Teenage Mutant Ninja Turtles: Tournament Fighters – Super Nintendo

Una de las fiebres adolescentes que más arrasó en su día, diríamos los de la generación de nacidos en los ochenta como servidor, sería la de los carismáticos quelonios mutantes. Las Tortugas Ninja irrumpieron con fuerza gracias a los cómics y, sobre todo, a la serie de animación, la cual rápidamente hizo que cada uno de nosotros escogiera en su corazoncito a una tortuga como nuestra favorita -la mía era Michaelangelo, el más payaso de los cuatro… más simpático que era-.

Esta fiebre dio paso a una tremenda oleada de merchandising relacionado, con los muñecos articulados de Bandai a la cabeza. Bueno, digo Bandai, pero a mí me regalaron cuatro tortugas de las «falsificadas», y yo tan contento, aunque Rafael tuviera gorra o a Donatello le faltaran unos cuantos dientes…

Evidentemente, esta ola alcanzó al videojuego, con el mítico y sempiterno TMNT arcade de Konami, ese en el que nos agolpábamos cuatro colegas frente a la cabina de juego y cada uno escogíamos a nuestro personaje favorito para gastarnos la paga de la semana. Pero el videojuego del que hoy quiero hablar no es una máquina recreativa, sino la versión Super Nintendo de un juego de lucha one-vs-one que también hiciera su aparición para SEGA Megadrive e incluso, de forma posterior, para la Nintendo de 8 bits.

Tournament Fighters centraba su argumento en un torneo -tan lógico y evidente- en el que tanto los personajes verdes como sus amigos y enemigos más cercanos optaban a un buen puñado de dólares. Alternativamente, la versión para el Cerebro de la Bestia incluía un modo historia que tenía algunas pinceladas originales y curiosas. Como imaginaréis, era una sucesión de combates en los que escogíamos a una tortuga y debíamos ir derrotando a cada uno de los enemigos que integraban el juego, hasta llegar al jefe final, en este caso jefa.

En efecto, en este juego no era Shredder el máximo adalid de la maldad -aunque evidentemente sí hacía aparición, en este caso en su versión Cyber, bastante potente el muchacho-; el último escollo era Karai, la líder femenina del Clan del Pie en Japón; este personaje quizás suene bastante poco a los seguidores de la serie televisiva, puesto que sólo apareció en los comics originales de Mirage Studios. Y aún así, el diseño de Karai en el juego era bastante más masculino que el original.

De igual manera, existían algunos personajes -seleccionables en el modo torneo- que también eran directamente extraídos de los cómics, como el tiburón mutante Armaggon, el extraño murciélago Wingnut o la criatura War y sus tremendas zarpas, con ciertas reminiscencias de Blanka. En este caso, estos luchadores venían de las ediciones de Archie Comics. Para los fans, y me incluyo entre ellos, ya que coleccioné una gran cantidad de tebeos en su día, era curioso comprobar cómo cambiaba el estilo de dibujo entre las distintas ediciones que publicaron cómics de las Tortugas.

Más curioso aún resultó la decisión de Konami de crear un personaje de forma única y exclusiva para el videojuego, teniendo en cuenta la amplia plantilla de personajes a escoger pertenecientes al universo de los cómics y de la serie de animación. Me refiero a Aska, la representante femenina en el torneo, una luchadora japonesa que quiere abrir su propio Dojo, y que repartía estopa a diestro y siniestro.

El diseño del sprite de Aska fue censurado fuera de Japón, y mientras que en el «ataque de culo» que realizaba se le podía vislumbrar gran parte del trasero en la versión nipona, fue cubierta en el resto de versiones; incluso su típico «Ya ta» de pose ganadora fue transformado en una bucólica aureola de mariposas, para evitar que le botaran demasiado los pechos. Cosas de la censura.

