La gente de Ready at Dawn logra insuflar un poco más de aire a una PSP que ve demasiado de cerca el advenimiento de su segunda iteración, sabiendo que poco a poco comenzará a alejarse de la élite portátil, en la que se mantiene a duras penas por la tremenda escasez de títulos potentes.
Y lo logra llamando al de siempre, al que reparte ostias sin despeinarse, sin dejar títere sin cabeza y con todo el componente gore que se acentuó en la entrega de Playstation 3, con un Kratos que una y otra vez se tiñe de rojo debido a las caricias efectuadas a las mitológicas criaturas que se encuentra en su devenir por la aventura. Una aventura que le lleva en busca de su hermano, que parece un poco sacado de la manga para la ocasión, pero que acaba cubriendo huecos de la historia que todos sabemos de memoria, narrada en los juegos de Playstation 2.
De igual manera, también nos sabemos todos el buen recibimiento que tuvo Chains of Olympus, la primera entrega de la saga para la portátil de Sony. El quid de la cuestión estaba en ver si Ready at Dawn mejoraba lo presente y sabía cubrir los puntos flacos de dicho juego. Principalmente, se nos quedó demasiado corto en su momento, con una duración bastante más reducida que la de otras entregas de la saga.
Si nos centramos en dicho apartado, Ghost of Sparta rondará las siete horas de duración: más que antes, aunque tampoco algo brutal. Sí que se puede calificar de brutal a la intensidad transmitida durante el juego: el estudio desarrollador ha conseguido mantener el interés en la acción, combinando puro beat’em-up con los clásicos puzzles, y además sabiendo cambiar el punto de vista o el ritmo de juego, con momentos scriptados donde el escenario se derrumba o un bicho gigantesco nos persigue.
Para rematar el apartado jugable, en el que los QTEs siguen siendo los reyes de la fiesta, con su inteligente ubicación de botones mostrados en el mismo sitio que en el que está situado en la consola, o la inclusión de las magias controladas por la cruceta digital, destaca sobremanera la inclusión de una combinación de armas cien por cien espartana: escudo y lanza, que nos permitirá cambiar totalmente de tercio, ofreciéndonos una forma distinta de afrontar los combates, en contraposición a las espadas de Atenea, que se manejan igual que las «caóticas» clásicas.
Pero sin duda lo que más nos va a llamar la atención es el zumo de bits que han obtenido a base de exprimir los circuitos de la PSP: resulta complicado imaginar un nivel técnico más currado que el que aquí veremos, capaz de asombrarnos sólo con ver el tremendo oleaje al que nos enfrentamos en la tormenta del comienzo, o los enormes mastuerzos como Scylla, con el que mantendremos una interesante «conversación». Las melodías siguen la tónica épica habitual de la saga, aderezado con un doblaje al castellano de gran nivel.
Un nuevo God of War, perfecto para los seguidores de la saga: se cambia poco o nada de su clásica mecánica, si bien se logra otorgar en la segunda mitad del juego de un enfoque algo distinto, gracias a las armas espartanas. Por lo demás, apostar sobre seguro no suele fallar, y menos en los tiempos de necesidad en que se mueve Playstation Portable.
Muy buen analisis!!
La verdad es que es un juegazo…supera con creces al anterior de PSP. Ademas, incluye extras como la arena y el Templo de Zeus que aumentan la experiencia jugable del titulo.
Saludos!!
El primero me encantó, y mira que a mi los GoW de las consolas mayores no me gustaron mucho. Supongo que este me dejará igual de maravillado 😀