Como si de una nueva aventura del doctor Jones se tratase, y para celebrar el estreno de Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, me gustaría repasar una por una todas aquellas incursiones realizadas en el mundo del videojuego por el arqueólogo más famoso de la historia, aquel que a través de una de las mejores trilogías del mundo del celuloide redefiniera por completo el género del cine de aventuras, bajo la batuta de dos genios (Lucas y Spielberg) y encarnado por un actor que puede presumir de haber dado vida a tres auténticos iconos cinematográficos: Han Solo, Blade ‘Deckard’ Runner y Henry Jones, o simplemente, Indy. Cuidado con las serpientes.
Raiders of the Lost Ark (1982, Atari 2600)
El primer videojuego conocido de Indiana Jones fue producido para la consola más famosa de principios de los ochenta. La Atari 2600 acogió una aventura de acción que llevaba a nuestro héroe por los barrios más peligrosos de El Cairo, plagados de enemigos y con serpientes venenosas a go-go. Que no os engañe el aspecto gráfico, demasiado parecido al temible E.T. para la misma consola.
Este Raiders of the Lost Ark implementó algo tan novedoso como el uso de dos joysticks para jugar, uno para controlar al personaje y usar objetos, y el segundo mando para moverse por el inventario y seleccionar ítem. Ingenioso al máximo, aunque me cuesta imaginarme manejando ambos mandos a la vez.
Indiana Jones in the Lost Kingdom (1984, Commodore 64)
El primero de los juegos con guión ‘original’ salió exclusivamente para Commodore 64, y abanderaba el siguiente lema: «Nadie explicó las reglas a Indiana Jones. Nadie te las explicará a tí«.
Este bizarro punto de partida da paso a un juego realizado por Mindscape, el cual únicamente muestra seis tipos de niveles estáticos, cada uno con sus trampas y objetos, y sin apenas pistas para resolver los enigmas que encierran. Una rareza.
Indiana Jones in Revenge of the Ancients (1987, Commodore 64, Apple II)
Estamos ante la única aventura conversacional de la saga; el juego, programado por Angelsoft, nos embarcaba en una trama paralela a la que se puede ver en la segunda película de la trilogía. Nos acompañarán personajes que responderán a nuestras acciones y conversaciones, todo en inglés puro y duro, claro está.
El juego nos propone una serie de acertijos y puzzles a resolver por Indy en una serie de turnos limitados, algo que elevaba la dificultad en grado sumo; naturalmente, no faltarán a la cita las criaturas más odiadas por el profesor: las serpientes y los murciélagos. Aunque, eso sí, te hará falta un poco de imaginación para verlas, ya que la aventura sólo ofrece descripciones textuales; a la vieja usanza, vamos.
Indiana Jones and the Temple of Doom (1987, Ordenadores 8 / 16 bits)
El siguiente paso en la trilogía nos llevó al Templo Maldito; la conversión para ordenadores domésticos de 8 y 16 bits la distribuyó U.S. Gold, y según la versión tuvo varias compañías a los mandos de la programación y conversión de código, como Paragon en el caso de Amstrad CPC.
Precisamente fue esta última versión la que jugué en su día; su mecánica nos llevaba a rescatar a los niños cautivos por los extraños brujos en un juego demasiado simple, mientras usábamos el látigo para deshacernos de los viles captores. Algunas escenas como la persecución por las vías del tren dentro de las minas estaban presentes en el juego.
Indiana Jones y la Última Cruzada – Action (1989, Sistemas 8 / 16 bits)
La joya de la corona que completaba la trilogía, con Sean Connery en un duelo genial por el protagonismo con Harrison Ford, fue llevada al terreno del videojuego en dos encarnaciones diferentes. La primera fue el llamado «Action game«, que nos llevaba a través de varias fases de scroll lateral en pos de conseguir preciados objetos, desde la Cruz del Coronado hasta el mismísimo Santo Grial, pasando por fases tan curiosas como la famosa escena introductoria donde Indy joven (River Phoenix) escapaba pasando por el tren de un circo ambulante.
Como nota curiosa, en las fases donde el juego transcurría en entornos subterráneos, disponíamos de una antorcha que se iba agotando, algo que cambiaba la paleta de colores utilizada en el juego, simulando un decrecimiento de la iluminación. Llevaba el sello de Lucasfilm games, distribuido por US Gold y programado en su mayoría de versiones por Tiertex.
Indiana Jones y la Última Cruzada – Aventura (1989, Amiga, Atari, PC)
La otra rama de la bifurcación en que se convirtió esta cruzada digital pegó de lleno en el mundo de las aventuras gráficas. Lucasfilm utilizó el mismo motor de juego que sirvió de base a Maniac Mansion, el SCUMM, posteriormente utilizado en una gran cantidad de míticas aventuras gráficas.
Así, teníamos a nuestra disposición una buena cantidad de órdenes que dar a Indy, las cuales se agolpaban en la parte inferior de la interfaz gráfica. La gran diferencia con otras aventuras fue la introducción de ciertas escenas de acción donde nuestro personaje podía morir en el intento. Aventura difícil donde las haya, por cierto.
Indiana Jones and the Fate of Atlantis (1992, Amiga, Mac, PC)
Si La Última Cruzada resultó ser un notable juego, el que ahora nos ocupa llegó a ser considerado como una de las mejores aventuras de todos los tiempos. Más aún, muchos siguen reteniendo en su memoria a Fate of Atlantis como la verdadera Indy IV. No en vano, el argumento que se relata en este juego no pertenece a ninguna película, pero comparte con la trilogía cinematográfica la calidad del guión y el carisma de sus personajes.
