Review Simpsons The Game Xbox 360 / Playstation 3

Los Simpsons han conocido ya múltiples encarnaciones en la historia de los videojuegos. Desde aquel mítico Simpsons Arcade Game de Konami, donde nos liábamos a tortas al más puro estilo del beat’em up de las Tortugas Ninja, hasta el Hit & Run para Playstation 2, en el que el concepto sandbox característico de los Grand Theft Auto se aplicaba a la peculiar ciudad de Springfield.

En estas Navidades hemos podido disfrutar del último juego Simpson hasta la fecha, el cual analizamos hoy para Xbox 360 y Playstation 3. Se le ha denominado simplemente Los Simpsons, el Videojuego, y con razón. Su historia es todo un meta-argumento, en el que la familia de piel amarilla vive su propio videojuego y se da cuenta de los poderes que puede disfrutar en el mismo, como la mega-bola en la que se convierte Homer o el clásico Bartman, el niño murciélago.

Tecnología made in Springfield

El apartado técnico de Los Simpsons es impecable, con un sobresaliente manejo de la técnica cell shading, dotando de una apariencia de dibujo animado muy cercana a cualquier capítulo de la mítica serie. El desarrollo del juego entremezcla escenas generadas con el motor del juego, con vídeos en alta resolución.

La tecnología Simpson se completa con un impresionante doblaje a cargo de los actores encargados de poner voz a los personajes en la tele. Una gran cantidad de diálogos y frases sueltas que no nos cansaremos de escuchar, ya que mantienen la acidez y el ingenio que ha enganchado a tantos espectadores durante toda su historia.

Multiplicando por cero

En lo que respecta a la parte jugable, Los Simpsons el Videojuego encierra un sencillo planteamiento: viajar a través de Springfield para ir desbloqueando capítulos que tendrán como protagonistas a dos componentes de la familia Simpson. El reto propuesto combina habilidad, plataformas y puzzles a partes iguales; tan pronto tendremos que hacer uso del doble salto como de la técnica budista de Lisa para levitar objetos y dejar vía libre a Bart, que planea con su capa de superhéroe; Homer aplasta y espanta enemigos, y Marge convoca a las masas megáfono en mano.

A propósito de Marge, la mamá del pelo azul protagoniza uno de los mejores capítulos, en el que debe convencer a los personajes más populares de Springfield en una caza de brujas contra el violento “Grand Theft Rasca”. La constante crítica al mundo del videojuego propicia un auténtico torrente de referencias, que acaban convirtiéndose en lo más sobresaliente del programa de EA Games. La fábrica de videojuegos, con Super Mario y Sonic venidos a menos, es otro buen ejemplo. Lo demás deberéis descubrirlo por vosotros mismos.

Y es que no hay mejor terapia que reírse de uno mismo. Todo rezuma ironía y cachondeo, sin dejar títere con cabeza: desde personajes famosos hasta empleados y franquicias famosas de EA, como Madden o Medal of Honor, se ven caricaturizados a lo largo de la aventura. El climax se produce cada vez que el dependiente de la tienda de cómics nos anuncia un nuevo cliché del videojuego: la típica barrera invisible o los barriles que explotan reafirman el mayor logro de Simpsons, el Videojuego.

Y es que, aunque el juego permita un entretenido modo para dos jugadores a pantalla partida, lo cierto es que el desarrollo general de las misiones se torna repetitivo con el tiempo, mientras que la cámara supera con creces al señor Burns en el papel de enemigo público número uno para el jugador. Si logramos superar estas dificultades, nos divertiremos como enanos, aunque me da la sensación de que el impresionante esfuerzo creativo de los diseñadores ha quedado muy por encima de la implementación final.

Review Kane & Lynch: un juego de cine… negro

Todavía con resaca navideña, seguro que a todos os apetecerá leer sobre uno de los juegos que más prometían en esta recta final de año: Kane & Lynch, Dead Men. Gracias a Proein podemos analizar todo lo que ofrece este intenso thriller de acción para Xbox 360 y Playstation 3. Lo que no me queda claro es saber qué es mejor, ser un mercenario sin escrúpulos o un psicópata loco de remate. Tú eliges.

