Review Supreme Commander 2 – PC

El último trabajo de Chris Taylor al frente de Gas Powered Games vuelve a visitar su ambiente favorito, la estrategia en tiempo real. La continuación de Supreme Commander apuesta por la continuidad de las bases impuestas en la primera entrega, a las que se le ha aplicado un par de modificaciones que supongan una diferenciación real entre el anterior juego y el que hoy nos ocupa.

Ya se sabe que innovar en el terreno de la estrategia es harto complicado a estas alturas. Bien, ya que se antoja una utopía reinventar la rueda y que consiga superar a la original, tomemos lo que sabemos hacer y vamos a otorgarle un punto de vista diferente. En Supreme Commander 2, la microgestión de la economía se gestiona con muy poco esfuerzo por nuestra parte, permitiéndonos dedicarle más tiempo a la preparación de nuestros ejércitos y a las posibles tácticas de ataque para vencer al enemigo. Tendremos tres tipos de recursos, de los cuales dos de ellos son de lo más convencional (masa y energía) mientras que el tercero, la ciencia, es algo más especial.

Los puntos de ciencia nos permitirán avanzar por las distintas ramas del árbol tecnológico que nuestra facción tenga a su disposición. Lógicamente, al haber tres facciones, contamos con que hay suficiente diferenciación en este sentido para cada una de ellas. El gran objetivo de los avances tecnológicos es llegar a disfrutar de las unidades Experimentales, las cuales suponen todo un espectáculo y una potencia inmensa capaz de desequilibrar el curso de una partida.

En Supreme Commander 2 se sigue, como podéis intuir, las directrices del Build & Battle: construir nuestra base, recolectar, expandirnos y lanzarnos a la batalla. Sin embargo, no suele ser habitual contemplar las masivas batallas que podremos disfrutar en este juego. Al contrario que en otros RTS como Starcraft, aquí podemos estar hablando literalmente de cientos de unidades batallando simultáneamente. La interfaz de juego es bastante clásica para el género que nos ocupa, permitiéndonos tener controlados perfectamente al nutrido ejército que nos defiende.

Como gran diferencia respecto a su primera entrega, comentar que la velocidad y agilidad de juego ha ganado enteros en líneas generales: la microgestión, como he comentado antes, se ha simplificado, y por lo general cuesta menos tiempo reunir una tropa considerable para afrontar un ataque con garantías. El gran bastión del juego reside en la intensidad de los combates y en el amplio abanico de posibilidades para afrontarlos: desde reunir soldados a lo bruto y lanzarlos al bulto, hasta seguir una estrategia defensiva que consiga blindar nuestra base mientras investigamos lo suficiente como para ser capaces de lanzar ataques de destrucción masiva a distancia. O un poco de allí y otro poco de allá.

Como era de esperar, todo lo bueno del juego reluce con mucho más brillo en la escaramuza multijugador, la cual nos permite desplegar las técnicas que creamos convenientes mientras nos medimos a otras personas vía Internet -por cierto, sin ningún tipo de problema de latencia-. En contraposición a esto, hay que comentar que la campaña para un jugador no acaba de cuajar del todo, ya que se hace demasiado lineal y monótona, además de no permitirnos utilizar demasiada variedad de tácticas en cada misión.

Por su parte, el apartado audiovisual se mantiene más o menos en los mismos niveles que su antecesor. Hay aspectos que han ganado en calidad, como las animaciones de las unidades, aunque lo que más llama la atención es el chute aplicado a la optimización del rendimiento del juego, algo que agradecerán sobremanera aquellos que posean equipos sin excesiva potencia. El juego viene con voces en inglés y subtítulos en castellano.

Conclusión

Supreme Commander 2 mantiene los niveles de calidad de su predecesor, convirtiéndose en una de las recomendaciones del año en su género. Hay que tener en cuenta que ciertos aspectos del juego se han visto rebajados en su complejidad, algo que, como las decisiones arbitrales, favorecerá a algunos y enfadará a otros. Con todo, las partidas se hacen más directas y las confrontaciones masivas que se dan lugar merecen la pena que las vivas desde el punto de vista de un Comandante Supremo.

Resulta muy lejano en el tiempo, pero seguramente que los que en 1997 disfrutaron con cierto juego de estrategia en tiempo real futurista llamado Total Annihilation reciban este título con los brazos abiertos. Después de tantos años, el bueno de Chris Taylor aún conserva su toque  personal.

Publicado por

Pedja

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1 thoughts on “Review Supreme Commander 2 – PC”

  1. No sé por qué, pero puse un comentario y no sale.

    Comenté que el total Annihilation yo lo jugué, y era un gran juego con un toque bastante realista, el primero que los aviones, principalmente los cazas eran endemoniadamente ráidos, cosa que diferencia mucho con los command and conquer (el avión es bastante lento) u otros juegos de por el estilo.

    Y los barcos, que eran: Grandes, muy caros y muy destructivos (sobretodo aquellos acorazados que tiraban desde lejísimos).

    El problema de este supreme commander es que tiene tanto gráfico que a mi ni me iría X___X.

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