Review Call of Duty Black Ops 2

Siempre se deriva en cierta polémica cada vez que se analizan las entregas anuales de Call of Duty, una marca que, queramos o no, y les parezca bien o no, se ha convertido en una saga deportiva al estilo de los FIFA o PES, con entregas anuales que mantienen siempre una misma base, por mucho que vayan alternándose los equipos de desarrollo.

Y el tema de la polémica es hasta cierto punto normal, porque hay que evaluar un sistema de juego que nos sabemos auténticamente de memoria, el cual mantiene un soporte tecnológico aprovechado durante cada una de las entregas lanzadas al mercado desde aquel lejano Modern Warfare, y cuyas novedades anuales apenas logran diferenciar una entrega de la otra.

Sin embargo, con todos estos hándicaps colgando de su cabeza como si la espada de Damocles se tratara, el título de Activision se suele tornar en auténtica estrella de la campaña navideña, vendiendo a espuertas y con servidores multijugador que se encuentran petados de gente haciendo frags día y noche.

REVIEW BLACK OPS 2

Evidentemente, algo tendrá, ¿no? En Black Ops 2 repite el sistema de niveles en su multijugador, en el cual, este año, Treyarch ha tenido a bien de introducir una novedad capital: podremos elegir las diez habilidades que nos salga del alma, a elegir entre accesorios de armas, ventajas en batalla o perks que podamos utilizar cuando acumulemos cierto número de bajas. Decisión de diseño tan acertada que multiplica de forma exponencial los distintos perfiles de combate que podremos encarnar en dicho modo de juego.

Si bien esto es lo que más me ha llamado la atención, tampoco se queda demasiado atrás los modos de Juego en Liga, los cuales saltan de un brinco todo el tema de subir niveles para equilibrar fuerzas entre sus participantes, estableciendo una estructura de categorías en la que poder promocionar o descender como si de las Temporadas de FIFA se tratase. Algo que entronca irremisiblemente con el término saga deportiva del primer párrafo del análisis.

REVIEW BLACK OPS 2
Fuera aparte del multijugador, Treyarch le ha puesto bastante empeño a la campaña, introduciendo ciertas señas de identidad para dejar una marca de agua que le diferencie y le permitan dejar de ser “la otra”, como si de una amante celosa se tratara. Aparte del chute de crudeza en algunas escenas, los saltos del pasado al futuro y viceversa amenizan la velada, con un argumento que no es nada del otro mundo pero infinitamente más interesante que los de cualquier Modern Warfare.

Resalto las partes de Patrulla de Asalto, una suerte de interludios que intentan otorgar al juego con una dimensión de táctica y estrategia en tiempo real, colocando a nuestro equipo de asalto sobre un escenario reducido para conseguir defender o conquistar el territorio; como idea es gratamente interesante, pero la IA es tan mediocre que desesperaremos, tomando el control directo de alguna unidad y haciendo las cosas a nuestra manera. Buen intento.

La campaña dura unas 6-7 horas y su intensidad no decae a través del característico estilo cinematográfico de la saga, con abundantes concesiones a la galería en el futuro, gracias a los coquetos gadgets que utilizaremos. Como siempre digo, prefiero poca duración e intensidad máxima a una campaña que se alargue innecesariamente -hola Resident Evil 6-, así que ninguna pega aquí.

REVIEW BLACK OPS 2La tercera pata son los zombies que debutaron en el lejano World at War, un título que mereció mucha mejor valoración y recuerdo del que actualmente se suele tener. Treyarch vuelve a desenterrar a los muertos y se saca de la tumba un curioso modo en el que viajamos de mapa en mapa en un tren, el cual si perdemos nos obliga a esperar al siguiente mientras nos quitamos de encima a los insistentes caminantes.

En conjunto, cada una de las patas del trípode parecen dar bastante de sí, revalorizando un global que nos dará largas horas de juego. Las novedades y mejoras introducidas, sin embargo, se diluyen si miramos al trasluz del prisma completo, reconozcámoslo: la fórmula sigue siendo la misma de los últimos años. Pero sigue funcionando, a pesar de dejar entrever las costuras del gastado traje y las arrugas propias de la edad. Suficiente para fundamentar, un año más, su récord de ventas.

Y un aplauso para Treyarch: la satisfacción que logra en el jugador supera holgadamente a la de cualquier otro Modern Warfare. Quizás “la otra” debería dejar de serlo.

Publicado por

Pedja

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