Cyanide entró en conflicto con la compañía creadora de Warhammer hace unos cuantos años. La causa fue cierto juego llamado Chaos League, el cual se parecía sospechosamente a la franquicia más desenfadada de Games Workshop. El conflicto derivó, años después, en el juego que hoy os analizo. Y debo decir que la adaptación del popular Blood Bowl para Xbox 360, distribuido en nuestro país por Digital Bros, cumple su cometido a la perfección, que no es otro que el poder disfrutar de la representación del juego de mesa a través de la consola de Microsoft. Y no deja de ser cierto todo lo que se ha comentado hasta el momento del juego, sobre todo, la mención al tiempo de aprendizaje necesario para comenzar a dominar sus técnicas, bastante elevado en este caso.
Sin embargo, este detalle no debería ser considerado una desventaja o un error del propio juego: debemos tener en mente que Blood Bowl encierra una gran cantidad de reglas que construyen la mecánica central del juego, y que deben ser aprendidas sí o sí para comenzar a desenvolverse medianamente bien en el campo de juego. Y tranquilos, no hay que aprender extrañas técnicas adicionales de fútbol americano. Básicamente, la idea es que un jugador de nuestro equipo lleve el balón a la zona contraria de Touchdown, anotando un punto para el equipo. Y el que más puntos consiga, gana el partido.
Esto es simplificar mucho las cosas, evidentemente; para empezar, tenemos que formar nuestro equipo con jugadores de diversas características. Podremos ir potenciando sus habilidades o realizar nuevos fichajes conforme ganemos pasta. El caso es conjuntar fuerza bruta y habilidad para controlar el balón y esquivar las acometidas enemigas. Porque acometer, se acomete que da gusto, siempre con dados de por medio, claro está. Incluso hay árbitro y alguna vez puede pillarte y expulsarte a algún jugador, pero puede decirse que uno de los objetivos primarios radica en partir las piernas del rival. Bueno, hay lesiones mucho peores que la rotura de ligamentos en el juego…
Blood Bowl se maneja bien desde su interfaz, simplificada y clara, y perfectamente adaptada al pad de Xbox 360, aunque vuelvo a repetir: hacen falta muchas tardes de práctica para ser competitivo, para aprender los detalles más básicos, como puede ser el aprovechar nuestro dinero para comprar animadoras que nos haga ganar una pequeña ventaja en cada saque de centro, hasta técnicas útiles como el colocar a tus piezas más brutas alrededor del rival que controle el balón en ese momento, para fastidiar su próximo movimiento de pelota.
El juego basado en turnos es idéntico al de tablero, con la ventaja de que las tiradas de dados y los cálculos de fuerza para cada embite entre jugadores serán calculados de forma automática por la consola. Por cierto, se ha implementado un modo alternativo de juego en tiempo real, pero la verdad es que desvirtúa un poco el espíritu original del juego y se queda en mera anécdota.
Técnicamente, decir que el juego utiliza el engine GameBryo, popular por mover los vastos mundos de fantasía de Bethesda como Fallout 3 y Oblivion. En esta ocasión puede decirse que cumple simplemente con su cometido, con escenarios diversos y correctos, y personajes y razas bien detallados pero con animaciones muy mejorables. Lógicamente, este punto no es el más importante de este tipo de juegos, pero sí se hubiera agradecido un mayor despliegue de «efestos espesiales», de estos que nos gusta tanto ver últimamente.
Por su parte, el sonido también rellena el expediente lo justo, contando con unos pocos de gruñidos y sonidos guturales para cada raza, y un par de comentaristas -con voz en inglés- que animan el cotarro, y que al menos no tienen la voz ralentizada como ocurre en cierto juego de fútbol…
Conclusión
Tanto para jugarse unas cuantas ligas en solitario como para retar a la comunidad online con partidos y campeonatos, el título de Cyanide es prácticamente perfecto para los fans del famoso juego de mesa, y un notable reto para todo aquel que quiera foguearse en este particular universo, donde los orcos, los enanos y los humanos deciden dejar las armas y practicar deporte, eso sí, con Fair Play en todo momento.
Aunque resulte un poco flojo técnicamente, su accesible interfaz y manejo directo nos ayudará a aprender sus entresijos en menos tiempo. Requiere paciencia, pero será recompensada… aunque puede que acabes con unos cuantos piños de menos.
Yo había probado uno para pc, no sé si era este o parecido (al menos el mismo tipo si) pero ni siquiera me chutaba así que lo dejé correr xD.
eso si, tiene pinta de chungo.