Proein distribuye el último juego de IO Interactive, programadores de la conocida y exitosa saga Hitman. La saga del calvo número 47 acaba de recibir una adaptación al cine, mientras que el Kane & Lynch que hoy nos ocupa podría ser también otra futura película, porque el juego está repleto de retazos cinematográficos al más puro estilo de filmes de cine negro actual, con Michael Mann a la cabeza (Corrupción en Miami o Heat). El enfoque visual otorgado a cada escena del juego está pensado para hacernos sentir partícipes de esta particular historia.

Y en esta historia, Kane comienza con todas las de perder, en el corredor de la muerte. Sus lazos con la mafiosa organización de Los7 aún siguen vigentes, y por ello es salvado ‘in extremis’, ayudado por un misterioso lunático llamado Lynch. Aún así, Kane sigue siendo deudor de sus antiguos jefes, los cuales se toman la justicia por su mano raptando a su mujer y a su hija. En dicho punto comienza la relación entre Kane y Lynch para conseguir dinero, el uno por obligación, el otro ordenado por la organización. Esta relación evolucionará entre disparos, asaltos y sorpresas.

Daños colaterales

El guión no es nada del otro mundo, pero sí que llama poderosamente la atención su puesta en escena. Fundidos en negro donde los dos personajes intercambian frases repletas de lenguaje sucio e irónico, golpes de cámara con dramáticos primeros planos y escenas bastante fuertes. Se nota un buen trabajo en la concepción artística del juego. Así, la historia nos impacta mientras jugamos en tercera persona con Kane, el cual contará siempre con su colega y en ocasiones con más mercenarios a los cuales podrá dar órdenes de forma muy básica y directa.

La jugabilidad se basa en avanzar, eliminar y sobrevivir. Existen muchos matices en cada escena, pero básicamente se trata de cumplir tales premisas. Se agradece que los daños sean realistas, siendo indispensable parapetarse tras paredes y otros objetos, obteniendo una buena posición de disparo. Resulta complicado superar los retos a pecho descubierto, tal y como pasa en la serie Hitman. Cabe preguntarse cuál será el grado de interés que mantendrá la historia durante todo su recorrido. La respuesta lleva una de cal y otra de arena.

La parte positiva: el diseño de niveles, algunos de los cuales roza la brillantez. Propuestas como entrar a saco en una discoteca repleta de gente bailando, mientras nos confundimos entre la multitud, o el atraco a un banco en el que los protagonistas tendrán que trabajar sincronizados en dos ubicaciones distintas sí que responden a lo que podríamos esperar de un juego de acción. Además, la posibilidad de cooperar con otro jugador multiplica las posibilidades: Lynch ya no actúa por su propia cuenta -bueno, hay ocasiones que su locura transitoria… ¡no os cuento nada!- y cada jugador debe cumplir sus objetivos.

Por desgracia, este modo cooperativo sólo es posible a través de pantalla partida. Aunque es perfectamente posible jugar -así me he pasado el juego con Chicazul-, sí que es cierto que se pierde mucha visibilidad, algo esencial en las misiones con escenarios abiertos, como en el descampado. Se echa muchísimo de menos la posibilidad del cooperativo online, al igual que un plus de inteligencia en los enemigos, los cuales desarrollan patrones de ataque demasiado predefinidos y previsibles. A pesar de este debe, el reto sigue ahí, gracias al notable diseño.

Una alianza poco duradera

Si bien el juego cumple bastante bien gráficamente hablando, sobre todo en la representación de los personajes principales, sí que es verdad que presenta altibajos tanto en los escenarios como en el resto de personajes. Aunque las animaciones no desentonan, sí que nos hubiera gustado que el nivel se mantuviese en todo momento, algo que se espera en un título de nueva generación. El apartado sonoro es brillante: la banda sonora viene acreditada por Jesper Kyd, que ya firmó las BSO de los Hitman, mientras que la amplia gama de efectos de sonido y el gran trabajo de doblaje responden a las expectativas creadas.

Por último, no hay que olvidar el original multijugador Fragile Alliance. Cada partida es un asalto a un banco, y cada jugador comienza siendo un ladrón. El objetivo es conseguir dinero, pero la seguridad del edificio es dura de pelar. Si un ladrón cae, se convierte en policía y aún puede ganar la partida si acaba con todos los mangantes.

La verdadera baza de este juego es la libertad que propone: un ladrón puede acabar con todos sus ‘compañeros’ de robo para llevarse él solo todo el botín. Sin embargo, sus víctimas se regeneran como policías y ganan un ‘extra’ de dinero si logran vengarse. Un planteamiento realmente interesante que merece la pena probar. Esperamos que ofrezcan en breve mapas nuevos.

