Desde el tiento que le dí a la demo, tiempo de juego del que salió mis primeras impresiones, la verdad es que me agradó bastante jugar a este H.A.W.X. Y me sigue agradando porque, precisamente, nunca me han agradado los simuladores aéreos. Yo nunca he sido de la quinta de Microsoft Flight Simulator, ni de ninguno de sus sucedáneos. No me hace gracia la idea de tenerme que aprender doscientas funciones distintas para apenas lograrlo hacer despegar tras diez minutos de arduos esfuerzos, y pegarme la ostia dos minutos después.
Vale, está claro: Flight Simulator poco o nada tiene que ver con esta nueva iteración de la estirpe de Tom Clancy. Es un caso extremo, pero ilustra bien lo que quiero expresar: H.A.W.X. logra transmitirnos las sensaciones de pilotar un avión de combate, permitiéndonos hacer todo tipo de maniobras y virguerías varias sin tener que apuntarnos a la aeroplano-escuela más cercana. Vamos, que cumple las normas de lo que suele llamarse un arcade de combate áereo.
Y nada más comenzar con nuestros primeros pinitos en su pilotaje, la vista exterior ayudada nos remitirá, en más de una ocasión, al mítico arcade de SEGA, Afterburner; obviad las obvias diferencias, permitidme tal redundancia, y comprenderéis la familiaridad de clichés del combate aéreo, como el alcanzar un objetivo que tengamos prefijado con uno de nuestros misiles dirigidos, o maniobrar rápidamente para esquivar un pepino que nos persigue irremisiblemente.
Por supuesto, H.A.W.X. va más allá. Los diseñadores de Ubisoft Rumanía nos permiten dar un paso más, trasladándonos a una vista sin ayuda, más complicada de dominar que la que os he comentado antes. La cámara pasa a tomar una perspectiva lateral y mucho más alejada, en la que se optimiza la manera de cazar a los distintos objetivos de combate, a cambio de ofrecer un reto de mayor dificultad y, seguramente, mucho más divertido.
Para que os hagáis una idea, esta perspectiva es bastante similar a la que podemos ver en las distintas repeticiones que nos ofrece el último Ace Combat, siendo éste el más cercano de todos los juegos que he mencionado en el presente artículo a título comparativo. La forma de implementar este sistema jugable me ha parecido de lo más acertada, lográndose una dualidad de mecánicas jugables bastante completa.
Todo esto se ve complementado por una refinada interfaz de juego, la cual nos proveerá de la información suficiente en todo momento (radar para orientarnos y comprobar la situación de los enemigos y puntos importantes del mapa, munición, objetivo actual y actitud de nuestros compañeros) sin restarnos apenas visibilidad.
Tenemos por tanto un sistema de control fácil de aprender, al cual debemos sacar todo el jugo posible para afrontar las misiones más complicadas de la campaña; la dificultad es elevada, algo que quedará patente desde la tercera misión, en la cual sobrevolaremos terreno desértico para custodiar una refinería asolada por todos sus flancos. Pues bien, llegará un punto en el que tendremos que contrarrestar hasta cinco escuadrones enemigos de forma simultánea, provenientes desde tierra y desde aire.
Es cierto que no estamos solos, puesto que iremos escoltados por un par de compañeros de escuadrón, a los que daremos órdenes básicas: atacar un objetivo concreto, o defendernos del enemigo. A efectos prácticos, la verdad es que no serán demasiado hábiles en combate y tendremos que ejercer de líderes en la batalla. Un problema que podremos arreglar gracias al modo cooperativo online, un estilo de juego al que nos están acostumbrado demasiado bien en la presente generación, y que suma bastantes puntos a la valoración final del juego.
Y a la hora de comentar el apartado técnico, lo primero que llama la atención es su ágil tasa de imágenes por segundo, manteniendo unos estables 60 FPS en todo momento. Como siempre digo, todo título que se precie de transmitirnos sensación de movimiento y velocidad se ve harto beneficiado al disponer de dicha frecuencia de imágenes, y H.A.W.X. no es una excepción. Bien es verdad que esto se consigue a cambio de ofrecer unos escenarios que poseen texturas bastante normalitas en general, conformando un buen aspecto cuando estamos alejados del suelo y empeorando conforme nos acerquemos a tierra.
Al menos, el detalle de las aeronaves es más que decente, aunque el nivel vuelve a bajar (y mucho) cuando aparecen en pantalla los personajes que toman parte en el juego para darnos órdenes o comentar la jugada; ¡vaya si son ortopédicos! Esto no afecta a la jugabilidad, lógicamente, pero la verdad que cantan un rato. En cuanto al sonido, las fanfarrias que suenan a lo largo del juego van en consonancia con lo que solemos escuchar en un título que incluya a Clancy en su título, mientras que el doblaje y los efectos de sonido cumplen su cometido sin más.
Conclusión
Tom Clancy’s H.A.W.X., a través de su planteamiento arcade, consigue acercar un género ciertamente minoritario a un mayor arco de público; un apartado técnico bastante atractivo, sus posibilidades multijugador -mejor las cooperativas que las competitivas- y los aprietos en los que nos pondrán sus misiones conforman un título duradero, entretenido y sin errores de bulto que reseñar (aparte, claro está, del efecto Teleñeco de sus personajes).