Futuro distópico, concepto de esos que se llevan tanto ahora; ciencia ficción, más ficción que ciencia, por supuesto. La República Socialista Soviética de Kazajistán, de por medio y en el papel de los malos de la película. Y en el punto de mira, un hombre que vale por un ejército. Suficiente para averiguar de qué arcade estoy hablando.
Strider fue un juego que cosechó cierto éxito y reconocimiento, de los más destacados en la primera época de Capcom, digamos, previa a Street Fighter II. Manejamos a Hiryu, miembro de la organización secreta Strider, plagada de agentes que practican técnicas ninja. El protagonista, por supuesto, era el más brutal de todos ellos.
Estamos ante un arcade de scroll lateral, en el que nuestro avatar es capaz de moverse en ocho direcciones, hacer todo tipo de piruetas en el aire, subir paredes o colgarse de techos como el que lee el periódico. Su principal arma es una espada de plasma, a la postre, lo más identificativo del juego. Cada vez que pulsábamos el botón de fuego, Hiryu asestaba un mandoble que dejaba una gran estela de luz, aniquilando las criaturas hostiles que estuvieran a su alcance.
Además, el protagonista podía equiparse eventualmente con power-ups como incrementar su energía, extender el alcance de su hoja o incorporar pequeños aliados robóticos que le acompañarían de forma temporal en su aventura, como si de options de Gradius se tratasen.
Resultaba curioso comprobar cómo la primera fase se desarrollaba en la República soviética, con las típicas torres rusas contemplando nuestro avance desde el fondo. El desarrollo de la máquina se hizo de forma conjunta con la versión para NES, la cual, sin embargo, ofrecía un desarrollo particularmente distinto al del arcade.
De hecho, la versión para la ocho bits de Nintendo recordaba más a los Ninja Gaiden de Tecmo, con niveles de plataformas, saltos combinados para escalar paredes o disparos de proyectiles dejando el botón de disparo pulsado, al más puro estilo Megaman. En cualquier caso, era práctica habitual el realizar versiones de juegos arcade adaptadas a las características de NES, ocupando la conversión del Contra de Konami un puesto de honor en una hipotética lista de conversiones.
Más interesante os resultará recordar que el estudio japonés Moto Kikaku, una auténtica máquina de generar mangas, realizó la correspondiente adaptación a través de una historia que era bastante fiel a lo que podíamos ver en la versión comentada de NES. Sin embargo, el juego no fue lanzado en Japón, aunque estuviera previsto inicialmente. La cancelación dejó a los usuarios de Famicom sin juego, teniéndose que contentar únicamente con las historias ilustradas de Tatsumi Wada, dibujante del manga a la postre.
Kouichi Yotsui fue la cabeza pensante, la encargada de dirigir este proyecto en Capcom; Yotsui, más conocido por su alias “Isuke” con el que aparecía en los créditos del juego, había trabajado previamente en otros juegos de la compañía como Bionic Commando y Ghouls and Ghosts. Tras algunas discrepancias con Capcom, dejó la empresa al finalizar Strider.
Años después, se enroló en Mitchell, una compañía cuyo recuerdo suele monopolizar la saga Pang; en este caso, el dato más interesante se lo lleva Osman / Cannon Dancer, un título lanzado en 1996 por Mitchell y en el que se nota brutalmente la mano del ex-Capcom; algunos consideraban a Osman como la secuela espiritual de Strider. Otros, como el propio Isuke, lo denominaron como una auto-parodia del arcade de Capcom.
Strider, como buen arcade de finales de los ochenta, vio pasar una auténtica avalancha de conversiones a sistemas domésticos. La versión más destacada fue la de X68000, sistema especialista en recibir conversiones prácticamente calcadas al arcade; le sigue a poca distancia la versión Mega Drive, publicada y desarrollada por la propia SEGA; versión muy meritoria, salvo detalles que se echaban de menos como las voces digitalizadas, y una portada protagonizada por un Hiryu versión moñas. Por su parte, la conversión para Master System adolecía una brutal ralentización cada vez que Hiryu asestaba mandobles, arruinando por completo la experiencia.
Por otro lado, PC Engine también recibió su propia conversión, con voces incluidas, y además con un nivel extra diseñado especialmente para esta versión. Los ordenadores de ocho bits vieron pasar una conversión a cargo de Tiertex, en la que se simplificaba al máximo el escenario y el aspecto gráfico en general, pero conseguía implementar un manejo del personaje bastante decente.
Hiryu apareció de nuevo en la segunda parte de Strider, o mejor dicho en dos segundas partes diferentes. Por un lado, Tiertex volvió a la carga con un Strider II exclusivo para ordenadores de ocho y dieciséis bits, en el que el ninja podía convertirse en un cyborg de horrible diseño. Por otro, Capcom lanzó para arcades Strider 2, nada menos que diez años después que el original; su mecánica era muy similar al primer juego, con sprites sobre fondos tridimensionales. La versión que se lanzó para PSX de este juego traía de regalo el Strider original.
Capcom parece tener al ninja en alta estima, introduciéndolo en cross-overs de lucha one vs one como Marvel VS Capcom. Incluso llegó a encargar a la desaparecida GRiN Studios un remake de Strider, el cual no llegó a ver la luz. GRiN fue capaz de hacer regresar a Bionic Commando al presente, hazaña que no pudo completar con Hiryu. Quizás algún día se retome el proyecto…
Buenas!
Me encanta el Strider!
En concreto, la versión de megadrive fue mi juego preferido durante mucho tiempo…el ritmo de las fases me encanta, tanto estás luchando contra soldados comunistas como saltando entre paredes que se juntan para aplastarte, entrando en cámaras sin gravedad o enfrentándote a jefes alucinantes como el ciempiés del Politburó (para mí, el mejor y más espectacular de todos), dinosaurios, gorilas gigantes mecánicos, piratas, una especie de cazarrecompensas espacial…
El análisis genial…como único detalle, entre los juegos posteriores relacionados con la saga, indirectamente yo incluiría al Moon Diver de Square para XboxLive-PS3, que es «otro hijo de Isuke» y recuerda mucho a un Strider a dobles (buenos, hasta 4 simultáneos, no?)
Un saludo y me encanta el blog, aunque no haya comentado hasta ahora, lo descubrí en una colaboración que hicistes con el podcast del clubvintage (creo que sobre el ISS deluxe) y desde entonces he leído cosas muy interesantes (me gustó muchísimo la entrevista al «dios» Ritman, enhorabuena!)
Molsupo, tus comentarios y visitas son bienvenidas, me alegra que lo descubrieras con la colaboración del Club Vintage, me hizo mucha ilusión realizarla. Y bueno… ¡ya veo que alguien al menos me escuchó, jejeje!
Abrazote,
Que pedazo de juego este!!!! El manejo era una auténtica delicia en lo que respecta al ramillete de movimientos ninjas «chulos» que transmitian la emoción hasta dejarla impresa en las venas. Y su música!! No habeis comentado nada de la BSO la cual era simplemente alucinante. Lo único malo como bien apuntas es esa HORRIBLE portada en la que Strider tiene toda la cara del tio Joey de «Padres forzosos» y que echaba tanto para atrás que por desgracia muchos se quedaron sin probarlo, y por ende sin descubrir esta joya.