La crisis se hace notar, queridas y queridos. Han sido muchos años de buscar, encontrar y restaurar máquinas de ocio electrónico y videojuegos, pero llega el momento en el que tienes que decidir algo importante, y la decisión pasa por vender todo lo que tengo en mis estanterías. Y es que la casera me ha dicho que si quiero conservar todos estos cacharros en el piso me triplica el precio del alquiler, canon de SGAE incluído, y la cosa no está para tantas alegrías.
Me duele deshacerme de joyas del coleccionismo como Navy Moves en edición de lujo para MSX, de las Game & Watch, de las mini-máquinas arcade de Gakken con luz iridiscente, de mi flamante Neo Geo japonesa y sus megagigantescos cartuchos de tropocientos megas shock, de mis dos Spectrum +3 -aproveche usted la oferta del 2 x 1 local y recoger-, del codiciado Goonies en cartucho MSX, de la Micro Manía de la Turbo Girl en portada, del Dustin de Spectrum con la portada firmada por el maestro Azpiri, o de artículos más recientes como la edición coleccionista de Batman Arkham City, aunque el muñeco del caballero oscuro no planee como en el juego -comprobado, que el otro día se ostió al caer desde moderada altura-.
De hecho, mi idea es vender todo el pack de forma conjunta, para que el trauma tenga el menor impacto posible y pase de un tirón. Incluyo artículos nunca vistos, como un pelo del pecho del hombre lobo de Knight Lore, la clave de la segunda fase del Freddy Hardest, la bola de cristal del mago de Spirits, la caja de cartón en la que se esconde Snake, la longaniza auténtica del Capitán Sevilla, un cuaderno con Pokes apuntados a bolígrafo, los peluches de Mario, hasta la Seta Toad a la que le pegó un bocao el otro día mi perra.
Adjunto a continuación el enlace de eBay en el que he colocado la subasta. El precio de salida es de 875 pesetas, a modo de homenaje a los precios que instauró Erbe en su día. Pujad, pujad, como si no hubiera mañana. Ver enlace de la subasta.