Retrovisión: Black Beard, Topo Soft (1988)

Black Beard Topo Soft

Barbarroja y Barbanegra tenían muchas cosas en común. Ambos reconocidos filibusteros, cazadores insaciables de tesoros y regocijantes catadores de ron, quedaron una noche para contarse sus batallitas en torno a unos suculentos barriles provistos de bebidas espirituosas. No contaba Barbanegra con que su colega le engañara, dejándole que se emborrachara para robarle el mapa del tesoro y poner a toda la tripulación de su imponente navío en su contra. Recuperado de la brutal resaca que le propinó aquel ron de baja estofa, Barbanegra comprendió que había llegado la hora de ajustar cuentas y realizar un peligroso abordaje… a su propio barco.

Carlos Arias realizó para Topo Soft este juego, el cual, como mandaban los cánones en Topo, salió al mercado de forma simultánea con otros dos. La producción en la compañía de Gabriel Nieto era altamente fructífera, aunque la calidad se resintiera en más de una ocasión. Sin embargo, Black Beard era un juego aprovechable, con un par de ideas muy interesantes que fueron llevadas a la práctica sobre tres sistemas distintos, algunos con más suerte que en otros.

De hecho, comenzaré hablando de la versión que mi abuelo me regalase en su día, a la postre, la más decepcionante. El juego cargaba en nuestros MSX de forma absolutamente monocroma, ofreciendo un conjunto visual bañado de un triste blanco y negro, algo que se tornaba en dolor a la hora de catar la jugabilidad del título, puesto que nos costaba en más de una ocasión el distinguir los personajes de los propios elementos del escenario.

Black Beard Topo Soft MSX

Sabemos que las versiones que se realizaban para MSX en nuestro país solían dejar bastante que desear, siendo una copia exacta de la que podían disfrutar los usuarios de Spectrum. En este caso no fue así: era mucho peor. En Spectrum se combinaban varios colores de forma que se distinguían perfectamente los sprites dibujados en pantalla, algo esencial, ya que el barco pirata H.M.S. Victory se había representado con múltiples detalles. Por último, la versión de Amstrad CPC ofrecía un colorido excepcional, aunque también ganaba en brusquedad en el desplazamiento de pantalla.

El juego nos proponía un peligroso periplo por nuestro barco a través de un amplio mapeado desde perspectiva cenital; la mecánica jugable nos obligaba a deshacernos de los maleantes que campan a sus anchas por los cuatro niveles del barco; de hecho, el objetivo final es abrir el último cofre, el cual encierra el ansiado mapa, y dicho cofre no se abrirá hasta que acabemos con todos los enemigos. Además de lanzar cuchillos (de manera infinita) y disparar con pistola mientras tengamos munición, será esencial explorar el navío al completo, de modo que no dejemos un solo cofre sin abrir.

Black Beard Topo Soft Spectrum

Dicho componente de exploración nos tendrá entretenidos un buen tiempo, propiciando que, tarde o temprano, localicemos la antorcha, con la que podremos disparar cierto cañón que destruirá el acceso al barco y hará que el número de enemigos sea limitado. En el desarrollo del juego se tuvieron en cuenta los planos reales del Victory, perteneciente a la Real Armada Inglesa.

El juego tenía detalles bastante buenos; por ejemplo, la disposición en capas del barco hacía que tuviéramos que desplazarnos mediante escaleras entre un plano y otro, a la par que motivaba que nos pegáramos unos buenos sustos a la hora de caminar por cierto tipo de suelo, ya que era muy común que se desplomara de repente y nuestros huesos se estrellaran contra el suelo de las bodegas.

Otro de los detalles que no olvidamos los que probamos el juego en su día radicaba en las botellas de ron repartidas por todo el mapeado. Compañía indispensable de cualquier pirata que se precie, su consumo era vital para recuperar la stamina, pero se convertían en arma de doble filo: algunas causaban que cayéramos en una crisis etílica capaz de hacernos perder el control del personaje durante unos preciados segundos.

Corsarios Azpiri

Respecto a la ilustración de portada, un trabajo muy notable a cargo de Alfonso Azpiri, el cual repetiría temática para la ilustración de Corsarios de Opera Soft un año más tarde; dicho trabajo, por cierto, era bastante superior al de Black Beard en mi opinión.

Black Beard recabó muy buenas notas en la crítica especializada de nuestro país, aunque eso no es ninguna novedad. Es un buen juego, pero con detalles muy mejorables. Por ejemplo, el sonido brillaba por su ausencia, aunque contábamos con la melodía de Gominolas en el menú principal. El mayor defecto lo encontrábamos en la brusquedad del scroll y en la desaprochada versión de MSX, previamente comentada.

Quizá el dato más curioso del artículo venga de las frías estepas rusas. Hace poco descubrí, a través de los juegos cargados en mi Bartop, que existe una ROM llamada Czernyj Korabl, que no es más que la versión de Spectrum de Black Beard corriendo en la placa arcade, como si de un extraño emulador de la máquina de Clive Sinclair se tratase. Extraño a más no poder… de seguro que Carlos Arias, quien programó Black Beard en el 88, desconoce totalmente que existe un Barbanegra comunista…

Publicado por

Pedja

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2 thoughts on “Retrovisión: Black Beard, Topo Soft (1988)”

  1. De este juego solo puedo decir que tuve en su día la demo que venía con la microhobby y tras probarlo un par de veces lo dejé, pues no terminó de engancharme.

  2. Que cantidad de cosas se ha perdido mi temprana edad… Por cierto Gracias por el dato de Alfonso Azpiri, por q la verdad q a medida q iba bajando el post, despues de lo de «crisis etilica» he visto la ilustracion y al gustarme bastante pense: «coño de quien sera…» a lo q has contestado perfectamente a mi duda existencial momentanea…
    Gracias tio, aunque no haya podido jugarlo ya tengo mas informacion videojueguil «pa la saca»

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