Sobre el apartado jugable en sí, Tournament Fighters luce combates ágiles, bastante rápidos; la lucha exhibía unas bases similares a los patrones que prácticamente estandarizara SFII, esta vez con cuatro botones diferentes de golpes; cada luchador tenía dos o tres tipos de ataque especial. Las bolas de fuego con media luna hacia delante, lanzarse en tromba hacia el enemigo tras cargar hacia atrás o el multi-golpe de aporreo de botones eran de la partida; evidentemente no era un dechado de originalidad, pero lograba encajar bien con la plantilla utilizada.

Seguramente el ataque más llamativo era el súper-golpe que podía ejecutarse presionando los dos botones de ataque fuerte, sólo en el caso de que el jugador hubiera rellenado en el round la barra de color verde; ésta se incrementaba a medida que ejecutábamos golpes especiales o nos defendíamos de ellos.

Para hacernos una idea, podrían recordarnos a los Desperate Moves de Fatal Fury, aunque esta vez no hacía falta esperar a que estuviésemos en las últimas para lanzarlos. Si cogíamos bien al enemigo con dicho ataque, la victoria prácticamente estaba asegurada, y algunos de ellos eran realmente espectaculares. Como curiosidad, este ataque no estaba disponible en el modo historia.

Técnicamente, el juego era impecable. A nivel gráfico teníamos sprites grandes, bien definidos y mejor animados, sobre unos escenarios que, por lo general, rayaban a gran nivel, algunos de ellos exhibiendo a personajes invitados como Baxter «Mosca» Stockman. Pero es que el apartado sonoro era aún mejor: las melodías «made in Konami» sonaban de escándalo mientras que las voces de los personajes, a las cuales se aplicaba un eco muy particular, sonaban más nítidas y potentes que en cualquier otro videojuego de la consola. Sobresaliente, sin duda.

Por desgracia, el factor negativo del juego era un pesado lastre que seguramente impidió a este Tournament Fighters el ser aún mejor considerado; y es que, mientras que las cuatro tortugas eran grandísimos luchadores, con tres golpes especiales que las diferenciaban tremendamente y a su vez las equilibraban como personajes, el resto de combatientes eran demasiado mediocres y poseían muy poco carisma.

Así, excepción hecha de la ágil y muy válida Aska, y el lento pero devastador Shredder, el resto de luchadores eran completamente olvidables, quedando la plantilla total algo corta y muy descompensada. Seguramente era el único punto débil del juego, pero como veis, fallaba en algo esencial en todo juego de lucha.

Aún así, y en mi opinión, estamos ante un gran juego de lucha que seguramente mereció más de lo que obtuvo, y que vapuleaba sin miramientos a la versión realizada para Megadrive, una versión bastante distinta de lo que podíamos ver en Super Nintendo, mucho más lenta, menos inspirada en el diseño y con personajes aún más aburridos. No fueron pocas las discusiones que tuve en su día con acérrimos defensores de SEGA a la hora de defender la versión para SNES. Discusiones que, ciertamente, hoy se echan mucho de menos.

Publicado por

Pedja

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2 thoughts on “Teenage Mutant Ninja Turtles: Tournament Fighters – Super Nintendo”

  1. Un gran artículo uno de mis juegos favoritos de Super Nes.

    Vamos a ser nostálgicos y a revivir viejos debates

    Si bien es cierto que esta versión era superior a la de Mega Drive se nota mucho el criterio de un nintendero, no veo ningun fundamento en que la versión de la consola de Sega tenía personajes aún más aburridos que la de SuperNes, de los personajes seleccionables el hombre raya y el hombre escarabajo estaban al mismo nivel que las Tortugas (que en este juego gritaban Cowabunga, nada de patear caparazones). Por otra parte esta versión nos permitía jugar con los carismáticos y más conocidos Cassey Jones y April O’Neil (a diferencia de Aska no tenía censura en su pose de victoria). En cuanto a los jefes estos eran Krang y una Karai con un aspecto femenino.

    En todo lo demás tienes toda la razón, la versión de Super Nes es muy superior.

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