Impresiones demo FIFA 13

Había ganas de echarle el guante a la edición de este año de FIFA. Resulta curioso pensar en la estrategia que siguieron en EA Sports este verano al lanzar el juego que conmemoraba la Eurocopa. Dicho programa no fue lanzado como un juego físico independiente, sino como una descarga que servía de expansión a FIFA 12. Y uno se preguntaba si esta forma de proceder podría extenderse a las sucesivas ediciones de FIFA, ya que en algunas entregas se le suele tildar de continuista, de ofrecer escasas novedades que no justifican la compra de un juego nuevo. Quizás ocurra de nuevo este año.

La demo lanzada hoy mismo para Xbox 360 y PC arroja bastante luz sobre lo que nos vamos a encontrar en el FIFA de la presente temporada. Evidentemente, siempre suele haber un salto de calidad entre lo que refleja esta demo previa y el producto final, pero por lo que he podido jugar, creo que estamos ante un año que ofrece pocos cambios de peso en el gameplay.

Ahora bien, esto no quiere decir que no los haya, porque los hay, y se notan; ojo, se notan si como yo te has jugado más de doscientos partidos a FIFA 12 y le echas un buen tiento a esta demo. Quiero decir que a simple vista no se ven, y que no busquéis por encima grandes despliegues a nivel visual, puesto que la base permanece intacta. En lo que respecta al juego, el mayor cambio viene dado por la anarquía que sufre el balón a la hora de controlarlo tras un pase, control o rebote. Cuando antes había pegamento invisible que acercaba el esférico al jugador, ahora es muy probable que salga disparado, que el control sea en varios toques o que podamos orientarlo beneficiándonos para evitar al defensa de turno.

Bien, evidentemente no estamos ante Kick Off, a través del cual el mítico Dino Dini nos torturó en su día con los controles de balón: el jugador nunca llevaba la bola pegada al pie. Pero aún sin llegar a estos niveles, la impresión general es que se ha vuelto a rebajar el nivel de automatismo; las jugadas son menos artificiales y más diferentes una tras otra, ya que dependiendo de la situación, del jugador o jugadores implicados y de la fuerza y dirección de la bola, el resultado será distinto. Se eleva la dificultad para enlazar jugadas: perfecto. Todo transcurre de forma muy natural y es de agradecer: sin duda será lo mejor del juego.

El ojo experto también será capaz de detectar un puñado de animaciones nuevas, ojo, nada gratuitas: se han introducido para aportar al transcurso del juego, no de cara a la galería. Por ejemplo, despejes de puños de los porteros, caídas y aterrizajes tras forcejeos y remates en carrera, o animaciones para girar en torno al eje del futbolista para salir de controles y regates, seguramente importados de un tal Leo Messi.

El tema de las jugadas ensayadas sí promete dar mucho juego, aunque al no incluir la demo el entrenamiento de faltas no he podido probarlo demasiado. Sí que he visto cómo el jugador que aparentemente va a tirar salta por encima, el segundo jugador toca en corto y el tercero lanza el pepinazo a portería. Bastante bien conseguido.

Lo último que voy a destacar de la jugabilidad es la influencia que transmite la nueva versión del motor de colisiones entre jugadores. Quiero evitar mencionar la expresión «se ha pulido», porque ya hay unas cuantas páginas web especializadas que seguro lo utilizan como cada año, así que diré que ya no hay tantas situaciones extrañas como en la versión previa, que es posible ver cómo el jugador protege la posición para que, por ejemplo, el balón se vaya fuera y el delantero perseguidor no lo alcance, y que también se producen más desequilibrios en carrera que pueden hacer que el jugador pierda la posesión sin llegar a cometer falta. En general está mejor resuelto que en FIFA 12, lo cual es buena noticia.

El resto de novedades en el transcurso del partido son mucho más livianas, como pueden ser la introducción de los retratos de los jugadores en los marcadores, el poder observar a los suplentes calentando en banda (con escaso detalle, eso sí), o la nueva animación para sacar rápido las faltas.

En cuanto a la parafernalia fuera del partido, me ha gustado ver la integración del sistema de puntuaciones dinámico para jugadores: con flechas hacia arriba o hacia abajo puede comprobarse visualmente la evolución que han tenido en la última semana, dependiendo de su estado de forma real o de una posible lesión.

Lo que más puede llamar la atención en principio es el tema de los minijuegos de entrenamiento. Me ha recordado a lo que se hace en otros deportes, como en Virtua Tennis: pruebas en las que esquivar conos, pasar a muñecos o superar barreras de ladrillos para practicar vaselinas acertando en la diana. No deja de ser un relleno más, pero la verdad es que están bien hechos, y si se introducen tablas de máximas puntuaciones para picarse con los colegas, mejor que mejor.

En general podría decir que las novedades que introduce FIFA 13 encajan perfectamente en la filosofía que ha implantado EA Sports en los últimos años, y que nada se deshace respecto al año anterior: la defensa posicional sigue estando ahí ofreciéndonos un enorme reto… pero ya lo vimos el pasado año, y los cambios de este año no van a dar un salto tan grande como lo hubo de FIFA 11 a FIFA 12. La eterna duda de si el juego debería actualizarse por descarga va a cobrar más fuerza este año, me temo.