Tras un pequeño paréntesis donde he cruzado la frontera de los veintiocho años, he visitado el Salón del Manga de Jerez y he realizado el curso de Diseño Funcional en Madrid, se me ocurrió que sería buen momento para repasar las cinco mejores experiencias de acción desenfrenada y dificultad inhumana en videojuego alguno, o sea, los cinco mejores juegos de la saga Contra. Konami siempre nos ha regalado dosis ingentes de adrenalina en cada entrega, pero yo, personalmente, me quedaría con las siguientes…
5.- Contra Shattered Soldier (2002)
Aunque pocos apostaran al principio por esta entrega, ya que el nombre de Contra quedó enterrado tras el sacrilegio de Contra: Legacy of War (Apaloosa) para PSX, lo cierto es que la saga más hardcore de Konami completó una sonora actuación en los circuitos de Playstation 2. El impepinable trasvase a tres dimensiones que sufrían otros videojuegos de su época fue acometido en esta ocasión con un respeto absoluto a los orígenes de la saga. Así, la vista 2D y el scroll lateral se mantenían en todo momento, aunque el modelado de los escenarios sí fuera en 3D, permitiendo cambios de cámara y perspectiva bastante espectaculares.
El sello más representativo de esta entrega era el método del ensayo – error, más que la dificultad del entramado jugable en sí. Lo más importante era recordar en qué momento y en qué lugar nos esperaba una oleada de enemigos o una trampa mortal, a lo que debíamos unir unos reflejos de acero para esquivar el letal impacto. El argumento era más friki de lo habitual, con Bill enfrentándose al lado oscuro de Lance, y acompañado de una tal Lucía. Ah, y fuera marcadores de puntuación. Aquí lo que importaba era el Hit Rate, o sea, cuanto más aliens masacraras, mejor eres.
En resumen, Shattered Soldier fue un videojuego que recuperaba las raíces del arcade, lanzando una tremenda y sonora bofetada al jugador casual que se le acercase de forma inocente, y saciando a su vez la sed de los más exigentes. Una resurrección en toda regla.
4.- Contra Hard Corps (1994)
La única incursión en máquinas fabricadas por SEGA. Un título que se sale por momentos de las rígidas normas de la saga. Y uno de los mejores, bajo unánime reconocimiento. De forma parecida a como ocurriese con otras sagas de Konami como Castlevania, Hard Corps intentaba reconducir el flujo habitual de Contra añadiendo varios parámetros, como el poder elegir entre varios protagonistas con diversas habilidades, o la apertura de varios caminos en la trama para llegar a distintos desenlaces. Pero la cosa no quedaba aquí.
Hard Corps se tomaba muy al pie de la letra la definición de «festival de Final Bosses«. Mucho. Quizá demasiado. Aquí no existe el típico ‘run and gun’ que precede al monstruo final de cada fase. Es más, podéis eliminar el adjetivo ‘Final’. Naturalmente, esta avalancha de enemigos gigantescos multiplicaba exponencialmente la espectacularidad del juego, a la par que su intensidad y, por ende, su endiablada dificultad.
Con todo esto, pocas veces más se vería algo parecido en Megadrive, resultando ser el Contra más frenético de toda la serie. Como nota curiosa, hay que decir que, debido a lo puto complicado que resultaba el juego, en la edición japonesa se incluyó una barra de energía que hacía que nuestro personaje aguantara tres impactos antes de morir. Debíamos tener fama de duros, ya que en la versión europea se eliminó de un plumazo dicho indicador. A pecho descubierto. Con un par.
3.- Contra 4 (2007)
La última entrega que hemos podido disfrutar merece entrar en nuestro Top Five particular. Esta vez, Konami delegó en Wayforward para desarrollar Contra 4 sobre Nintendo DS; de las especiales características de la portátil se ha desechado por completo la pantalla táctil, a la vez que se ha explotado sobremanera la pantalla dual, ofreciendo un campo de visión y juego mucho más amplio de lo habitual. Y bueno, hay que recordar que este Contra 4 se ha encargado de conmemorar los veinte años de la saga. Y por todo lo alto.
Metajuego. No hay mejor forma para definir a Contra 4. Se trata de un continuo homenaje a sí mismo, una vuelta de tuerca a las situaciones más conocidas a las que ya nos enfrentamos en otros capítulos de la saga. No hay necesidad de reinventar la rueda, sino de aderezarla con una colección de momentos que resultan, indudablemente, ‘made in Konami‘, aunque no haya sido la empresa nipona la desarrolladora.
Y para culminar este juegazo, nada mejor que una buena ración de extras en forma de diapositivas, además de las clásicas versiones de Contra y Super C para NES. Lo dicho, el metajuego por excelencia, y un orgullo para la portátil de Nintendo. Y además, tu pantalla táctil quedará intacta. Que más quieres.
2.- Contra / Gryzor (1987)
El origen de todo. En primer lugar pudimos disfrutar de un espectacular arcade que combinaba fases de acción lateral sin descanso con niveles pseudotridimensionales, donde nos infiltrábamos en la base enemiga. Bill y Lance comenzaban a forjar su leyenda, con su apariencia Rambo-Style y un impresionante arsenal, con armas tan míticas como el disparo múltiple –Spread Gun– o el rifle láser. Aunque al principio parecía que combatíamos contra soldados humanos, conforme avanzamos en el juego despojaremos la máscara a una amenaza extraterrestre en toda regla.
Podríamos destacar innumerables momentos de Contra, como el puente que explosiona a nuestro paso, la primera vez que nos electrificamos al intentar avanzar en las misiones de infiltración o los enfrentamientos con los gigantescos enemigos de fin de fase, aunque sería muy complicado quedarse con alguno en concreto. Seguramente pocos olvidarán la terrorífica fase final -si es que conseguisteis llegar-, repleta de huevos alienígenas, criaturas siniestras y un enorme alien basado en la creación original del maestro H.R. Giger. Toda esta imaginería se exportará en el futuro a cada rincón de la saga.
El trasvase a nuestros hogares no se hizo esperar. En general, las versiones domésticas fueron bastante acertadas, con un buen trabajo realizado por el combo Ocean / Imagine para Spectrum, Amstrad CPC y Commodore 64, un pedazo de cartucho programado por la propia Konami en su sistema favorito, MSX2, y como guinda del pastel, una versión para NES que corregía y aumentaba el arcade, alargando la duración de cada uno de los niveles y manteniendo el nivel de calidad. Sin duda, un espejo en el que se han mirado todos y cada uno de los videojuegos de acción posteriores a su lanzamiento.
1.- Contra III: The Alien Wars / Super Probotector (Super Nintendo)
El indiscutible vencedor de la lista se lució en el Cerebro de la Bestia, la 16 bits de Nintendo. Contra III aglutinaba todos los factores comunes que hayamos podido ver a lo largo de la saga, con una gran diferencia: su diseño de niveles era prácticamente perfecto. Todos ellos, desde los clásicos de scroll lateral hasta los que se jugaban a vista de pájaro, exhibiendo todo tipo de rotaciones y otras perrerías con la firma del Modo 7 grabada a fuego. Y por supuesto, los Final Bosses más carismáticos de la saga, con esa pedazo de tortuga a la cabeza. Konami volvió a redefinir las pautas maestras de la acción. No podía ser otra compañía. Y no podía ser con otro nombre que no fuera Contra.
Otros artículos sobre la saga
– Repaso a los juegos de Contra, en El Blog de Manu