Aunque aún no puedo dar un veredicto subjetivo -y recalco este calificativo en negrita, ya luego explicaré porqué- sobre Castlevania Lords of Shadow 2, sí que quería resumir brevemente en mi blog mis sensaciones acerca de la enorme polémica suscitada en las últimas semanas con el lanzamiento de Konami. La famosa nota de la prestigiosa EDGE –ese 4 sobre 10– empezó a generar roces de afiladas piedras, mientras que la chispa logró prender finalmente con la supuesta filtración de un componente del equipo de desarrollo del juego, en el que se ponía de manifiesto que una serie de catastróficas desdichas habían derivado en la bajada de calidad de esta segunda entrega con respecto al primer y gran Lords of Shadow.
Como quiera que tales desdichas parecían provenir supuestamente -es un supuesto, porque es un testimonio que no está contrastado ni verificado con nombre y apellidos- de la dirección del proyecto, concretamente de Enric Álvarez, el tema que quema implosionó definitivamente cuando Eurogamer publicó una entrevista a este hombre en la cual se soltaban algunas perlas que, digámoslo así, ha levantado alguna que otra ampolla entre la prensa, sobre todo la considerada amateur.
El caso es que Castlevania LoS 2, si atendemos a la media de notas de prensa especializada, parece estar por debajo de las expectativas, aunque también destaca el hecho de que se hayan incluido mecánicas diferenciales respecto al esquema clásico de hack’n’slash que se seguía a rajatabla en el primer Lords of Shadow. Mecánicas que, con mayor o menor acierto, dotan de personalidad a un juego que, según Enric, ha sido injustamente tratado por la crítica.
Bien, respecto a la rajada del presunto desarrollador, he leído que sus superiores los han tratado de manera déspota, mirando por encima del hombro, con presiones de tiempo y espacio, e imponiendo decisiones de diseño a base de cacicada pura y dura. Por desgracia, cualquiera de nosotros, españolitos, que hayamos trabajado en una empresa patria de cincuenta o más trabajadores nos podemos ver terriblemente reflejados en estas declaraciones, aumentando los niveles de empatía hasta niveles insospechados.
Y respecto a la entrevista; como digo, me parece respetable y hasta sano el introducir variantes en la jugabilidad; los pasajes de exploración en escenarios abiertos parecen recordar a lo que dibujó Darksiders hace unos años, mientras que jugar como una rata para que un tío no te mate, siendo el mismísimo Drácula, parece un poco chocante. Pero a lo que voy es a las declaraciones que hace Enric sobre la prensa, la cual acusa de haberse quedado estancada y no progresar, en contraposición al avance de la industria del videojuego.
Está claro que la «prensa amateur» ha surgido como setas en humedad, y entre toda esa maraña de blogs y webs a veces se hace complicado localizar opiniones contrastadas, fundamentadas y bien escritas. Ahora, lo de calificar de ciego e idiota al que hace la crítica del suspenso de Edge, cuando dicha revista encumbró al primero, parece más propio de un Peter Molyneux de la vida. Mira, al menos éste reconoció hace poco que su Fable III era un completo despropósito. Sí, años después. Más vale tarde.
Y sin embargo, lo más sangrante de lo que se dice en la entrevista lo encuentro en el pasaje en el que Enric acusa a los analistas de videojuegos de realizar opiniones subjetivas en lugar de textos objetivos. Recupero aquí el candente tema de la subjetividad. Quizá el gran problema está en el término análisis, que se usa de manera cotidiana para el texto que desgrana lo mejor y lo peor de un videojuego que sale al mercado. De verdad, no se me ocurre cómo un review puede carecer de componente subjetivo, puesto que ese es el principal aporte de un redactor, basándose en su propia experiencia en el sector del videojuego.
Así que, si lo deseas, sustituimos lo de análisis por review o por crítica, y así no hay lugar a dudas. Piensa que, si todos los que escribimos análisis de juegos fuéramos cien por cien objetivos, todos los textos deberían ser iguales. De hecho, para eso ponemos a una máquina que saque como churros los artículos, y todos contentos. Lógicamente -y por suerte- esto es una utopía, puesto que estamos calificando y valorando una expresión de arte, lúdica y digital, pero arte al fin y al cabo. Uno puede estar en desacuerdo con una crítica, pero pierde cualquier atisbo de razón al tirarla por tierra por exceso de subjetividad, llegando incluso al insulto. Esa es mi opinión de la opinión.
Coincido contigo en que los análisis no son Objetivos, siempre serán una opinión del que lo analiza, por mucho que se intente lo contrario.
Pero no coincido contigo en lo de: «Ahora, lo de calificar de ciego e idiota al que hace la crítica del suspenso de Edge, cuando dicha revista encumbró al primero, parece más propio de un Peter Molyneux de la vida.» no coincido. Primero porque la revista puntúa a Rambo con 5, y no quiero hacer comparaciones, pero les resta mucha credibilidad a su análisis (y más después de haber jugado al juego) y segundo, porque el propio Enric Álvarez saca pegas a sus juegos. En la entrevista se puede ver como critica su saga Castlevania, afirmando que tienen fallos y habla de Jericho bastante mal, no estando contento con lo que hicieron y con mentalidad de hacer un FPS en un futuro como ellos quieren o desean.
Yo ya te digo que no me gusta el despotismo de Enric, que también me sentí muy identificado con lo que comentaba el anónimo, casi que parecía que yo había trabajado allí también, por las cosas que comentaba y que he vivido en primera persona. Pero después de jugar al juego hasta el final, le doy más la razón que quitársela. Ya era hora de que se afirmaran ciertas cosas, que me parecen muy acertadas. No es nadie para decir quién o no puede escribir sobre un juego, pero si acierta en que no todo el mundo puede estar lo suficientemente preparado para ello.
Tiex, yo estoy jugando al susodicho Lords of Shadow 2, y tiene toda la pinta que calificar con un 4 es una sobrada de categoría por parte del analista. Pero podríamos estar ante el mejor juego del mundo, y ten por seguro que aún así, sería el triple de sobrada calificar de IDIOTA al que haya plasmado su opinión en ese texto.
Magnífico!
Y sobretodo lo mejor es que te hayas centrado más en las pobres artes de seducción del jefe de proyecto que en el juego en sí mismo.
Yo también leí tanto la entrevista como el comentario del currante vapuleado. Cierto es que la mala baba del segundo podía restar también cierta objetividad a su visión sobre la obra y la persona criticada, pues una persona despechada no las tiene todas consigo cuando habla en caliente, pero en base de la información subyacía una veracidad a tener en cuenta. La misma veracidad completamente palpable en la entrevista al tal Enric, donde con solo un par de respuestas se destila perfectamente esa prepotencia de la que hablaba el trabajador.
Pedja, cierto que no me parece bien, de ahí que diga que su despotismo no me gusta, nunca me ha caído bien este tipo (aunque no lo conozco) Pero puede venir dado a la mala ostia que le tiene que poner a uno cuando ve que califican así a su juego, su producto, lo que le va a dar de comer, de esa manera y sin razón alguna. Así que en cierto modo le entiendo y también comparto algunas cosas que comenta.