Reticente me encontré ante la idea de sacar un nuevo God of War para Playstation 3, meses antes de que la nueva iteración de la máquina de Sony vea la luz. De hecho, la casuística es terriblemente familiar a lo que ha pasado recientemente con el magnífico Gears of War: Judgment, aunque, bien es verdad que en el caso de Xbox nadie ha dicho «esta boca es mía» al respecto de la próxima generación de Microsoft.
El caso es que los temores no tenían demasiado fundamento, ya que Ascension consigue refinar la fórmula mágica de cada titánica aventura de Kratos, añadiendo mecánicas tales como los «minijuegos» que funcionan de forma similar a los QTE pero sin indicadores de siguiente botón/movimiento a realizar, o las fastuosas perspectivas de cámara que, literalmente, fagocitan a Kratos para elevar el espectáculo visual a un nivel pocas veces contemplado en Playstation 3. Para rematar el review, os dejo aquí la opinión de mi compañero Spidey, al cual también le ha encantado volver a encender la PS3.
De la manera en la que solo SCE Santa Monica Studio sabe hacer, Kratos vuelve a PlayStation 3 a través de un brutal juego al que el calificativo de asombroso se le queda corto a las primeras de cambio. Sin concesión, esta historia de traición y venganza está repleta de momentos de acción al servicio de la pirotecnia mas efectista, con situaciones de esas que se clavan en la memoria e incitan a encender la consola solamente para que alucine un poco el amiguete que pasa por casa.
Sin aspavientos, Ascension no ahorra en términos de tiempo, y explota desde el primer minuto. El desarrollo de su modo historia no conoce el descanso, no entiende qué es eso de bajar el ritmo salvo en los momentos en los que algún puzzle (ingeniosos pero meramente testimoniales) hace acto de aparición. Los enemigos, ahora más numerosos y con un leve toque de distinción en cuanto a IA, rara vez dejan vacía la pantalla, y cuando parece que Kratos tiene la situación dominada, un gigantesco rival se tornará grande como la vida y llena la pantalla de maravillosidad. En ciertos momentos, la cámara tiene que retroceder tanto que nuestro protagonista apenas será perceptible, dando prioridad al espectáculo que conceden algunos de los más grandes enemigos que podrás ver en un videojuego.
Llama la atención el empeño de los diseñadores de este nuevo God of War de cara a hacer el combate mucho más completo y variado. En este sentido, y dejando de lado los combos y técnicas de nuestro berraco particular (atentos a las posibilidades de la barra de furia), se le ha otorgado a los enemigos un comportamiento que conviene memorizar si queremos sobrevivir más de la cuenta, con patrones de ataque y rutinas que hacen el juego mucho más divertido. El factor desafío existe, hasta el punto de que, lamentablemente, Sony ha confirmado un parche que bajará la dificultad de ciertas zonas. Si os gustan los retos pasad de instalarlo.
Por lo demás, God of War Ascension es ciertamente parecido a su más inmediato predecesor. De hecho, hay momentos en los que costará distinguirlo de God of War III, compartiendo muchísimos matices técnicos aún cuando todo el arte es cien por cien nuevo. Hay quien ya se ha quejado, pero ¿es lícito no ser permisivos en términos de originalidad cuando estamos hablando de uno de los pilares tecno-lúdicos de la consola? Ojalá vinieran más de vez en cuando títulos como este, divertidos y desafiantes a más no poder mientras que, de fondo, muestran un portentoso apartado audiovisual que ya quisiera para sí el grueso del catálogo de la generación actual.
Y es que, jugabilidad aparte -que a mi parecer en este sentido es la mejor entrega de la saga y con diferencia-, el nivel gráfico alcanzado por Santa Monica es digno de elogio, mostrando en nuestras pantallas un sensacional ejercicio de detallismo en el que se aglutinan las técnicas más punteras en lo que a tecnología visual se refiere. Texturas en alta definición, ausencia absoluta de dientes de sierra, partículas a tutiplén y una suavidad en los movimientos a todas luces asombrosa. En cuanto a los sonidos, siguen siendo tan contundentes como siempre, acompañados de la banda sonora dibujada por el gran Tyler Bates y completándose el conjunto con un correctísimo doblaje al castellano.
Cabe comentar que este God of War es el primer ejemplar de la serie en incluir opciones multijugador, tanto cooperativo como competitivo… tal vez en este sentido se justifique el que la campaña no sea demasiado larga. Teniendo como base el control de siempre, el truco está en saber mantener un equilibrio entre atacar y defender, dando como resultado una especie de piedra-papel-tijera de lo más movidito en el que un tipo ataque puede anular determinada defensa. Todo hay que decirlo, a pesar del estudiado equilibrio, puede parecer un batiburrillo de lo más caótico… pero divierte, la experiencia es satisfactoria y, lo mejor, está sujeta a futuribles mejoras.
Conclusión
Puede que queden pocas historias que contar de Kratos, y de hecho esta entrega no es un adalid de virtudes en este sentido. Pero os puedo asegurar que el argumento cae en un segundo plano cuando lo único que sentimos en nuestras manos es la furia del guerrero espartano, algo que notaremos incluso en los quick time events. Pocos juegos saben transmitir la ira y la violencia (porque violencia hay un rato en este título) de un tipo tan ávido de venganza que es capaz de dejar a Liam Neeson en ridículo… quizás Asura’s Wrath, ahora que caigo.
Pero es que se nota en la tensión muscular que es capaz de ocasionar el jugar una partida medianamente larga a esteAscension, algo que no termina de llegarme cuando me lío a espadazos o cadenazos en DmC, Ninja Gaiden 3 o Castlevania: Lord of Shadows. Por eso y por ser un videojuego redondo en términos de espectacularidad, God of War Ascension tiene un puesto privilegiado en esto del slash’em up que tanto nos gusta. Si eres usuario de PlayStation 3 y te va la marcha más visceral, este juego es poco menos que imprescindible.