Conclusión

Kane & Lynch funciona bien en su cometido: contar una historia de forma violenta e impactante a través del brutal contraste que ofrecen sus protagonistas y desparramando acción en cada uno de sus niveles. Bien es verdad que existen muchos detalles que no se han pulido, algunos más importantes que otros, y que le impiden obtener mejor nota, pero está lejos de ser un mal juego, tal y como se ha dicho en otros sitios. Indispensable para todo amante del cine negro.

Review Triiviial Wii: cultura, habilidad y risas

Analizamos hoy el que va a ser, sin duda, un regalo ‘familiar‘ ideal para estas navidades. Sólo se necesitan una Wii de Nintendo y cuatro mandos. Reúne a tus papis, hermanos y abuelos, y hala, a responder preguntas. Todo sea porque se siga manteniendo viva la esencia del Trivial clásico.

Porque lo que es jugar al Trivial, seguro que todos lo hemos hecho alguna vez. Ya sea en el juego de tablero o en alguna de las distintas encarnaciones en forma de videojuego -como Trivial Pursuit de Domark-, fijo que nos hemos picado a responder preguntas. Una de las premisas más importantes en este tipo de juegos radica en reunir a los colegas o a la familia para pasar un rato divertido y aprender un poco de culturilla general.

Y dado el formato que presenta Wii, extraño es que hasta la fecha nadie se animara a sacar un juego de preguntas y respuestas. Planet Moon Studios tomó nota y, gracias a EA Games, nos han hecho llegar el Triiviial, donde además de responder preguntas, debe hacerse lo más rápido posible y, si se puede, fastidiando al rival. El equipo desarrollador, cuyo currículum luce con joyas como Giants: Citizen Kabuto o Armed and Dangerous, orienta en esta ocasión toda su creatividad para mantener nuestra atención en un género que no suele salirse de sus cánones establecidos.

Por suerte, Triiviial sí que llega a desmarcarse de la rutina; la pregunta estándar consta de cuatro opciones que son contestadas por el primero que levante el WiiMote, siendo marcadas apuntando a la respuesta correcta. Para elegir el tema de la pregunta, se lanza una ruleta muy similar a la de cierto concurso televisivo. El caso es que dicha tirada puede hacernos ganar cartas. Las cartas son la llave para que el juego salga de la rutina de preguntas/respuestas y, mira que bien, nos haga mover el esqueleto.

Muévete antes de responder

Porque si queremos puntuación doble en la siguiente ronda, más vale que te muevas y mucho. A bailar, cambiando de ritmo una y otra vez, y sumaremos un buen bonus. O tal vez nos toque subir la dificultad de una pregunta cuando un contrincante haya levantado la mano para responder. Pues entonces, prepárate para tirar de una cuerda virtual con más fuerza que el equipo contrario, si es que no quieres que la carta se vuelva contra tí. Todo implementado con un gran dinamismo que imprime bastante vidilla a lo que sería una partida clásica de Trivial.

En cuanto al apartado visual, hay que decir que Triiviial mantiene un nivel aceptable, aunque quizás se echen en falta efectos o animaciones más llamativas. La bombilla con pantalones es simpática y los Miis cumplen a la perfección su tarea de representarnos virtualmente en pantalla. Los efectos de sonido y las melodías acompañan perfectamente cada partida sin sobresalir ni llegar a cansarnos en ningún momento.

Tecnología por y para el conocimiento

La base de datos de preguntas es gigantesca, con unas 20.000 cuestiones diferentes clasificadas en ocho temas. Aunque hay ciertos temas -como el cine– que poseen demasiadas preguntas referentes a fechas, en general tienen un nivel bastante aceptable; el mayor acierto en este sentido es que el juego gradua la dificultad de las preguntas según tu edad y conforme a la buena o mala racha que tengas en cada tema. Cada partida es diferente y supone un nuevo reto. Y aunque se guardan las preguntas acertadas por cada perfil a lo largo del tiempo, echo de menos alguna estadística comparativa para picarte con tu novia o tu hermano y fardar de lo bueno que eres en Deportes.

Conclusiones

Triiviial abre con muy buen pie en Nintendo Wii el género más didáctico del videojuego. EA Games y Planet Moon han sabido cambiar perfectamente de registro y dotar de dinamismo y diversión al viejo juego de preguntar y responder. Absolutamente recomendado para pasar un buen rato en familia, aprender y hacer un poco de ejercicio. ¿Quién da más?

