Hace un par de semanas que mi colega Jimmy me puso en contacto con la gente de HolaLienzo, una página web que nos va a permitir imprimir nuestras imágenes preferidas y plasmarlas en un lienzo, como si de un Rembrandt o un Velázquez se tratase, obviamente, enfocado a una temática que nos guste para decorar nuestro salón.
Así, la tarea más difícil no era entrar en la web de HolaLienzo, escoger tamaño -mi lienzo será de 40×60 cm- y realizar el pedido -ya que dicha tarea es bastante sencilla de acometer a través de la interfaz, simple e intuitiva-, sino que lo más complicado será hallar una imagen que nos guste, que tenga una calidad aceptable. En términos técnicos, se requiere mínimo 300 ppp de calidad y perfil de color sRGB. Si tenéis dudas sobre si vuestra imagen cumple los requisitos, nada más fácil que poneros en contacto con la atención al cliente de la web.
Y es que aparte del tamaño y la calidad, hay que tener en cuenta cómo gestionar los bordes de la imagen si la relación de aspecto puede dejar los bordes blancos. En este caso, puede optarse por configurar dichos bordes de forma espejada, es decir, efecto de imagen en un espejo inverso para que no queden sin rellenar. Como siempre, al gusto del consumidor.
Así que, ¿qué mejor elección que rebuscar en el baúl de los recuerdos de ocho bits? Quienes me conocen, evidentemente, ya sabrán por donde van los tiros, y es que cualquier carátula de aquellas míticas que ilustraban los videojuegos de los ochenta se podría convertir en un lienzo que decoraría con gusto el salón donde se echan los vicios y se guarda la colección de videojuegos de todas las épocas y colores. Elección: Alfonso Azpiri, Topo Soft, Viaje al Centro de la tierra. Resultado: en las imágenes. Satisfacción: cien por cien.