Review F1 2010 – Playstation 3

Siendo sincero, los videojuegos de Fórmula 1 nunca han sido santo de mi devoción, pese a que soy capaz de recordar al F1 Simulator de Mastertronic como uno de los primeros juegos que probé en mi viejo MSX. Si tuviera que quedarme con algún título del pasado, no dudaría en escoger al F1 World Grand Prix de Nintendo 64. Los creadores del recordado Pilotwings 64, Paradigm, lograron recrear un efecto visual muy cercano a la retransmisión televisiva del circo de las cuatro ruedas.

Dando un salto algo mayor en el tiempo, y sin dejar de mencionar a los juegos programados por Geoff Crammond, el título que ha programado Codemasters para Playstation 3 y Xbox 360 sucede al F1 2006 del estudio de Liverpool de Sony, uno de los primeros juegos de carreras que vio la luz en PS3. Sin embargo, en este caso, y sin desmerecer al título de los ex-Psygnosis, desde el principio vamos a notar que en esta ocasión se ha cuidado cada detalle de la simulación al máximo posible.

Y es curioso comprobar, también desde el minuto uno del juego, que el envoltorio es muy parecido al de otros títulos de conducción facturados por el grupo británico; de hecho, el intermedio que protagonizaremos en nuestro camerino entre carrera y carrera, con nuestra mánager y un equipo en el que ver los resultados hasta la fecha, es clavado a la interfaz que proponía Dirt 2. Si hasta podremos realizar flashbacks cuando la pifiemos en carrera para volver atrás en el tiempo…

De todos modos, ahí acaban las similitudes, ya que el modo principal, Trayectoria, se adapta fielmente al día a día de un piloto real de Fórmula 1. Comenzaremos aceptando una de las propuestas iniciales, las cuales provienen de las escuderías más humildes, como Toro Rosso, Force India o Sauber. Nos impondrán objetivos poco ambiciosos, como terminar la carrera o superar a nuestro compañero de equipo; si logramos destacar, nuestra representante nos comentará que tenemos ofertas de equipos de mayor renombre.

Y cada carrera tendrá a su alrededor toda la parafernalia que acompaña a este particular circo: tendremos la ronda de libres, perfectos para ir aprendiéndonos las zonas más delicadas del circuito; luego vendrán las rondas de clasificación, las cuales durarán más o menos dependiendo de la configuración que elijamos; y finalmente, la carrera. Entre ronda y ronda, tendremos a nuestra disposición a los mecánicos para configurar los reglajes del coche y el tipo de neumáticos, mientras consultamos los tiempos de cada piloto, cómodamente instalados en el cockpit de nuestro bólido.

La inmersión está conseguida, no hay duda; sin embargo, quiero decir ya que estamos ante un título que no todo el mundo aguantará: la configuración de carrera más corta abarca el 20% de duración, algo que equivale a unas diez o doce vueltas al circuito. Si a ello unimos los libres y las clasificaciones, obtendremos un juego que requiere de mucha dedicación. He leído opiniones que pedían una configuración de carreras con menos vueltas… pero no le veo sentido. La F1 es la F1, con todas sus consecuencias.

Y vaya sí hay consecuencias: por ejemplo, si nos equivocamos con la elección del neumático, perderemos un tiempo precioso por tener que entrar en boxes antes de tiempo. Si abusamos del rebufo del coche delantero, es posible que la concentración de aire viciado recaliente demasiado nuestro motor. Detalles que no hacen más que aumentar más aún la inmersión perseguida.

Por supuesto, la configuración del manejo del coche es esencial para lograr un mayor o menos grado de simulación. Y para mí, la mejor opción es la intermedia. Podemos correr con todo tipo de ayudas, pero perderemos toda la gracia. También podemos desactivarlo todo, lo cual derivará en un constante quiero y no puedo capaz de desesperar al más pintado. Creo que lo óptimo puede ser jugar con ABS y tracción activados, además de utilizar cambio de marchas manual, una vez que cojamos soltura al volante.

Y qué decir del apartado gráfico; hay que descubrirse con la versatilidad del motor EGO, que sigue dando sus frutos. Las cámaras interiores logran una efectista sensación de velocidad, proporcionándonos acceso visual al obsesivo nivel de detalle de cada circuito, desde el clásico recorrido de Mónaco hasta los nocturnos virajes que experimentaremos en Shanghai.

Aún mejor resultan los efectos climatológicos, capaces de cambiar el curso de una carrera; los efectos de agua sobre el asfalto y la iluminación dinámica son canela fina, y por supuesto, afectan tremendamente al apartado jugable, en el que conviene secar cuanto antes los neumáticos, siguiendo las estelas de asfalto que hayan recorrido previamente los pilotos.

Y hablando de pilotos, la IA «enemiga» suele ponernos en problemas, cerrándonos espacios o aprovechando la potencia de sus vehículos, aunque a mi parecer se resta realismo el hecho de que podamos «tocarnos» demasiado con los rivales sin destrozar demasiado nuestro vehículo. De hecho, la gestión de daños está implementada de forma superficial, siendo éste uno de los puntos a mejorar para la próxima entrega, junto con ausencias como la del safety car.

Respecto al resto de modos, F1 2010 flaquea un poco en comparación con el tremendo modo Trayectoria. Los modos online sólo aceptarán doce pilotos de forma simultánea, y aunque se ha implementado un sistema de experiencia y niveles para nuestro perfil multijugador, se echa de menos algún tipo de campeonato… por no decir de la dudosa decisión de obviar el split-screen para jugar dos personas en una misma consola -algo que, por cierto, sí tenía el F1 World Grand Prix de Nintendo 64-.

Conclusiones

Un juego bastante redondo, muy meritorio para ser el primer acercamiento de la gente de Codemasters a la Fórmula 1; la experiencia del grupo programador en el ámbito de las carreras digitales, la potencia del engine gráfico y las decisiones tomadas a la hora de plantear el modo Trayectoria, prácticamente todas acertadas, realzan el valor de un conjunto que, si bien no carece de errores, podrá aprovechar este margen de mejora para el futuro F1 2011. Hasta entonces, un imprescindible para los seguidores de este deporte.