Resulta interesante comprobar la evolución de la mecánica jugable a lo largo de la saga Resident Evil. De acuñar la terminología de ‘survival horror’, refinando la técnica del mítico Alone in the Dark, a esta quinta entrega, la distancia se antoja sideral. De la incertidumbre que provocaba el simple hecho de abrir una puerta, imaginando qué horror nos encontraríamos cuando terminase la animación que hacía chirriar los quejumbrosos goznes de dichas puertas, llegamos ahora a una vorágine de disparos, explosiones y oleadas enemigas.
¿Mejor, peor, igual? De vosotros dependerá esta afirmación, porque el gusto de cada uno es (y debe ser) distinto, pero resulta irrefutable el hecho de que el concepto survival se ha diluído en el tiempo. Así, Resident Evil 5 resulta ser un magnífico juego de acción, donde el diseño de cada nivel está pensado para que no tengamos apenas ni un respiro, para que el equipo que forman Chris y Sheva sea certero, contundente y efectivo contra las criaturas y los infectados que asolarán a la pareja protagonista. Los sustos se han esfumado, atónitos, tras comprobar el tamaño del bíceps de Chris.
Resident Evil 5 sobresale, curiosamente, en su argumento. Y digo curiosamente porque tal punto suele ser totalmente secundario en un juego de acción; aquí, sin embargo, las raíces de la saga dan la cara, y la historia consigue enlazar con los episodios anteriores, cerrando un buen puñado de cabos, atiborrando de flashbacks al jugador -atención a Wesker emulando a Neo de Matrix– y manteniendo un excelente nivel en las escenas de vídeo, generadas con el mismo engine de juego.
Y hablando de engine gráfico, el MT Framework sigue evolucionando desde el fantástico Dead Rising, y en esta ocasión logra conformar un aspecto visual a la altura de los mejores de la presente generación. La nitidez en los personajes y escenarios es brutal, y resulta notable el resultado conseguido en el conjunto de texturas y la transición entre animaciones. En la versión PS3, la tasa de imágenes por segundo es bastante estable, y en comparación con la demo que pude probar para 360, las diferencias apenas son perceptibles.
El apartado sonoro raya a buen nivel, creando una atmósfera agobiante y opresiva a través de la BSO de Kota Suzuki, y con un gran trabajo en el doblaje original, subtitulado al castellano como suele ser habitual en la saga.
De regreso a la mecánica jugable, está claro que se han importado la mayoría de aspectos que identificaban a Resident Evil 4: la vista cámara al hombro y el apuntado con mirilla láser mientras Chris o Sheva juegan a «pies quietos», ingredientes aderezados con unas cuantas gotas de Quick-Time Events. La pregunta es obvia: si en Resident 4 funcionó a la perfección y fue elevado a los altares, ¿por qué no en esta ocasión?
Evidentemente, han transcurrido cuatro años desde entonces, se esperaba una evolución mucho más profunda en el sistema de juego. Por suerte, el proceso de cambiar de arma y utilizar ítems ya no requiere pausar el juego; sin embargo, la interfaz palidece al lado de propuestas mucho más refinadas, con Dead Space sirviendo de perfecto ejemplo.
En general, ahora es más complicado quedarse sin munición y el arsenal disponible es bastante amplio y potente, complementado con un cuerpo a cuerpo contundente. Para contrarrestar esto, nos toparemos con bastantes enemigos medianos, ya sean perros, mutantes o infectados que absorberán bastantes impactos, además de los correspondientes Final Bosses, muchos de ellos viejos conocidos de la saga.
Aún con la sensación de que ya hemos jugado a esto antes, la mecánica sigue enganchando gracias al diseño de la acción, reforzada en este caso por las posibilidades cooperativas, perfectamente implementadas tanto en solitario, con nuestra colega Sheva luciendo una inteligencia artificial prácticamente impecable, como en multijugador, que se convierte en el mayor aliciente del género. La duración de la campaña, de unas diez horas, se extiende con los clásicos modos extra, con el modo Mercenarios y sus posibilidades online convirtiéndose en la joya de la corona.
Conclusiones
Resident Evil 5 asegura una experiencia de juego plagada de intensidad, con un notable rendimiento de sus posibilidades cooperativas y haciéndonos viajar a través de un argumento que asegura la conexión con los anteriores Resident Evil.
El juego releva de su cargo a los componentes de exploración, aventura y resolución de enigmas, y asciende de rango a la acción, convirtiéndola en Comandante en jefe, en protagonista total y absoluto. Por tanto, Capcom asegura que los fans de la saga y los buenos catadores del género de acción disfruten de lo lindo, emplazando al survival horror para dentro de unos años, cuando Chris deje de doparse y al fin se agoten los barriles que esconden munición en su interior.
Por cierto… ¿alguien se acuerda de la polémica que surgió en su día debido al supuesto color oscuro de los enemigos del juego? Qué cosas, ahora a la mitad de los enemigos se les ha olvidado tomar el sol…