La asociación RetroAlba, con mi amigo Rafa Diéguez a la cabeza, nos tenía preparados tanto a Spidey como a mí un fin de semana de auténticos reyes. La invitación para visitar tierras manchegas era propicia, ya que nunca habíamos visitado aquella zona, y el tiempo acompañó sin ser excesivamente frío. Para los lugareños, incluso hacía calor… aunque nuestra naturaleza andaluza nos hizo echarnos unas cuantas mantas y chaquetones por encima en cuanto desembarcamos de la estación de tren.
El recinto que acogía RetroAlba disponía un buen puñado de metros a lo largo, más que suficiente para hacer sitio a unos cuantos stands que ofrecían el material lúdico a los centenares de visitantes que se acercaban a la Casa de la Cultura José Saramago. Tras franquear el cartel con el dentudo Donkey Kong que nos daba la bienvenida, podríamos disfrutar de un ambiente cercano y tranquilo, buscando algunas gangas o depositando comida no perecedera a la asociación Asupiva – Videojuegos Por Alimentos, con el gran Pablo Avilés a la cabeza. Como tantas otras veces, una elevada cantidad de familias necesitadas obtuvieron alimento de forma altruista gracias a la notable labor de dicha iniciativa.
En cuanto a la exposición en sí, había unas cuantas vitrinas repartidas por el lugar en las que podíamos ver recreativas dispuestas para ser probadas sin moneda de por medio, máquinas antiguas emparentadas con los ocho bits, programas ignotos, juegos de mesa arcaicos y unos cuantos muñecos bien conservados. Cierto es que me hubiera gustado ver una mayor cantidad de expositores, pero destacaban más las mesas dedicadas a las ventas que las centradas en mostrar viejos tesoros vintage.
Además de celebrarse un sorteo en el que mi gran amigo -y suertudo- Daniel logró alzarse con una coqueta mini-recreativa, y disfrutar con Ponsia de las simpáticas muñecas de trapo de Brocheta, en RetroAlba se podía participar en torneos de Bubble Bobble, Street Fighter III o Abu Simbel Profanation. En concreto, me sorprendió enormemente que hubieran dos personas capaces de acabarse el endemoniado título de Víctor Ruiz, e incluso logrando gastar apenas unas cuantas vidas. Todavía recuerdo cuando de pequeño no podía superar el tercer nivel…
Tras saludar a unos cuantos amigos a los que pude desvirtualizar -como Jumafas/Montse, o los hermanos GarMartin-, pude corroborar que en el recinto José Saramago se disponía de un auditorio bien equipado, listo para que el público asistente disfrutara de disertaciones tan interesantes como las del veterano Juan Santos -que fuera técnico de Spaco, la primera distribuidora de Nintendo en nuestro país-, Rafa Martínez y su Gizmondo, o una emisión del podcast de Rejugando con Rafa Valencia a la cabeza.
A las 17:30, justo después del mencionado podcast, nos llegaba el turno a los autores de Génesis. Nos dispusimos a charlar acerca de los comienzos del videojuego en España, algo que ya hemos hecho en unos cuantos puntos de nuestra geografía tales como Granada, Alicante, Barcelona, Sevilla o, hace unos días, en Quorum-Qüentum, la librería del centro de la capital gaditana. Sin embargo, en esta ocasión, la charla tuvo un componente muy especial, con nombre y apellido: Andrés Samudio. El Viejo Archivero, curtido en mil y una aventuras, tuvo a bien subir al estrado con nosotros para darle un toque muy particular a la disertación. Tras hacerle unas cuantas preguntas para deleite de los espectadores, éstos realizaron unas cuantas preguntas al maestro que respondió con mucho arte.
Samudio nos acompañó durante el resto de la charla, comentando los distintos pasajes de la Edad de Oro y enriqueciendo notablemente las slides de nuestra presentación. Finalmente, tras recibir un merecido premio por parte de la organización del evento, nos fuimos a cenar todos juntos para celebrar un día tan grande que, con toda seguridad, desbordaría la capacidad de procesamiento de nuestros añorados ocho bits. Por suerte, nuestros recuerdos actuarán de memoria no volátil para inmortalizar los buenos ratos pasados en RetroAlba 2016. Seguro que repetimos.
Tiene narices que sea de Albacete, estudie en la Escuela de Arte que está junto a la Casa de la Cultura José Saramago y que acabe de enterarme de que se realiza una feria de videojuegos retro en la ciudad. Me hubiera encantado estar allí y no se si será por la mala publicidad o por que estoy muy empanao pero vamos, no haber escuchado nada de nadie me parece bastante chocante. Pero bueno, no hay mal que por bien no venga. Me lo apunto para el año que viene
Leyendo estas crónicas a uno se arrepiente mas de no poder haber ido. A ver si algún día hago un pensamiento, cojo el tren y me acerco.
Como siempre en estos eventos, lo mejor son las charlas y reencuentro con viejos conocidos 🙂
Más complelta la información del evento manchego aquí. Fantástico.