La nueva aventura de Ryu Hayabusa se ha ganado multitud de calificativos desde su lanzamiento, pero yo me voy a inventar un combo de palabras para definirlo: creatividad sangrienta. Aunque suene fuerte y contundente, es el concepto que mejor define lo más destacable de este DVD para Xbox 360. Y es que resulta impresionante comprobar la multitud de variantes que ofrece el combate de Ninja Gaiden 2.
En este combate intervienen varios factores. Por ejemplo, el amplio abanico de armas que tendremos a nuestra disposición durante el desarrollo del juego. Desde la fiel espada ninja hasta la vara lunar, pasando por la implacable guadaña o el arco para atacar a distancia, cada componente del arsenal de Ryu cambiará por completo nuestra forma de afrontar el combate.
Esto nos lleva a otro factor implícito: gran cantidad de movimientos y combos, diferentes según el arma que escojamos en cada momento. Nos llevará un buen tiempo aprender todas las técnicas disponibles, algo que enriquecerá las horas de juego que nos lleve completar los catorce niveles de que consta el modo historia. Por si resultasen pocos movimientos, los ‘ninpos‘ o magias complementarán nuestro particular arte de la guerra.
El resto de factores atienden a la inteligencia artificial enemiga y a la física de los golpes e impactos. Respecto al primero, decir que nos enfrentaremos a los contrincantes más jodidos de la historia en un beat’em-up, aunque queden por debajo de la maldad del primer Ninja Gaiden para Xbox. Por último, el factor física da como resultado un estremecedor espectáculo de desmembramientos que deja en pañales incluso a los desgarradores golpes de Kratos en God of War.
Y todo esto unido se convierte en la referencia más importante del título que hoy analizo. Al fin y al cabo, y como ya os he comentado, la metodología lúdica de Ninja Gaiden 2 no es más que la inteligente y lógica evolución de lo que un día disfrutamos con Double Dragon, Renegade o Final Fight. Y aunque se vea aderezado de ocasionales recogida y uso de objetos, evolución de armas y utilización de items, la esencia del combate es la que impregna cada píxel generado por el juego. Un combate que, hoy por hoy, no tiene rival alguno en términos de variedad, jugabilidad y reto hacia el jugador.
Tecnología Ninja
El aspecto gráfico de Ninja Gaiden 2 tiene su mayor hándicap en que resulta demasiado similar a su predecesor, seguramente el mayor espectáculo que pudimos ver en Xbox. Los puntos fuertes los encontramos en su fluidez, justa y necesaria, y cimentada en unos sólidos sesenta frames por segundo. Además, las animaciones de todos y cada uno de los personajes que intervienen en la danza mortal que se representa con cada combate no presentan ningún tipo de fisuras, encadenando movimientos con total naturalidad.
El diseño artístico respecto a los escenarios alterna momentos brillantes con otros donde la inspiración baja bastantes enteros, y las texturas de los modelos simplemente cumplen, sin llegar a sorprender en ningún momento.
La cámara llega a confundirnos en más de una ocasión, lo cual requerirá de nosotros la máxima atención para voltearla en cada momento, de forma que nos ofrezca la mejor visión posible. Por su parte, el resultado conseguido en términos sonoros es intachable, con una perfecta mezcla entre melodías de corte oriental y una amalgama estremecedora donde caben todo tipo de cortes, impactos y ostias en general.
Conclusión
Puede que Ninja Gaiden 2 ofrezca una evolución bastante corta a varios niveles, sobre todo en el gráfico. Es posible que la cámara nos de más de un quebradero de cabeza, que su guión no vaya a ganar ningún Oscar y que echemos en falta que se implementara algún modo online que ofrezca más que enviar nuestro High Score a la red. Sin embargo, es indudable que el último producto del combo Itagaki + Team Ninja es, a día de hoy, la mejor experiencia posible en su género. La espada ninja continúa siendo la más afilada.