Continuamos el serial de cómics en los ordenadores personales de la época de los ocho / dieciséis bits, y lo hacemos con una serie de historietas de carácter más serio que las presentadas en el pasado capítulo. Si hace una semana se colaron los agentes secretos más torpes del mundo o un par de gemelos traviesos, en esta ocasión vamos a presentar una plantilla plagada de héroes aventureros y guerreros avezados; una perspectiva completamente distinta, pero igualmente aprovechable. Así espero que sea.