Como aventura, Fate of Atlantis volvía a introducir el elemento de acción que podía hacer caer a nuestro héroe; basándose en una remozada versión de SCUMM, LucasArts quiso dar un paso más allá en el género, ofreciendo al jugador en la parte central de la trama tres alternativas diferentes de juego. Dependiendo del camino escogido, los puzzles eran más o menos complejos, aumentando su dificultad de forma inversamente proporcional a las escenas de acción. El tercer camino nos daba la posibilidad de jugar de forma cooperativa con Sophia, la acompañante de Indy en esta ocasión.
Aunque nunca fue doblado al castellano -nos tuvimos que conformar con la versión en CD y el conjunto de voces en inglés-, sólo contemplar la excepcional portada, realizada por Drew Struzan, autor de las ilustraciones de la saga Regreso al Futuro, ya merecía la pena poseer este auténtico clásico. En un hipotético ránking, esta búsqueda en pos de descubrir el secreto de la Atlántida alcanzaría merecidamente el primer puesto.
Indiana Jones ‘ Greatest Adventures (1994, Super Nintendo)
Otra joya de la presente lista, en esta ocasión, realizada exclusivamente para el Cerebro de la Bestia. La idea, a priori, ya tenía visos de convertirse en todo un éxito: agrupar en forma de niveles los momentos más recordados de la saga cinematográfica. Utilizando el engine gráfico que tanto reconocimiento cosechara con la trilogía de juegos de Star Wars para Super Nintendo, la acción de scroll lateral y las fases de conducción se repartían a partes iguales.
No faltarían las típicas escenas de la roca gigante intentando aplastar a Indy, o aquellas en las que conduciremos la vagoneta a través de las minas del Templo Maldito. El nivel técnico era sobresaliente, con melodías directamente versionadas de la BSO de John Williams. Como curiosidad, citar que el sprite de Indiana Jones fue prácticamente ripeado del de Han Solo en los mencionados juegos de Super Star Wars para la 16 bit de Nintendo.
Indiana Jones and the Infernal Machine (1999, PC, Nintendo 64)
Tras el arrollador éxito conseguido por Lara Croft, deudora de las aventuras de Indiana Jones, la búsqueda de la Máquina Infernal fue el primer intento por trasladar a las tres dimensiones al hombre del sombrero. Con un aspecto gráfico algo desfasado para la época, y un sistema de control absolutamente penoso, el juego pasó sin pena ni gloria, siendo también portado a Nintendo 64.
Curiosamente, para el reparto de esta nueva entrega, se «contó» con la compañera de Indy en The Fate of Atlantis, Sophie, intentando otorgar continuidad a la historia de alguna manera. Algo similar, en términos de continuismo, ocurre con la siguiente entrega que paso a comentaros.
Indiana Jones y la Tumba del Emperador (2003, Mac, Xbox, PC, PS2)
Regreso a los entornos tridimensionales, en un juego de acción y plataformas que esta vez sí logró rayar a un nivel digno del nombre del mítico explorador. Como antes os comenté, la aventura narrada aquí se construyó de forma que su final coincidiera directamente con lo que sería el comienzo del film Indiana Jones y el Templo Maldito, otorgando un poco más de coherencia a la saga de videojuegos.
Dándole más importancia al combate que a las escenas estilo ‘Tomb Raider‘, mejorando el apartado técnico y subsanando todos los fallos que nos encontramos en el anterior juego, este programa de The Collective ostenta la vitola de ser el último de esta particular saga, aunque como veremos más tarde, dicho título le durará poco tiempo.
Indiana Jones y el legado arqueológico
Las películas de Lucas y Spielberg no sólo han deparado todos los juegos que hemos repasado hoy; su legado abarca mucho más, y los dos ejemplos más claros tienen como protagonista a Core Design. La desarrolladora homenajeó con Rick Dangerous a Indy, en un juegazo que tenía como héroe principal a un achaparrado explorador con sombrero.
Pero su gran logro, el exitazo de Tomb Raider, es posiblemente el que más deba a la trilogía de películas, comprobándose claramente su gran influencia tanto en la temática como en el carácter del personaje de Lara Croft. Curiosamente, esta heroína siguió el camino inverso al de Indy, saltando del videojuego al celuloide, aunque con resultados bastante diferentes a los cosechados por el arqueólogo.
Sólo el penitente pasará… El futuro de Indy
Aunque no se haya anunciado ningún videojuego oficial basado en la cuarta película de Indy -aparte del correspondiente juego para móviles de THQ– , sí que es verdad que lo que se nos avecina parece ser de lo más prometedor. Para empezar, este verano podremos disfrutar de la adaptación de las pelis a formato LEGO, de manera similar a cómo ocurrió con Star Wars. Cachondeo asegurado y prometedor a más no poder.
Por otro lado, la promesa de LucasArts de crear el juego con -y copio literalmente de sus declaraciones- las animaciones y reacciones más cercanas a la realidad que nunca se hayan visto en un videojuego. ¿Que cómo se hace eso? Pues está por ver, pero lo que es seguro es que el motor Euphoria llevará las riendas del juego, un engine que ya ha empezado a pegar fuerte en el reciente GTA IV. Por desgracia, poco más se sabe del título.
En definitiva, dos juegos que continuarán esta larga saga, y que con toda seguridad no serán los últimos que podamos probar. Hasta aquí las aventuras y desventuras del Doctor Jones, todo un filón en el que la compañía de Lucas encontró el verdadero Santo Grial.