X-Men (Konami, arcade de 1992)

XMEN Konami Arcade

Durante la era dorada de los salones recreativos, Konami realizó no pocas contribuciones en el campo de los beat’em-ups, rivalizando duramente en dicho ámbito con Capcom. Ejemplos hay a puñados. Llegabas en navidades de 1989 a tu salón favorito y podías elegir entre pegar tortas con las tortugas ninja en Teenage Mutant Ninja Turtles (Konami) o con el alcalde de Metro City en Final Fight (Capcom). O dos años más tarde, cuando la duda era escoger a la familia más famosa de Springfield en The Simpsons (Konami) o sumergirte en el mundo fantástico de espada y brujería de King of Dragons (Capcom). Una batalla encarnizada de cuyo resultado salía un ganador muy destacado: el propio jugador.

Si fijamos la vista en la producción de Konami del año 1992, encontraremos X-Men, un título que comparte un factor en común con los otros dos títulos que previamente mencioné de la compañía de la pequeña ola; si en Teenage Mutant Ninja Turtles y The Simpsons se utilizaba la licencia de una serie de animación, en X-Men se aprovechó una famosa franquicia de cómics de Marvel, a la postre, una de las más prolíficas en lo que a títulos aparecidos se refiere durante la dilatada historia del videojuego, franquicia que por cierto ha logrado tal grado de éxito que incluso hasta las plataformas de juegos de apuestas en línea han modificado su apariencia de tal manera que puedan atraer más jugadores.

XMEN Konami Arcade

Nada más asomar la cabeza por los salones recreativos, X-Men llamó rápidamente la atención. No fue por poner en liza a ejemplares de superhéroe tan carismáticos como Lobezno, Coloso, Dazzler, Cíclope, Tormenta o Rondador Nocturno, sino por la capacidad de hacerlo de forma simultánea. En efecto, seis era el número de jugadores tope que podían participar a la vez en este “yo contra el barrio”. Pocas veces había tenido tanta compañía ese “yo”. Resulta inexcusable destacar tal característica, puesto que de no ser por dicho detalle, X-Men habría pasado sin pena ni gloria, máxime sabiendo de la brutal competencia con la que tenía que lidiar.

El mapeado de control era el acostumbrado: un botón para saltar, otro para golpear y un tercero asignado al golpe especial potente, el cual nos drenará energía a cambio de poder acabar con unos cuantos enemigos de un plumazo. Evidentemente, el clásico golpe especial se aprovecha en esta ocasión para implementar un movimiento característico del personaje de turno, como el tornado de Tormenta o el optic blast de Cíclope.

X-Men adolecía de cosas. Es difícil concretar dichas cosas, pero cualquiera que haya jugado con las Tortugas ninja, con los Simpsons o incluso con los polis duros de Crime Fighters, notará que el arcade protagonizado por los hombres del Profesor Xavier quedó desangelado. Se nota en los escenarios, demasiado genéricos y carentes de elementos interactivos que utilizar y obstáculos que esquivar. También se nota en los innumerables clones de Centinelas que, aunque parezca una tontería, se antojan más sosos que los soldados del Clan del Pie o los ciudadanos beligerantes de Springfield. Daba la sensación de que una franquicia tan rica como la de Marvel daba para mucho más y no fue aprovechada todo lo que podría haber sido.

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X-Men no tuvo ningún tipo de conversión a soporte doméstico hasta el año 2010, en el que la desarrolladora Backbone portó el juego para los soportes Xbox 360 y PS3 a través de sus plataformas digitales. Por desgracia, como ha pasado con otros títulos de esta índole, en 2014 expiró el acuerdo de licencia haciendo imposible que, a día de hoy, dicho título pueda descargarse mediante tales plataformas.

Publicado por

Pedja

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