David López Guaita se presentó en las oficinas de Topo Soft en calidad de freelance y con un matamarcianos bajo el brazo. No era un juego cualquiera, no; de hecho, parece ser que fue un programa codiciado por otras compañías de software español de la época, pero que acabó siendo lanzado con una imponente ilustración de Alfonso Azpiri y bajo el sello de Topo Soft. Un sello, por cierto, cuyo logo se modificaría para el lanzamiento de Mad Mix Game, Black Beard y el propio Silent Shadow. Su diseño futurista fue desechado posteriormente, siendo remodelado de nuevo.
Como comentaba, David -quien años más tarde realizaría Soviet, otro shoot’em-up en el que manejábamos a un tanque, siendo lanzado bajo el sello de Opera Soft en esta ocasión- había desarrollado un juego que destacaba por la multitud de detalles técnicos que destilaba. El scroll de desplazamiento vertical era tremendamente suave, mientras que la posibilidad de desplazarnos, a su vez, sobre el eje horizontal, nos obligaba a cubrir un área enorme de juego y resultaba bastante novedoso dentro de este manido género.
Otra de las particularidades de Silent Shadow de Topo Soft residía en la velocidad de navegación de nuestro caza silencioso; cuanto más nos despeguemos de la parte inferior de la pantalla, más rápido volaremos, y no se trata de un detalle baladí ni mucho menos. Nuestra misión no es otra que escoltar a un gigantesco bombardero, el cual hace las veces de nave nodriza con nuestra aeronave. Este mostrenco volador nos seguirá en todo momento, echándonos el aliento en la nuca.
De hecho, la distancia a la que se encuentra de nosotros se puede comprobar a través de un indicador a la izquierda de la pantalla de juego. Esto se debe a su gran relevancia, ya que si dicha distancia se hace demasiado grande, perderemos contacto con el bombardero, mientras que si vamos demasiado lentos, es muy posible que la nodriza sea nuestra inesperada ejecutora; este elemento añadía bastante tensión a la acción típica de un matamarcianos de destruir todo lo que se mueva o parezca amenazador.
Como quiera que David tuvo a bien el introducir un modo para dos jugadores simultáneos, hay que tener en cuenta que la velocidad de scroll de desplazamiento la gobernaba el jugador que estuviera posicionado en cabeza; es decir, por mucho que el caza blanco se mantuviera rezagado, si el caza negro se adelantaba ambos pondrían tierra de por medio con el bombardero, haciendo que su propio contador de energía descendiera a marchas peligrosamente forzadas; menudas trifulcas generó esta inteligente decisión de diseño.
Según se puede leer en Computer Emuzone, la versión original del juego estaba programada para Spectrum. Dicha versión tenía un único defecto, heredado de lo monocromo de sus gráficos; al poseer escenarios tan cargados, con edificios, parabólicas y torretas que destruir, y mezclarse todo ello con las naves protagonistas y sus némesis voladoras, todo conformaba una auténtica ensalada de sprites que en muchas ocasiones podían llevarnos a confusión.
Se realizaron el resto de versiones con posterioridad a la original. La versión de MSX era prácticamente calcada a la del ordenador de Sinclair, exceptuando el toque de color en los marcadores. Según los créditos que aparecen en el propio juego, fue también desarrollada por David López, mientras que las de Amstrad y Commodore 64 se desmarcaron un poco más. La de CPC, a cargo de Agustín Alcázar, paliaba un poco el problema de la confusión de sprites al tener mayor colorido. Además, trasteaba el chip de vídeo del ordenador para implementar el scroll del juego.
Por su parte, en Commodore 64 teníamos un programa cuya apariencia era muy distinta a lo que hemos comentado hasta ahora, con naves cuyo scroll de desplazamiento era horizontal, y con sprites mucho menos detallados pero más coloristas, siempre dentro de la pálida paleta del C64, tan característica. No era nada común encontrarnos versiones de programas españoles para este sistema. De hecho, el programador de esta versión (Jesús Medina) estuvo un par de años en nómina realizando versiones de juegos como Drazen Petrovic Basket o Metropolis, hasta que Topo decidió en 1990 no realizar más juegos para el ordenador de Commodore.
Un juego que me encanta la portada, me encantan los gráficos, el avion, el género, pero que en C64 las veces que lo he probado no me ha resultado muy jugable. Tengo que darle otro vistazo.
Por cierto, en CommodorePlus tenemos lista para publicar una entrevista a Johnny, el grafista de la versión de C64, entre otros.
El día que desempolvé los juegos de MSX en busca de títulos para buscar alguna rom este fue uno de los que más tarde busqué; al poner el juego me di cuenta que no me acordaba de absolutamente nada de él. Jugué no mucho y me mataron rápido, no recordaba nada de aquello.
Hoy al leer esto si que me acuerdo de lo del bombardero que estaba por arrollarte.
Creo que este no fue de mis favoritos de aquella época, tampoco sabría decir si era malo o normalito, o si solo me lo parecía a mi por entonces.
Josepzin estaré atento para ver la entrevista al grafista. Cm_Blast, había que darle varios tientos al juego para cogerle el truco, pero merece la pena.
me encantaron los graficos jeje
Recuerdo la primera vez que lo jugué en Spectrum, era impresionante ver la calidad de los gráficos, esa sombra bajo el avión que también cambiaba con nuestro balanceo.
Un balanceo que también era toda una novedad, acostumbrados a ver naves que se deslizaban en el eje horizontal, ésta giraba como un avión de verdad.
Estaría bien ver algún remake con gráficos actualizados, se echan de menos este tipo de juegos para partidas rápidas.