Pues que iba yo paseando con Chicazul por esas calles de Madrid, en este puente que tan rápido ha pasado, recorriendo la gran urbe madrileña y buscando ciertas gangas retro de las que me gustan, y me encontré una máquina de ocio para pequeños y grandes… bueno, no tan grandes, porque se cargarían el chiringuito.
El caso es que, de chiquetito, El Coche Fantástico era una de mis series preferidas; ya se sabe que David Hasselhoff, su misteriosa chupa negra de cuero que nunca se quitaba y nunca se ensuciaba, su peinado a la moda y su feeling especial con el bólido inteligente que respondía al nombre de Kitt, todo ese conjunto ejercía una atracción impepinable hacia sus aventuras televisivas.
Por ello, cuando llegaba el momento de cenar con nuestros papis y familia, y visitábamos el típico bareto con saloncito y terraza veraniega, y mientras los carrozas se tomaban su cervecita, el tintito y los caféses, nosotros le pedíamos al Papurri de turno una monedilla de veinticinco pesetas para emular a Da Hoff, Michael Knight, montarnos en este Kitt en miniatura y aporrear los botones a toda mecha. Histórico y en (casi) perfecto estado de conservación:
Lo que nunca me enteré bien es desde donde venías Pedja!!
Un gusto haberte conocido aunque sea de raspajilón xD
Y a ver si un día coincidimos de nuevo con otros compañeros.
Saludos desde Gamers of Peru!
Acabo de revisar tu perfil de autor, ahora se que eres de Cadiz, a ver si el próximo año me voy pal sur 😀
Asuknamun, pues nada, te esperamos por la tacita de Plata, pisha 😀
No digas que no, que te montaste fijo!
Ohhhhhhh el coche ese lo vi yo cuando era pequeño!!!!!
Que emocion!!!!! Me flipaba el volante deportivo y los botones de colores, que recuerdos!!!! Sniff..
yo jugaba con una igual en platja d’aro (catalunya)
hace un monton