Review Call of Duty 4: el futuro del FPS bélico

Mientras nuestro concurso sigue vigente, hoy publicamos el análisis de Call of Duty 4, sin duda, el shooter que más está dando que hablar estas Navidades. La vuelta de Infinity Ward a la saga no ha podido ser más positiva. Te cuento las principales razones de su éxito aquí mismo. En formación, soldado.

Call of Duty es una saga creada por la gente de Infinity Ward, aunque puntualmente han dejado su sillón de programador a otro estudio, Treyarch. Esto ocurrió en Big Red One para Playstation 2 o en el anterior capítulo de la Llamada del Deber. Y no es que lo hayan hecho mal, no. Pero a uno sólo le hacen falta unos cuantos minutos de campaña y un par de partidas multijugador para darse cuenta de que Infinity Ward son los reyes del mambo en el género del FPS bélico sobre raíles.

Para el que se haya quedado un poco a cuadros con la anterior definición del género, los raíles se refieren a que la concepción de juego de Call of Duty 4 se basa en una inteligente sucesión de scripts o sucesos programados para que interactuemos con ellos y realmente nos de la sensación de que estamos dentro del infierno de la guerra que, en esta entrega, adelanta unos cuantos años en la saga y se sitúa en un contexto mucho más moderno de lo habitual.

En la campaña para un jugador nos pondremos en la piel de dos personajes distintos, algo que conlleva también una firme separación entre cada tipo de misión que afrontarán cada uno. Mientras que la acción comandada por el marine americano Jackson será la más impactante, cruda e intensa que hayamos podido probar en mucho tiempo, tendremos por otro lado las misiones que debe ejecutar Soap, integrante del SAS británico; en dichas misiones se valorará mucho más el sigilo y la ‘limpieza’ con que ejecutemos nuestras maniobras, otorgando un contrapunto muy agradable al desarrollo de la campaña.

En Call of Duty 4 se ha potenciado un factor que suele correr poca suerte en este tipo de juegos: la Inteligencia Artificial(IA). Y os hablo de la IA aplicada tanto a nuestros compañeros de batalla como a los enemigos. Siempre estaremos acompañados por un gran número de aliados que dejarán bien alto el pabellón patriota, puesto que saben cubrirse, gritan a viva voz el camino a seguir o la ubicación del enemigo, y gozan de mejor puntería que en otros títulos de la saga. Vamos, que esta vez no tendremos por aliado al teniente Patoso. Se agradece.

Por su parte, los enemigos son capaces de detectarnos rápidamente si no somos demasiado cuidadosos, y difícilmente los veremos atacarnos a pecho descubierto, buscando en su lugar la mejor cobertura para dispararnos con garantías. Por ello, y teniendo en cuenta que en el juego siempre predomina la acción pura y dura, sí que hay que valorar cierto componente táctico en muchas de las confrontaciones que llevaremos a cabo. Detalles como aprovechar qué tipo de superficies son perforables por nuestras balas refuerza el argumento táctico.

Infinity MultiPlayer

Y si la campaña es satisfactoria, el modo multijugador eleva el valor del juego hasta límites insospechados. El buen hacer de los desarrolladores de Call of Duty 2, uno de los programas más jugados en Xbox Live, se deja ver en el intachable diseño que han firmado para esta cuarta entrega, en el que la posibilidad de ir subiendo de nivel con cada partida que juguemos, desbloqueando clases, armas y habilidades especiales, mantiene enganchado a medio mundo a través de la red.

Tanto en Playstation 3 como en Xbox 360 -apenas encontramos diferencias entre ambas versiones, aunque suene extraño- podremos elegir entre una gran cantidad de modos de juego diferentes, aunque al principio sólo podamos disputar el típico Todos contra todos; el lag es inapreciable, el dinamismo de cada partida ejemplar, y los dieciséis mapas disponibles llevan la firma de un equipo que hace notar su experiencia, superando con creces lo visto en anteriores entregas.

Tecnología punta

Y queda por repasar el apartado tecnológico; si habéis visto algún vídeo del juego, habréis notado ipso-facto la fluidez con la que el engine gráfico mueve el desarrollo de la acción. Los 60 frames por segundo son un lujo al alcance de pocos en esta generación, máxime si tenemos en cuenta la calidad de las texturas, la cantidad de elementos en pantalla y la sublime iluminación que exhibe todo el juego, sobre todo en las misiones nocturnas.

