Sobre la beta de Destiny

Destiny Beta

Uno de los videojuegos más esperados del año, o el que más, acaba de cerrar su período beta, entrando en la recta final hacia su lanzamiento, fijado en el día 9 de Septiembre. Con sus más y sus menos, podría decirse que todo aquel que ha probado esta versión preliminar y tenía sus expectativas respecto al trabajo de Bungie, ha acabado quedando satisfecho.

En mi caso, el tema de las expectativas no lo tenía demasiado elevado, ya que tengo que confesar que nunca he sido un gran seguidor de la saga Halo. Aunque tienen todo el mérito del mundo, puesto que fue el primer First Person Shooter en triunfar con todas las de la ley en una videoconsola, allanando el camino a todos los que vinieron después, lo cierto y verdad es que no me llegaron a enganchar, ni siquiera con su fastuoso multijugador, el cual llegó a la cúspide en Halo 3.

Y oigan, la verdad es que jugar a Destiny tiene un feeling muy, pero que muy parecido a manejar al Jefe Maestro y su prole. Podríamos cerrar los ojos mientras jugamos y nos costaría realmente poco imaginar que estamos ante una nueva iteración de Halo. Sin embargo, los desarrolladores han procurado incluir suficientes elementos como para que nos convenzamos de que estamos ante un producto que va mucho más allá de un simple spin-off de su gallina de huevos de oro. Aunque el control del juego hereda todos sus puntos fuertes, el desarrollo del mismo es bastante distinto, centrándose en la evolución del personaje creado para la ocasión, ganando objetos y experiencia a través del cumplimiento de misiones que parten de un lobby central en el que nos toparemos con otros jugadores.

La naturaleza persistente del juego es un tirón que siempre resulta atractivo, y la verdad que no funciona nada mal, puesto que formar grupos y cumplir metas de forma cooperativa es realmente gratificante. Gran parte de culpa la tiene el mimo puesto en el diseño de tales misiones; sus distintos objetivos no son nada innovadores para los que estén acostumbrados a este género tan particular, pero sí que se encuentran bien hilados, con un mínimo de trasfondo argumental que suele estar relatado por Peter Dinklage; esta vez, el menudo Lannister abandona las tierras de Oriente y se disfraza de inteligencia artificial embutida en un robotín flotante que nos acompañará a sol y sombra.

Quedan incógnitas por resolver. Que ocurriera lo contrario no sería nada lógico; al fin y al cabo, hemos probado una versión sin terminar, lejos de ser definitiva. Es curioso contemplar la escasez de personas con las que coincidimos en el planeta base que sirve de vertebrador para conectar las distintas misiones; también se han recogido muchas dudas acerca de la duración real de Destiny, y del contenido que proveerán sus creadores para los niveles altos de personajes. Todo ello se resolverá pronto, y seguramente nos dure el buen sabor de boca cuando llegue el día de su lanzamiento.

Publicado por

Pedja

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