Había ganas de echarle el guante a la edición de este año de FIFA. Resulta curioso pensar en la estrategia que siguieron en EA Sports este verano al lanzar el juego que conmemoraba la Eurocopa. Dicho programa no fue lanzado como un juego físico independiente, sino como una descarga que servía de expansión a FIFA 12. Y uno se preguntaba si esta forma de proceder podría extenderse a las sucesivas ediciones de FIFA, ya que en algunas entregas se le suele tildar de continuista, de ofrecer escasas novedades que no justifican la compra de un juego nuevo. Quizás ocurra de nuevo este año.