En el Review de hoy le paso el micro a mi compañero y sin embargo colega FranL2P, el cual se ha infiltrado peligrosamente en Venezuela para hacer el mercenario, el cabra y todo lo necesario en pos de profundizar en el flamante título de Pandemic, Mercenaries 2. Sin más, os dejo con sus impresiones, aunque no os creáis nada así que seguidlas a rajatabla.
Bienvenidos a Venezuela
La nueva propuesta de Pandemic Studios nos sitúa en una amplia zona de Venezuela, la cual es completamente explorable, y lo que es más importante destruible. Y es que está será la principal atracción de Mercenaries 2, la posibilidad de destruir todo lo que nos encontremos en nuestro camino, usando toda clase de armas y vehículos.
En la campaña encarnaremos a uno de los tres mercenarios que están a nuestra disposición, repitiendo convocatoria desde el primer Mercenaries; el objetivo será que hagamos honor a nuestra profesión, así que nos dispondremos a conseguir todo el dinero y equipo que podamos. Para conseguir el dinero y el equipo habrá que explorar un extenso aunque desequilibrado mapeado, ya que nos toparemos con unas zonas cargadas de detalles y con otras más bien simplonas.
Por ejemplo, la mansión/base de operaciones, las ciudades y algunas bases militares tienen bastantes detalles, sin embargo las carreteras, campos y demás zonas abiertas son bastantes más simples, con una vegetación bastante básica que “crece” de la nada y con unas zonas de agua bien recreadas pero poco creíbles.
Siguiendo con el apartado gráfico, sí que merecen una mención especial las explosiones, las cuales son realmente espectaculares y destructivas, y es que es una gozada ver como nuestro lanzacohetes hace estragos sobre los edificios, haciendo que estos vuelen por los aires al más puro estilo Hollywoodiense.
Si tiene asiento, condúcelo
Otro de los aspectos destacables de Mercenaries 2 es que todos y cada uno de los vehículos del juego son manejables, desde coches hasta tanques pasando por motocicletas, lanchas, helicópteros, etc. Por desgracia, en los vehículos pasa lo mismo que con los escenarios, que podemos encontrarnos vehículos muy bien modelados y animados, por lo general todos los de origen militar (tanques, blindados, etc.), y otros más cutres y simplones, como los coches civiles o las furgonetas. Algo comprensible de todos modos, dado la gran cantidad de elementos que entran en juego.
Todos estos vehículos pueden comprarse o robarse, siendo esto último lo más divertido -niños, no hagáis esto en la vida real-, sobre todo mientras está siendo manejados por el enemigo. Si intentamos tomar un vehículo tripulado por el enemigo tendremos que pulsar los botones que nos aparezcan en pantalla, como los clásicos QTE -desde luego, Dragon’s Lair ha creado una extensa estirpe- , dando lugar a una secuencia más o menos espectacular, tras la cual habremos tomado el vehículo.
Facciones
Durante la campaña tendremos a nuestra disposición dos tipos de misiones, las propias de nuestra compañía de mercenarios y las que nos ofrezcan las diferentes facciones que nos encontraremos durante el juego. Según nuestro comportamiento con cada una de estas facciones estas serán amistosas u hostiles, por lo que será importante tener claro con quien queremos aliarnos o enemistarnos. La I.A. de estos soldados no es que sea muy brillante, y es que rara vez buscarán cobertura durante los combates y generalmente se limitarán a dispararnos mientras nosotros les acribillamos.
Los civiles tampoco son el paradigma de la inteligencia, por lo que será muy común ver como se abalanzan sobre nuestros vehículos cuando pasamos cerca de ellos, siendo imposible no atropellarles, obligándonos a invertir parte de nuestro dinero en sobornar a los medios para que no salga a la luz el desdichado accidente, como sucede cada vez que muera un civil a nuestras manos.
Como ya se ha comentado, todo lo que nos encontremos puede ser destruido, dándole un toque de realismo a los escenarios. Dicho realismo baja algunos enteros cuando colisionamos a una velocidad ridículamente lenta contra un árbol y logramos derribarlo, o cuando impactamos con nuestro todoterreno contra un turismo y que éste explote bajo nuestras ruedas. Al fin y al cabo, todo gira en torno a elevar la espectacularidad.
El auténtico tesoro que encierra Mercenaries 2 nos lo encontramos en el modo cooperativo; compartir la destrucción con un colega a través de la red multiplica la diversión del título, cuya naturaleza pedía a gritos dicho modo de juego, y aumentando de este modo su duración de forma exponencial. Nadie duda a estas alturas que estamos ante la generación del cooperativo, una fiesta a la que se suma de forma brillante el juego de Pandemic.
Conclusiones
Mercenaries 2 es un juego que derrocha acción desde el primer momento, con un planteamiento simple, masacrar a todos nuestros enemigos, destruyendo todo lo que se cruce en nuestro camino. Los amantes de la acción directa y la libertad de acción se sentirán en su salsa. Y es que pese a los fallos ya mencionados, el juego cumple con su objetivo de entretener, sobre todo en el cooperativo.
FranL2P