Desde el mismo momento en el que pude hacerme con la copia de GTA V para Xbox 360, y al igual que decenas de miles de compradores en todo el mundo, me resultó del todo imposible quedar indiferente ante la fórmula multipersonaje que había adoptado Rockstar en esta quinta entrega, dotando de un dinamismo inusitado a la trama, la cual se desenvuelve con agilidad a través de un ritmo in crescendo que alcanza su punto álgido en el instante en el que confluyen Michael, Franklin y Trevor interactuando entre ellos. Sin embargo, cierto regusto agridulce quedaba en el paladar cuando aquella tarde de Septiembre de 2013 uno comprobaba que la vieja 360 resoplaba al intentar mantener el exigente ritmo de los gráficos diseñados por el equipo británico. Es cierto que poco más se le podía pedir -y valga esta afirmación de manera indistinta para Xbox 360 como para Playstation 3– a este sistema, pero uno dejaba llevar su imaginación hacia los límites que los desarrolladores habrían alcanzado de disponer de más potencia entre sus manos.
Sería poco más de un año después del primer lanzamiento de GTA V cuando la saga -creada en 1997 por Dave Jones en DMA Design– se estrenó en la nueva generación. Tanto Xbox One como Playstation 4 acogieron con los brazos abiertos esta remozada versión del sandbox. Para la ocasión, Rockstar North realizó una serie de mejoras eminentemente gráficas, ya que el núcleo de la jugabilidad permaneció prácticamente inalterado. Resoluciones de 1080p, efectos de partículas, mayor distancia de visionado, texturas más curradas y un curioso modo en primera persona -y recalco lo de curioso ya que, al menos en mi opinión, la valoración de su puesta en práctica no pasa de ahí- serían las nuevas features incluidas en un título que se convirtió en uno de los más buscados para regalar en la campaña de navidad.
De hecho, si uno quería regalar un videojuego de Xbox One o de PS4, GTA V era una opción firme tanto por sus méritos como por la escasez de títulos que compitieran con él en el exiguo catálogo de nueva generación. Con todo, el aspecto negativo de esta versión recayó en las eternas instalaciones que requería el juego, en especial si se adquiría de forma digital. Al tener su propio interfaz de instalación, recuerdo perfectamente tener que dejar mi Playstation 4 encendida durante una noche entera para que se descargase e instalase el juego al completo. Sin duda, este tipo de trámites representa uno de los hándicaps más grandes de las nuevas videoconsolas.
Hace unos días, a mediados de abril, GTA V llegó a su encarnación final, haciendo felices a los usuarios de PC. Dicha comunidad ha recibido el premio de poder arrancar esta bestia jugable a una resolución de 4K. Viendo el juego en movimiento, puede comprobarse a las primeras de cambio el evidente salto gráfico que ha pegado el juego desde la versión de 360/PS3, aunque también es cierto que no deja de ser una especie de remasterización, y que a pesar de la cosmética aplicada a las texturas, estamos ante un lavado de cara, aunque hay que reconocer que es un lavado de los que te espabilan en condiciones por las mañanas. Aparte, Rockstar ha añadido una nueva emisora de radio, aunque personalmente me sigo quedando con la magnífica banda sonora de ambiente creada por el veterano grupo de música electrónica Tangerine Dream.
Aquellos que adquieran el título para STEAM tendrán que descargar más de 65 Gb, una barbaridad que, dicen las malas lenguas, espantará a los que opten por adquirir la versión etiquetada con la bandera negra, la calavera y las tibias cruzadas. No obstante, los piratas no podrán jugar al modo online de este GTA V para PC, y se trata de una modalidad que ha crecido muchísimo desde que debutara en 2013 con múltiples errores de conexión. En la actualidad, todo va como la seda, permitiendo a los jugadores reunirse para ejecutar diversos atracos a resolver de manera cooperativa. Un broche de oro excelente que cierra la refinación de un título prácticamente redondo.