Para cerrar los diez juegos que he seleccionado de entre la maraña de recuerdos y sensaciones escondidas en aquellos años en los conocer el funcionamiento de FORMAT era el pan de cada día, y la coletilla /Q imprimía un acelerón digno de alabar al proceso de formateado, comenzaré reseñando cierta aplicación que, hoy día, nos puede hacer un tremendo favor si queremos volver a probar una aplicación diseñada para MS-DOS.
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