Yo entré en RetroMadrid 2014: crónica y fotos

¡Menuda odisea la de aquel sábado 26 de Abril de 2014! Costó, pero finalmente logramos traspasar la frontera de la Nave 16 de Matadero, adentrándonos en una dimensión remota en la que la realidad se dibujaba con unos cuantos bits de menos. Tras el correspondiente buen trabajo de la Asociación de Usuarios de Informática Clásica a la hora de cimentar año tras año esta conmemoración vintage, es probable que el problema de aforo del sábado acabe trascendiendo con un mayor nivel de ruido del que merece la propia RetroMadrid.

Y en verdad podría entenderse esta situación; basta con ponerse en la tesitura de todos aquellos que sólo tenían la mañana del día 26 para disfrutar de lo que ofrecía RetroMadrid; esos que llegaron a taquilla y comprobaron que ya no había entradas que adquirir, o peor aún, los que llegaron de fuera de la capital, con su entrada ya  comprada por Internet, y se toparon con colas de espanto que les impidieron hacer buen uso de la misma.

¿La causa? Bueno, parece que ciertas desavenencias con la sociedad gestora del lugar de celebración, Matadero, la cual obligó a limitar el máximo de aforo permitido simultáneo en la nave 16 a unas seiscientas personas. Lógicamente, al haber vendido un número mucho mayor, mucha gente tuvo que esperar a que saliera gente para poder entrar. Por un lado está claro que la organización se ha encontrado con un problema ajeno a su voluntad y con poco margen de reacción; se tomaron medidas, pero muchos pensaron que se debieron de tomar mucho antes -todo depende de cuándo les bajaron el máximo de aforo-, o de informar mejor de la situación; es cierto que el domingo se habilitó una nueva ubicación para la parte de mercadillos, lo cual hizo posible aumentar la cantidad de personas que podían estar participando en el evento, ya fuera buscando chollos libres de especulación -algo realmente complicado de ver allí- o en los propios stands de RetroMadrid.

También se perdía algo de tiempo en otra cola previa, esta vez para validar entradas compradas por Internet; algo que tampoco parecía tener demasiado sentido, y que nuevamente se decidió obviar el domingo. Yo tenía acreditación y podía haber entrado mucho antes, pero tenía acompañantes, a los cuales no iba a hacer el feo de dejar tirados en la cola. Total, que una vez vistos los problemas, causas y consecuencias, estoy seguro de que en próximas ediciones no volverán a aparecer. Ya se han dado los primeros pasos, prueba de ello es este comunicado de la organización, publicado el 29 de Abril, para todos los asistentes.

En cuanto a lo que pude disfrutar, fue mucho y variado: estaba en mi salsa, jugando a máquinas recreativas, probando viejos sistemas de entretenimiento o charlando con la buena gente del mundillo que se reunió allí. Una experiencia tan positiva que supera con creces todas las vicisitudes previas. No tuve todo el tiempo que necesitaba para verlo todo con detenimiento -por ejemplo, me perdí la charla de la gente de FX Interactive– y seguro que me faltaron muchos por saludar, ¡lo siento! Voy a poner unas cuantas fotos de lo que sí pude ver :·)

¡Pedazo de colección de juegos de Dinamic de Elmundodelspectrum.com!

Uno de los mayores tirones que tiene un evento como RetroMadrid 2014 reside en poder ver y tocar auténticas joyas de coleccionismo del mundillo. Para los que tenemos como hobby el fabricarnos nuestro pequeño «museo» del videojuego, es un auténtico deleite presenciar exposiciones como la del stand de El Mundo del Spectrum.

Concretamente, se exponía un elevadísimo porcentaje de la producción de juegos que nos dejó la mítica Dinamic, contando siempre con las mejores ediciones de cada juego. Ahí están casi todos, y citaría a algunos que me encantaría echarle el guante como A.M.C. , Chichen Itzá, o los más añejos Babaliba o Saimazoom. Como comentan los organizadores de RetroMadrid en su página, stands de coleccionismo como éste representan el verdadero corazón del evento.

 

Más coleccionismo con personalidad y pechonalidad: Sabrina en un Amstrad CPC

Lo que iba diciendo en los párrafos superiores: el simple hecho de ver corriendo en un estupendo Amstrad CPC 464 al defenestrado videojuego de Génesis Soft e Iber Soft, con esa pedazo de Sabrina Salerno pegando tetazos por las calles, ya nos quita sinsabores y nos devuelve con creces el simbólico precio de la entrada.

El juego y el ordenador pertenecían al área del Grupo de Usuarios de Amstrad (GUA), que llevaban una buena colección de ejemplares con la marca que fundase Alan Sugar hace ya unos cuantos años. Por cierto, que intenté jugar al Sabrina pero se había bloqueado… menudo juegazo, señores.

 

El señor Jaume Esteve y su Obsequium

De repente vislumbré un pedazo de proyector que reflejaba la imagen del arcade Golden Axe: The Revenge of Death Adder, una excusa ideal para sentarme con mis acompañantes y propinar unas cuantas tollinas utilizando cuatro palancas y conjuntos de botones de recreativa, perfectamente incrustados en una mesa blanca. Me disponía a aporrear botones cuando ví el careto del gran Jaume Esteve, que andaba por ahí presentando su nuevo libro Obsequium.

