Poco antes de que estalle el aluvión de lanzamientos que nos esperan de aquí a final de año -y más allá-, Raven Software enlaza con la brutal representación de las desventuras peliculeras de Lobezno de hace unos meses y dispara directamente al corazón del ocultismo nazi, billete únicamente de ida al caos sobrenatural que han montado, una vez más, Hitler & Co.
Aunque el Führer no se deje ver en esta ocasión, sí que tendremos que dar buena cuenta de cientos de soldados enemigos, mientras indagamos y profundizamos en el extraño poder que proporciona un desconocido mineral a través de un arcano artilugio, capaz de hacer que ralenticemos el tiempo -más bullet time-, aumentemos nuestro poder ofensivo, resistencia y velocidad, además de proporcionarnos una especie de azulada visión nocturna destapasecretos. Ya que nuestro querido Blazkowicz, alias ‘el amerrricano‘, no dispone de nanotrajes o reflejos ultrahumanos, qué menos que aprovecharse de este misterioso poder.
Así pues, el desarrollo jugable de Wolfenstein se divide en dos partes diferenciadas: por un lado, el FPS puro y duro, el de toda la vida, muy similar al que ya probamos en anteriores entregas de la saga. Nuestra habilidad y puntería para deshacernos del régimen nazi recibirá una valiosa ayuda cuando decidamos hacer uso del Velo y sus poderes anteriormente mencionados. En este sentido, pues bueno, el juego cambia de ritmo y gana en variedad, aunque las habilidades especiales no son un dechado de originalidad precisamente.
La historia se desenvuelve a través de las misiones que nos encomiendan diversos grupos de la Resistencia, en pos de desvelar una trama que resulta básica donde las haya. El cacaerado sistema de libertad a la hora de movernos entre misión y misión pretende emular a un SandBox. Tampoco me extraña, porque en los últimos tiempos, el Sandbox es como los hijos que contemplan a su padre: todos quieren parecerse a él. Lo malo es que el truco no funciona y se reduce a unos cuantos tiroteos por la ciudad para amenizar el trayecto a la siguiente fase. Aunque podemos alterar el orden de ciertas misiones y comprar mejoras de estraperlo para nuestras armas a lo RPG, yo creo que no aportan excesivamente demasiado a la acción…
…Porque lo que es la acción en sí, cuando nos metemos en faena de verdad, el juego logra mantener la intensidad y la diversión intrínseca al shooter de antaño. La linealidad y lo clásico de su planteamiento no presentan ningún impedimento para que el buen catador del género disfrute a sus anchas. El aliciente de utilizar elementos del escenario y la física del Havok en nuestro beneficio -y en el del gore resultante- suma puntos a favor de un juego que sigue siendo tan pasillero como siempre. Hay cosas que no tienen que cambiar.
A nivel técnico, uno no deja de sorprenderse con el engine del Doom 3, más exprimido que un limón en verano. A nivel de texturas, animaciones y representación facial, Wolfenstein se encuentra un par de peldaños por debajo de los cabezas de serie; aún así, Raven ha firmado un admirable trabajo y el conjunto no luce nada mal. El apartado sonoro es mucho más potente: notable BSO, aceptable doblaje y contundentes FX.
Para rematar el cuadro, el multijugador ofrece un sistema con dos bandos y tres clases (soldado, médico e ingeniero) que recuerda al online del genial Return to Castle Wolfenstein, aunque se antojan escasos los ocho mapas disponibles y los tres modos de juego. Aún así, no está de más para complementar una campaña de corto recorrido.
Conclusión
Despojemos a Wolfenstein del que sí, pero que no, que remotamente recuerda a un SandBox y quedémonos con las misiones, sus tiroteos y culatazos, los secretos escondidos a mala leche en el escenario y el mítico momento en el que hacemos volar por los aires el casco de un despistado nazi. Aunque se acabe pronto, se hace plenamente disfrutable. Al fin y al cabo, Wolfenstein es lo que es, y no creo que haga falta cambiarlo.
Por cierto, dato curioso: el primer FPS en mucho tiempo en el que no puedes utilizar pistola. Gallifante pixelado para el que se le ocurra otro.
Yo ahce tiempo a, había jugado al Return to Castle Wolfenstein Para PC y aún lo jugué bastante hasta acabarmelo. Unos cuantos años después Jugué a uno de los Wolfenstein (ni recuerdo el nombre del título) para la ps2, pero no llegué a jugarlo demasiado, ya que no es lo mismo apuntar con el ratón que con un mando.
De todos modos, siempre he preferido los juegos en los cuales nuestra vida se recupere al resguardarnos, como pasa con algunos call of dutys. No me gusta demasiado que me disparen y estar con un triste 8% de salud y grabar la partida y que me cueste un riñón poder avanzar más porque ya no quedan kits médicos, que o reinicias nivel o nada.
De todos modos, no he seguido demasiado estos juegos del Wolfenstein, entre otras cosas porque para ordenador ya no creo que mi ordenador pueda con ellos.
pues haber, mucha gente no le a dado el visto bueno y se queja de cientos de cabronadas a las que no le encuentro sentido, a esepcion por la inteligencia artificial ( que nunca a sido el fuerte de id claro esta ) esta brutal, claro falto indagar mas en el ocultismo o almenos en ese ambiente desolado del RTC pero aunque no me lo e terminado lo recomiendo. el hardcore, la variedad de enemigos, el perzonalizado de armas y el texturizado son elementos muy fuertes y ademas de las misiones creo que equilibran muy bien ante suus defectos.
( por cierto CJ tiene mucha papada :0 ) haber si deja un buen final.