Aunque les separen dos años de diferencia, la verdad es que las similitudes entre NARC y Crime Wave son más que evidentes. Sin embargo, la constante parodia, el look ochentero, pulp y tarantinesco de Crime Wave le otorga el suficiente peso como para merecerse un comentario aparte.
NARC: dí no a las drogas, alto y fuerte
Por un lado, tenemos la recreativa NARC, que salió al mercado allá por el año 1988 de la mano de Williams. En dicha máquina se trataba el espinoso tema del narcotráfico, a la vez que se representaba con una crudeza extrema la acción con scroll horizontal que presidía el título. Gráficos digitalizados, sangre a borbotones y dificultad elevada fueron las bazas de un arcade convertido posteriormente para sistemas domésticos por Ocean. Por cierto, a destacar uno de los mejores nombres de ‘Final Bosses’ que puedo recordar: el payaso drogata ‘Kinky Pinky’. No confundir con cierto Teletubbie.
Crime Wave: Pulp Fiction Game
Por otro lado, el mencionado Crime Wave. A veces da la impresión de que se construyó sobre la base de NARC, pues tenemos factores en común como el monitor que sale entre nivel y nivel, presentándonos a los enemigos que nos encontraremos en la fase, o algunos escenarios realmente parecidos. La estructura jugable es idéntica: avanza y dispara, recoge multitud de armas y miriadas de ítems, entre los cuales se encuentran las ‘evidences’, o sea, fajos de droga.
Existen armas bastante potentes, como el lanzacohetes, que derivarán en un festival de trozos de enemigo sobrevolando la pantalla, con el líquido elemento haciendo su aparición sin censura alguna. Sin embargo, Crime Wave aporta grandes dosis de parodia y humor negro a la situación, que no es otra que el rapto de la hija del Presidente. Pero no veas cómo estaba la hija de … su padre, una mujer de armas tomar.
Si jugáis a Crime Wave podréis comprobar sus razones en carne y hueso, ya que se grabaron para la ocasión un buen número de escenas de vídeo, que se suman a la técnica de los Motion Graphics que imperaba en todo el juego. Nuestro héroe, Lucas McCabe, con su look emulando a Don Johnson y sus gafas estilo Oakley, encajan perfectamente en la estética pulp de los ochenta, el mayor atractivo de un frenético arcade que disfruté en su día en mi PC 286. Todo hay que decirlo, los gráficos eran bastante resultones, los enemigos hilarantes -atención al loco con la gorra hacia atrás o al karateka desatado, personajes que encajarían en cualquier locura de Tarantino– y el final apoteósico. Lo que no he llegado a averiguar es la causa de este ‘clon’ de NARC, si fue legal, si hubo disputas o simplemente mera ‘inspiración‘. Ah, y premio para la impresionante portada del juego. No os la perdáis.
Juegos casposos rulez :S
Recuerdo lo que flipé con el Crime Wave con esas imágenes digitalizadas, luego el juego no era nada del otro jueves.
OBRA MAESTRA total y absoluta el NARC de Williams, con músicas, sonidos y gráficos (a alta resolución) digitalizados, mucho antes que cualquier otro juego. Con un tema super escabroso sacado de la era Reagan. Hay que acabar con los malos (en este caso narcotraficantes). Era una bomba de la jugabilidad, un auténtico vicio jugar a dobles y mascrar a todo camello y escoria de la sociedad que se pusiera por delante. 😀
Y el final si que es/era impresionante……..jejej el que haya llegado lo sabrá.