La nueva visita de DICE al Campo de Batalla reduce a cuatro los protagonistas del juego, conformando lo que se denomina como la Bad Company, un grupito que, como aquella famosa familia del cómic, es la auténtica monda, sobre todo si escuchamos sus sarcásticos comentarios ante el auténtico infierno al que se enfrentan.
Logros en dudosa compañía
Lo mejor que puede decirse de Bad Company es que, siendo un nuevo FPS de guerra que pasa a engrosar la inmensa lista que satura esta generación, puede presumir de unos cuantos logros; el primero, quizá el más sorprendente y el que más puntos se llevaría si lo desbloqueásemos en una Xbox 360, es conseguir que un juego de la saga pueda exhibir una campaña a la altura de las mejores del género, logrando despertar incluso mayor interés que su característico modo multijugador.
DICE ya se dio cuenta con la anterior iteración de la saga, Modern Combat, de que al moverse con soltura en el terreno consolero se necesitaba algo más que un sólido multiplayer; así, dicho juego incluía una campaña que poseía detalles curiosos, como llevar a un grupo de soldados con distintas características, entre los que podíamos alternar el control en cualquier momento mediante un efecto más parecido a la ‘posesión‘ que otra cosa.
En esta ocasión, el modo monojugador sirve de auténtica exhibición para el nuevo engine Frostbite, utilizado en este Bad Company con pleno acierto. Por un lado obtenemos una representación visual muy detallada de los escenarios, alcanzando el notable también para los modelos de los personajes y vehículos, todo bañado por una correcta iluminación y una tasa estable de frames por segundo.
Tras este velo gráfico se oculta el verdadero potencial de Frostbite; para activarlo, basta con soltar un pepinazo contra cualquier edificación o estructura; comprobaremos que es posible derribarlos si la potencia de fuego es considerable, con un efecto doblemente interesante: por un lado resulta estético, con muy pocas referencias en el género (tal vez aquel lejano Red Faction); por otro lado, estratégico y directamente proporcional a la jugabilidad: si destruyes los posibles parapetos al enemigo, no tendrá donde esconderse, aplicándose de manera inversa en tu contra.
Por su parte, el sonido es absolutamente demoledor, recomendando encarecidamente un buen sistema 5.1 para escuchar las explosiones, impactos y demoliciones. Creerás que se te viene la casa encima… aunque igual es verdad.
Partiendo la pana
A la hora de jugar, los puntos negativos pueden encontrarse tras una Inteligencia Artificial enemiga algo cortita, o en la imposibilidad de manejar a tus otros compañeros, que a veces se quedan demasiado al margen (y eso que tú eres novato en la compañía). Por contra, el planteamiento de campo abierto unido a la posibilidad de destrucción de escenarios y manejo de vehículos hace que podamos afrontar las misiones de múltiples maneras, ofreciendo finalmente un balance, sin duda, de lo más positivo.
El multijugador, por su parte, inició su andadura con un solo modo -Fiebre del oro-, al cual se le añadió el clásico Conquista con un parche posterior. Tanto uno como otro ofrecen 24 jugadores simultáneos, un sistema de subida de rangos parecido al de Call of Duty 4, los vehículos, el componente estratégico de las clases y la reaparición junto a nuestro grupo -nos asignarán junto a otros dos soldados dentro de nuestro equipo. Aquí no suele fallar esta saga.
Conclusión
Nos encontramos con un juego brillante a todos los niveles, aderezado con un punto de frescura (por fin combatimos en escenarios que no son de cartón piedra) que además eleva varios peldaños el nivel jugable.
Quizás el multijugador no innova demasiado, y es cierto que la iniciativa y el comportamiento de los demás personajes en el juego no es todo lo acertado que se esperaría, pero os aseguro que vale mucho la pena, entre otras cosas, para escuchar las absurdas conversaciones entre tus compis Sweetwater y Haggard.
Enlaces Relacionados
– A través de la página TestFreaks.es podemos contar con todo tipo de opiniones sobre videojuegos, recogiendo una gran cantidad de puntuaciones procedentes de las mejores revistas de videojuegos de la web.
– Battlefield Bad Company en TestFreaks.es
Después de leer el analisis y haber probado la demo es un juego que podría haber comprado si no tuviese ya varios FPS, una pena que no me tocase a mi en el sorteo :P.
La verdad es que del modo historia no puedo hablar porque no lo he jugado mucho por culpa del excelente modo multijugador.
Escenarios destructibles y enormes, vehiculos a tutiplen, clases de soldado para elegir, partidas repletas de jugadores. ¿Alguien da más?.
Puestos a poner hacía falta más modos de juego y mayor cantidad de mapas pero aun así el multijugador engancha, y con ganas.