Se trata de una obra que reseña varias perspectivas de La Abadía del Crimen, junto con otros autores. Aproveché para conversar con él un rato, envidiarle porque iba a ver los goles de Cristiano Ronaldo contra el Osasuna en el Santiago Bernabéu ese mismo día, y que me echara una dedicatoria en el libraco.

 

Un ilustrador que está empezando en este mundillo…

Otro de los tirones que tiene este evento es que puedes encontrarte auténticos mitos relacionados con el videojuego español. Como en los últimos años, Alfonso Azpiri no faltaba a la cita. Qué mejor oportunidad para saludarle, agradecerle que siga regalándonos su arte y hacerme una foto con él.

Lo mejor es que me enteré de que va a participar en un proyecto en el que Lorna, uno de sus personajes más famosos, pretende volver a la palestra con un nuevo juego y una película de imagen real; aunque hicieron una presentación, el próximo 5 de mayo se desvelarán muchos más detalles a través de la web de IFAA.

 

Un torneo muy sensible

Andaba dando vueltas como un loco por el interior de la Nave 16, cuando el inconfundible destello verde de las franjas que dibujan un terreno de juego me llamó la atención. Fútbol. Y no cualquiera, no: el incunable Sensible Soccer, corriendo en un sistema nada habitual, una consola Amiga CD32. Echamos Dani y yo un amistoso para comprobar lo jodido que sigue siendo controlar el balón en el juego, cuando los chavales del stand me saludaron e incluso reconocieron, lo cual fue todo un motivo de satisfacción. Con Rafa Dieguez (@cocotrocox) a la cabeza, la gente de RetroAlba montaron un torneo con el mencionado juego de fútbol, al que no pudimos resistirnos.

Y la verdad es que estuvo muy disputado: la complejidad del manejo de Sensible Soccer hacía que los partidos fueran de resultado incierto, y en más de una ocasión hubo que echar nosecuántos partidos de desempate. Presencié en directo como mi colega Jarkendia de VidaExtra, experto sensiblero, era vapuleado a las primeras de cambio. Me eliminaron en Cuartos de Final, como a la selección española clásica, pero me lo pasé de lujo. Y encima me invitaron a ir a Albacete a la RetroAlba del próximo año. ¡Fue un placer conoceros, compañeros!

 

Recreativas para todos los gustos

Coincidiendo con el boom que ha propiciado en los últimos tiempos el tema de las bartops, en RetroMadrid se podían ver máquinas arcade de todos los colores. Desde añejas recreativas convenientemente cuidadas y restauradas, hasta nuevas creaciones de tamaños variados y para todos los públicos; algunas aprovechan el tema de las tablets para construir armazones de plástico convenientemente decorados que alojen a dicha tablet para aprovechar la potencia de Android a la hora de ejecutar emuladores. En la imagen, probamos algunas de estas máquinas de Arcade Returns.

Aún con todo, siempre es un placer volver a reencontrarse -cortesía de la Asociación de Usuarios de Máquinas Arcade y Pinball, A.U.M.A.P.– con las cabinas originales, como ese curiosísimo Zero Time, un clon de Galaxian que fue manufacturado por la compañía española Petaco en 1979; llamaba la atención ver las instrucciones en pantalla escritos en perfectos castellano. Cómo no, también pudimos probar el arcade de Konami de las Tortugas Ninja, montado en un mueble dividido en dos pantallas y dos palancas de mando por cada pantalla. Sublime.

 

La zona Indie con Edu Garabito

Aunque reconozco que no pude dedicar apenas tiempo a los stands Indie donde se reunían los artífices de proyectos como el recién financiado Dead Sinchronicity de Fictiorama, Randal’s Monday de Nexus Game Studios o el reconocido Teslagrad de Rain Games, al menos sí pude conversar un rato con mi viejo colega Edu Garabito, encargado de coordinar, bajo el amplio paraguas de @indie-o-rama toda la zona Indie sin que ninguno se descarriara.

Felicidades por tu trabajo y a seguir dando caña, compañero.

 

Y unos cuantos retro-amigos más

Y aunque ya he mencionado a unos cuantos compañeros, dejo para el final algunas fotos más con buena gente como Manuel Pazos, con el que tengo pendiente almorzarme una ternera con patatas un día de estos mientras espero que me envíe su excelentísimo remake de Knight Lore para MSX2, y con David y Fran de RetroManiac, esa pedazo de revista retro que hacemos entre un puñado de gente y que, tarde o temprano, verá la luz en su encarnación número nueve.

Ah, y por supuesto, con el reportero más dicharachero de RetroMadrid, el señor Manuel Sagra, que tiraba fotos a diestro y siniestro como si tuviera genes chinos en su ADN. Si quieren un reportaje extenso y completo del evento, permanezcan atentos a su blog. Y el año que viene, ¡más y mejor!