La gente de BluePoint Software, compañía originaria de Texas, se calzaba el sombrero mientras sudaban de lo lindo al ver el reto que se le proponía: Titanfall, uno de los títulos más esperados del año y, a la postre, un auténtico contrapeso en la balanza de ventas de la flamante Xbox One, debía ser portado a la ya veterana Xbox 360. Parecía complicado salir airoso de este trance, y sin embargo, han aprobado el examen con una nota muy meritoria.