yRatchet & Clank, a los que sumar tropecientas continuaciones. Ahora bien, la gran referencia para Resistance 2 es, lógicamente, su anterior entrega.
Y partiendo de dicha referencia, esta vez se han dedicado a hacerlo todo más grande, desde la dimensión de los escenarios hasta el tamaño de los enemigos, pasando por la correspondiente apertura de boca que experimentarás cuando, tras un pasillero recorrido a modo de tutorial, desemboques en una bahía de San Francisco completamente tomada por las Quimeras, entremezclando un degradado cielo anaranjado con miríadas de naves hostiles. Uno de los mejores momentos de esta generación.
Como shooter, Resistance 2 se inclina por ofrecer masivas cantidades de acción continua, ya sea a través de grupos de enemigos débiles pero rápidos, o como ocurre en la mayoría de los casos, con auténticos Final Bosses que te triplican en tamaño y potencia de fuego. Con una buena influencia de Godzilla y Cloverfield, los bichejos gigantes que has visto en los vídeos del juego son de carne y hueso, se mueven de maravilla y hasta da pena matarlos. Bueno, esto ocurre la primera vez, porque Resistance 2 te hará caer con frecuencia, y por suerte, la carga del último Checkpoint se hace rápida de verdad, a la vieja usanza.

Hale ya es todo un héroe, encargado de erradicar al virus alienígena; una carga que asume por méritos propios. Primero, porque al portar parte de ese virus, ya es casi como de la familia, y algo culpable sí que se siente. Y segundo, porque las Quimeras tienen bien desarrollado el sentido del olfato y huelen a Hale a kilómetros. Da igual que vayamos con soldados de apoyo, los enemigos van a por nosotros a muerte. Habrá que corresponderles como es debido.
Tanto el diseño de las armas como el de cada uno de los niveles de la campaña es excepcional, reportando aquí gran parte del éxito de Resistance 2. Respecto a las armas, pues no esperaba menos de un grupo de programadores que en la saga Ratchet han logrado cosas como calificar de mortífero y letal a una bola brillante de estas de discoteca.
En este caso, Hale sólo puede portar dos armas a la vez, cada una con su disparo secundario. No es problema, puesto que gastaremos munición a hierro y tendremos que ir rotando constantemente nuestro arsenal, logrando dar más variedad y dinamismo a la acción. Por su parte, la campaña mezcla sabiamente situaciones scriptadas con la particular ‘inteligencia’ de las quimeras, con un comportamiento suicida, y a veces más sutil, como en la fase del bosque, claro homenaje a Predator.

La oferta de Resistance 2 no acaba aquí; por un lado, las escaramuzas multijugador con sesenta personas a la vez y la sabia decisión de agrupar a jugadores en pequeños grupos, y por otro, el cooperativo. Este modo se desmarca por completo de la campaña, ofreciendo misiones en las que cada jugador debe desempeñar su rol, ya sea sanando, tanqueando o atacando a distancia; sí, como si de una raid de World of Warcraft se tratase. Un excelente complemento para rematar la faena.
Conclusión
Resistance 2 puede colocarse sin problemas entre los tres mejores juegos exclusivos de Playstation 3, en mi opinión, junto a Uncharted y Little Big Planet. La mejora respecto a la primera entrega es enorme, y su trilogía de modos de juego te asegura un buen puñado de horas a su lado; si me tuviera que quedar con algo, sería con la campaña principal, que a pesar de no innovar ni un ápice, se ha diseñado con un único propósito: hacer disfrutar a todo buen catador de FPS’s que se precie.
