La propuesta que Halo 3: ODST plantea al jugador se divide en dos partes claramente diferenciadas, una por cada DVD incluido en la caja. La primera, una campaña que nos resultará más corta de lo que se suele estilar en el género, pero con el aliciente de estar concebida de forma ligeramente diferente respecto a las anteriores entregas de la saga.
La segunda parte se queda con todo el apartado multijugador que ha podido jugarse hasta la fecha en Halo 3, incluidos mapas y modos descargables. Me replanteo el público que forma parte del target de ODST, y la verdad es que, para un alto porcentaje del mismo, este segundo disco no le ofrecerá nada que ya no tenga hasta la fecha. Para todos ellos, el peso del interés debe recaer en una campaña de la que únicamente saben que no durará demasiado y en la que el Jefe Maestro hará mutis por el foro. Entonces, ¿me gasto los cuarenta euros de esta peculiar expansión?
La respuesta debe inclinarse hacia el lado afirmativo, en mi opinión; y conste ante todo que está hablando alguien que considera a los Halo mucho menos de lo que todo el mundo habla y eleva a los altares. Me parecen buenos juegos, capaces de hacernos creer en el pad de consola como instrumento útil para manejar un FPS, pero alejados de las joyas de la corona que han ido saliendo en el género a lo largo de la historia del videojuego.
Pues bien, la campaña de Halo 3: ODST me ha enganchado terriblemente, mucho más de lo que lo hizo la del propio Halo 3. Me ha gustado mucho su estructura narrativa: el soldado novato recorre una gigantesca Nueva Mombasa en la que aún se escuchan los ecos lejanos de una reciente batalla, y en la que debe encontrar un objeto y una ubicación que le recuerde a un soldado de su tropa, momento en el cual se producirá el Flashback y encarnaremos al personaje en cuestión en plena confrontación contra el Covenant.
No debe uno fiarse de los primeros minutos de la campaña. El deprimente y oscuro escenario, recorrido por los pasos lentos y desorientados del novato, lo convierten en un nefasto comienzo. Todo cambia cuando el tiempo viaja hacia atrás por primera vez. Entonces, y a partir del nivel de dificultad heroico, nos encontramos ante retos de enormes dimensiones, en los que ya no manejamos a un superhombre, sino a un soldado que en cuanto se le agota la primera capa de pintura defensiva, queda expuesto a una terrible muerte que puede llegar de cualquier lado, porque el enemigo siempre nos va a superar en número, y a menudo, en arsenal ofensivo.
Debemos hacer uso de la estrategia de cada punto del escenario: las batallas suelen estar localizadas, como buen Halo, en campo abierto, pero con ciertos puntos elevados que podemos aprovechar, múltiples objetos tras los que parapetarnos para preparar nuestra siguiente acometida, y de vez en cuando, compañeros en los que apoyarnos, aunque sea para hacer de pantalla y que nos cubran por unos instantes. La intensidad de los combates, como digo, me ha parecido incluso superior a los de Halo 3, quizás simplemente por la constante sensación de inferioridad respecto a los hostiles.
Bien es verdad que el apartado gráfico permanece prácticamente impertérrito; al fin y al cabo, estamos ante una expansión, y difícilmente iba a mejorar la cosa respecto al juego matriz del que parte. Hay que decir que el conjunto visual ya se queda lejos de lo que uno cabe esperar a estas alturas de la generación. Con todo, el arte del equipo de diseño salva de nuevo los muebles. Por su parte, la banda sonora rezuma calidad y refleja a la perfección el brutal contraste entre la tenebrosa soledad del novato – acompañado por melancólicas melodías de piano- y el fragor de la batalla en el que participan el resto de soldados, orquestado mediante típicas fanfarrias de corte épico.
Por último, decir que el modo tiroteo es como un Horda de Gears of War 2, pero cambiando las ratoneras por espacios mucho más grandes y abiertos. Resulta un inteligente añadido para jugar con los colegas, pero eso, sólo con partidas donde participen amigos agregados al Live, porque no ofrece la posibilidad de crear partidas abiertas a cualquier persona; esto es algo que, oigan, no acabo de entender. Si no conoces a nadie que tenga el juego, o no coincides con sus horas de juego, de poco te va a valer este modo.
Conclusiones
Halo 3: ODST conserva los valores que han encumbrado a Halo en su género, ofreciendo a su vez una perspectiva bastante distinta al despojarnos de la fuerza y el escudo regenerador del Jefe Maestro, dejándonos una y otra vez en inferioridad y obligándonos a sobreponernos a través de movimientos inteligentes y calculados para sobrevivir al infierno que nos espera en Nueva Mombasa.
Una campaña corta pero realmente intensa que bien merece la pena jugar, aunque como mínimo en Heroico sino quieres ventilártela en unas pocas horas, y un modo Tiroteo interesante de jugar, en el que se echa de menos la posibilidad de crear partidas online abiertas a cualquier jugador de Live. Lo dicho, esto es una expansión que contiene extras -multijugador de Halo 3-, y como tal, a mi me ha satisfecho totalmente. Que estés o no de acuerdo con su precio es harina de otro costal.
O las capturas son muy buenas o realmente el juego pinta muy bien. Nosé yo si merecerá la pena con tanto título guapo que está saliendo por ahí y va a salir este fin de año 😛
Un imprescindible para el que no tenga los mapas del Halo3 y quiera disfrutar de su online al completo. Pero es una pena que sólo se pueda jugar al modo tiroteo con amigos.
Sinceramente no lo entiedno, mi pregunta és: ¿Son necesarias las partes con el novato? Devolveran a los que pagaron por los Mapas Legendarios y Heróico por comprar Halo 3 ODST.
El juego, imprescidible para los jugones de Halo, ese no es el tema, como bien explica Pedja la cuestión es si considerarlo juego o expansión.
Si es lo primero el juego sale barato, pero deberá ser evaluado como tal y si es lo segundo el juego sale caro pero la nota debe ser superior.
Mi humilde opinión
Pues como bien sabrá mi amigo Pedja yo soy fan absoluto e incondicional de los Halo desde su primera entregam y HOYGAN, creo que este ODST ha perdido toda la carga épica. No sabría a qué achacarlo, pero pocos momentos emocionantes me ha deparado este Halo. Sí, me ha enganchado y divertido, pero por el camino se le ha perdido parte del alma…