Por su parte, el sonido suena tan contundente como cabía esperar, mientras que el doblaje cumple simplemente su cometido, ya que en muchas ocasiones tendremos la sensación de que no imprime todo el entusiasmo que requiere la acción. La banda sonora raya a gran altura, en consonancia con el resto del título.

Conclusiones

Activision se ha asegurado otro Triple-A y un arrollador éxito de ventas para estas fechas. Y es que confiar en Infinity Ward es apostar a caballo ganador. Supera de manera aplastante a Call of Duty 3 en términos de diseño de niveles, aporta un nivel gráfico digno de ser denominado ‘next-gen’ y un multijugador que no deja de retar al jugador para evolucionar como soldado mientras se lo pasa ‘pipa’. Otra vuelta de tuerca más al género. Una recomendación imprescindible para estas navidades.

Review Sparta: la batalla de las Termópilas

¿Preparados para la gloria? Pues vamos allá. Sparta es un producto originalmente programado por los chicos de World Forge. Un caso curioso, ya que hace bastantes meses que dicho juego salió al mercado… excepto en nuestro país. Ni cortos ni perezosos, FX Interactive dispuso su vista de lince sobre Sparta, reconvirtiéndolo al producto que hoy tenemos entre manos. Y hay que decir que, como siempre, el trabajo realizado es impecable.

Sparta: la batalla de las termópilas se sitúa en un marco histórico crucial: las batallas de las polis griegas contra el potente imperio persa. El tercer invitado en esta fiesta serán los egipcios, en pleno declive tras caducar su esplendor. Es indudable que Sparta aprovechará, en parte, el tirón que aún sigue provocando la notable película 300, basada en el cómic de Frank Miller. Pero Sparta es mucho más que la recreación de la famosa batalla de los trescientos espartanos y los tropecientos cadáveres a modo de ladrillo.

Estamos ante un juego clásico de estrategia en tiempo real. Podemos citar a Dune 2 como el padre del género, a Warcraft como estilista en lo referente a la gestión de los recursos básicos y a Age of Empires como consolidación de un estilo de juego que ha generado masas de seguidores. Lo que también se denomina «Build & Battle», o lo que es lo mismo, primero construye tu base y luego suelta palos a tu enemigo. Sparta cumple, punto por punto, las directrices clásicas que una vez enseñaron Westwood, Blizzard o Ensemble Studios. Y lo hace de forma notable en todos sus frentes.

La gestión de recursos descansa en el triángulo mágico OMC -oro, madera y comida, ¡no me lo he inventado!-, mientras que las estructuras comienzan con una base de operaciones donde se generan aldeanos -esclavos o ilotas dependiendo de la facción elegida- que se encargan del trabajo sucio. A partir de los edificios militares podremos amasar un ejército que defienda el territorio y conquiste al enemigo. ¿Qué aporta Sparta a todo esto? Pues básicamente dos puntos: la personalización de soldados y las complejas batallas navales.

Construye tu hoplita y llévalo de marcha

Nuestro batallón se entrenará en los cuarteles y los campos de tiro, pero si construimos talleres y forjas podremos crear nuevas armas y escudos para equipar a los soldados. Por otro lado, también podemos conseguir dichas armas si las robamos al enemigo caído, ahorrando recursos. El siguiente paso se da en el cuartel, con la opción de elegir armas primarias, secundarias y tipo de protección. Una vez personalizado, guardamos ese patrón en una de las celdas del inventario y ya estaremos listos para crear soldados con dichas características. Dependiendo de las necesidades, podemos blindar a nuestra élite, o también optar por infantería ligera si andamos escasos de recursos. La variedad es bastante elevada.

A la hora de librar batallas, el apartado táctico se lleva a cabo de forma demasiado directa: se hace complicado montar emboscadas o dividir nuestro batallón, ya que los escenarios son demasiado estrechos y no hay lugar para pensar demasiado. En la práctica, el combate se embarulla demasiado y pierden peso las decisiones que tomamos en el párrafo anterior. En estas situaciones nos ayudará parar la acción mediante la ‘pausa táctica’, incluída por FX para la ocasión. Si bien este concepto choca un poco con la dinámica de tiempo real de este tipo de juegos -de hecho, en multijugador directamente no existe opción de pausa-, es cierto que te otorgará un tiempo extra para dirigir a tus ejércitos contra la CPU. Se agradecen bastante tales opciones, que aportan frescura a un género muy desgastado con el paso de los años.

