Muchos recordamos aquel cartucho negro de Super Nintendo con la pegatina de un Fulgore amenazanante y las letras K e I impresas en letras rojo sangre. Aún conservo el CD de música que incluía la edición especial, aquel Killer Cuts, con una banda sonora que se reprodujo infinidad de veces en el programa de radio Game 40 de la época. Eran otros tiempos, en los que Rare se encontraba en un escalón por encima del resto de compañías de software.
Double Helix Games se llevó mucho tiempo preparando el conjuro de renacimiento para la saga Killer Instinct, la cual reposaba inerte en una sima insondable hasta hace bien poco. Sus hechiceros tenían a sus espaldas un pasado plagado de bruma y misterio; no en vano, su currículum llevaba la irregularidad por bandera con títulos como Silent Hill Homecoming o Matrix Path of Neo. Ahora, la bola de cristal que predice su futuro se llena de carritos de la compra con el logotipo de Amazon. Pero, ¿cómo respira su presente?