Tiene mérito que el simulador de ciclismo de Cyanide siga dando que hablar, año tras año. Porque resulta curioso que Pro Cycling Manager se vista con el maillot amarillo año tras año en su género, por el simple hecho de que no hay ningún competidor que ose siquiera plantarle cara. De este modo, uno podría pensar que la saga se acomoda, segura de que los amantes del ciclismo van a apostar por su juego porque, sencillamente, no hay ningún otro que poder elegir.
De todos modos, en la presente entrega anual sí que vamos a poder disfrutar con una mejora exponencial en lo que se refiere al apartado gráfico. Los fieras de los programas de mánager sabrán por activa y por pasiva que los gráficos son algo secundario en este tipo de juegos, pero está claro que a nadie le amarga un dulce, y uno se siente mucho más realizado al ver a los ciclistas subir el Tourmalet con todo lujo de detalles o recorrer las calles españolas siendo medianamente reconocibles, y por otro lado, lograr olvidar la sensación de visualizar corredores clonados uno de otro y a un enfervorizado público tristemente bidimensional.
Por ello, el engine Gamebryo, que tan bien resultó en juegos de rol de éxito como Fallout 3, hace que los corredores y los escenarios luzcan mejor que nunca, siempre gobernados por el sistema de cámaras, calcado prácticamente al de cualquier retransmisión televisiva. A destacar el excelente uso de la iluminación y efectos climáticos, permitiendo representar momentos épicos como el verdadero infierno que supone completar una etapa de montaña lluviosa con el viento soplando amenazante en la solitaria meta volante.
En el debe, que los ciclistas a veces parezcan que van sobre raíles, o que se superpongan demasiado unos a otros. Eso sí, deberemos tener un equipo medianamente potente para hacer frente al detalle máximo, peaje a pagar para disfrutarlo en condiciones. Por supuesto, en el audio sigue amenizando las carreras el inefable Carlos de Andrés, con un trabajo francamente profesional, aunque quizás le haga falta una buena renovación en su abanico de comentarios. Y por cierto, para la próxima a ver si las melodías del menú se hacen un poco más llevaderas que en esta ocasión…
El modo mánager (Carrera) sigue siendo tan completo y abrumador como siempre, con la posibilidad de rebuscar entre las jóvenes promesas para incorporarlas a uno de los 65 equipos oficiales y hacer de ellas un Contador en ciernes. Por otro lado, siempre podemos optar por el nuevo modo Temporada, donde es posible ‘capar’ algunas opciones para que se gestionen de modo automático, tales como el mantenimiento de nuestro equipo, salarios, etc… y centrarnos en el planteamiento de cada etapa que compondrán las vueltas a las que nos apuntemos.
La representación de dichas etapas sigue siendo brillante, permitiéndonos controlar la táctica del equipo en todo momento, ajustando a los gregarios, proponiendo escapadas, luchando por el maillot de la montaña o preparando el sprint final, en el que disfrutaremos de unas espectaculares repeticiones a lo ‘foto-finish’, para que quede claro quien se lleva el gato al agua. La interfaz sigue siendo tan completa como farragosa, aunque podrá ser dominada a cambio de muchas horas de práctica y dedicación.
El modo multijugador online permite que participen hasta veinte jugadores, con los cuales podremos disputar larguísimas Temporadas, ideal para los jugadores a los que no les importa echar horas y horas para lograr la gestión perfecta de su equipo y humillar a sus contrincantes cuando éstos lleguen descolgados del pelotón a veinte minutos del ganador. Por último, cabe destacar el potente editor de etapas, con el que podremos recrear auténticos retos en los que hasta el recordado Pantani sufriría para alzar los brazos al llegar a la cima. Sorprendente y destacable la opción de importar trazados reales en formato GPX y KML.
Conclusión
Pro Cycling Manager 2010, a pesar de tenerse a sí mismo como único rival y contrincante, sigue evolucionando su ya notable mánager de ciclismo. La personalización en los modos de juego, en los que podremos escoger el grado de gestión que manejaremos sobre nuestro equipo, o el necesario empujón que se le ha pegado al apartado gráfico son sus dos puntas de lanza para convertirse, un año más, en el ganador absoluto de las tres grandes vueltas. ¿Se animará alguien a hacerle frente para el año que viene?