Sin embargo, las batallas libradas sobre el mar son de lo mejor que recuerdo en un título de estas características. Todo es positivo: las proporciones de los barcos, la representación de los soldados sobre las embarcaciones, lanzando proyectiles sobre los enemigos, y la posibilidad de abordar naves enemigas. Como quiera que la dominación marítima juega un papel crucial en muchos de los mapas incluidos en el juego, será una delicia combatir a bordo de los trirremes espartanos. Y además, la representación gráfica del agua es magnífica.

Técnicas espartanas

Y ya que he sacado el tema, sigamos con el apartado visual. En general, tanto los escenarios como las unidades lucen bastante bien en los planos generales, perdiendo bastante si acercamos la cámara. Como lo que realmente importa en un juego de estrategia es el plano panorámico, hay que valorar positivamente este apartado: iluminación dinámica, sombras detalladas y texturas con buena resolución en el relieve del terreno, aparte de la mencionada calidad del agua representada. Además, la versión 1.2 de Sparta presenta una optimización bastante adecuada, así que con un equipo dentro de la media podremos lograr resoluciones elevadas sin ralentizaciones.

Respecto al apartado sonoro, el correcto doblaje realizado por FX contrasta con la banda sonora, que simplemente cumple lo esperado, pero que se queda un poco corta tanto en cantidad como en calidad. Lo mismo puede decirse de los efectos de sonido… están ahí porque deben estar, pero no nos llamarán especialmente la atención. De nuevo, felicitar a FX por el doblaje, que en general goza de buena dicción y entonación.

Qué, cómo y cuándo jugamos

Manejar Sparta requiere cierto aprendizaje si no eres asiduo del género; en cambio, los expertos en la materia se harán con los mandos desde el primer momento. La interfaz es clara y concisa, muy del estilo de la saga Age of Empires. El desarrollo de la acción requiere mucha paciencia, pues crecer de tamaño es un proceso lento y anclado a un bien muy escaso: el oro. Sin oro no podremos hacer prácticamente nada, sólo podemos obtenerlo en las minas -no hay comercio-.

La figura del héroe cobra bastante importancia gracias a su resistencia y habilidades especiales. Leónidas, Hazem y Jerjes son auténticas bestias que comandarán a sus tropas. En la batalla será importante aprovechar técnicas como la colocación de trampas de pinchos y piedras que pueden despeñar al enemigo descuidado. Asimismo también me ha parecido interesante la posibilidad de aprovechar las monturas que pueda dejar el enemigo, y convertir a un simple soldado de infantería en todo un jinete.

En lo que respecta a los modos de juego, tenemos tres campañas principales, una por civilización. En cada una iremos viviendo parte de una historia introducida por escenas de vídeo realizadas con el propio motor del juego. Las misiones son todo un reto a nuestra habilidad, pues la dificultad que entraña mantener con vida al héroe o intentar no quedarnos sin oro puede asustar al más pintado.

De todas formas, el gran tesoro de Sparta reside en el modo multijugador. A través de red local o encontrando partidas en el servidor de GameSpy, podremos enfrentarnos en épicas partidas con nuestros colegas. Eso sí, pídeles que se reserven una tarde entera: la vais a necesitar. Si la estrategia progresiva es lo vuestro, podréis disfrutar del juego.

Conclusiones. Vuelve con tu escudo, o sobre él.

Sparta: la batalla de las termópilas ha tardado mucho en llegar a nuestro país. Por un lado, no hay dudas de que ha merecido la pena; sólo hay que ver las mejoras implementadas por FX: la edición del juego con un extenso manual de más de ochenta páginas y un completo doblaje, la optimización del rendimiento…

Nota Sparta 7.5

Por otro lado, a veces da la impresión de que Sparta se queda anclado en el pasado de los juegos de estrategia, ya que resulta muy similar a los clásicos del género. Pero este matiz puede reconvertirse en un aspecto positivo, ya que saciará la sed de todos los seguidores del género, que encontrarán un producto completo, difícil de terminar en su modo campaña y longevo gracias al multijugador. Un precio ajustado (20 €) para un producto destinado a un público muy concreto. Esto es Sparta.