Aunque es algo que viene de lejos en la industria del videojuego occidental, desde hace cinco o seis años no se para de hablar del desarrollo de videojuegos por parte de equipos independientes. La explosión de los juegos indies -llevada a la palestra de los mass-media de la industria gracias a hitos como la franquicia Bit Generations en Gameboy Advance, el nacimiento de XBOX Live Arcade, la App Store de Apple y lanzamientos como World of Goo o Braid- ha causado una auténtica conmoción en la industria. Hace quince años sería impensable ver a las grandes compañías peleándose entre sí por exclusividades de juegos hechos por equipos de dos o tres personas, o asistir a cismas de tintes épicos en los foros especializados entre los jugadores que prefieren novedosas experiencias independientes y los que desean más los ‘fuegos artificiales’ de los lanzamientos triple A.
Al igual que en occidente, Japón siempre ha contado con su propio mundo “independiente” aparte del mercado habitual de videojuegos. Pero en el caso del país del Sol Naciente, ha sido algo mucho más habitual. El “doujinshi” es un fenómeno que engloba los trabajos de aquellos autores que se auto-publican sus trabajos. Si bien fue en la era Meiji (finales del Siglo XIX) cuando se empezaron a ver revistas literarias auto-editadas, en los últimos años del siglo XX y los primeros del XXI es más común ver este término asociado a mangas y videojuegos. Estos pueden tratar desde contenidos originales hasta parodias de otros mangas o películas famosas (en ocasiones con contenidos algo más “picantes” que éstas) sin licencia pero con cierta
permisividad por parte de sus respectivos autores, que a veces lo ven como una forma más de expresión por parte de los fans.
En la segunda mitad de la década de los años noventa Japón favorecía a la recién llegada Sony y su PlayStation y a la ya veterana Nintendo con su Nintendo 64. Junto con la Saturn de SEGA las tres plataformas competían por ver quién la tenía “más grande” gráficamente, y géneros como los RPG y los Survival Horror se extendían haciendo uso de esas nuevas capacidades multimedia. Un mercado tan competitivo como el de esas videoconsolas, unido a los precios y dificultades para obtener licencias de los SDK -kits de desarrollo de software- para desarrollar en las mismas, hizo que el PC como plataforma de juego en Japón se poblase con estos “doujin soft” o juegos independientes. Junto a los shoot-em’up, sin duda el género favorito fueron los juegos de simulación de citas, ya que requieren de pocas animaciones y no necesitan unos motores gráficos complejos, pudiendo dedicar mucho más énfasis a historia y personajes.
¿Cómo? ¿Simuladores de citas? Bueno, es posible que no te hayas topado con ninguno todavía. Este género existe desde casi la infancia del videojuego en Japón, existiendo sagas como Tokimeki Memorial que cuentan con más de 40 juegos. En ellos tomamos el control de un chico o una chica (cada saga o juego suele estar orientado a jugadores de un género determinado) y se nos pone en situación como si estuviéramos leyendo una novela interactiva. De vez en cuando, el juego nos propone acciones o líneas de diálogo para elegir, y estas determinan si acabamos con el chico/a que nos interesa o si morimos solos devorados por los crueles felinos que hemos ido acumulando para compensar nuestra soledad.
Con todo esto de fondo explota en 2011 una bomba nuclear conceptual: Hatoful Boyfriend. Su título es un juego de palabras japonés entre Heartful Boyfriend, Hurtful Boyfriend y HATO (paloma). Entiendo que incluso con esta explicación te sea difícil imaginar de qué trata, así que ahí va sin rodeos: es un simulador de citas con palomos. Palomos
machos. Citas. Contigo.
¿De dónde sale este mind-fuck electrónico? Pues de la mente de una tal Moa Hato, que forma parte de un “círculo doujin” (equivalente a ‘grupo de desarrollo’) llamado PigeoNation Inc. En el April Fools de ese año decidió crear una versión rudimentaria de esta idea (que en origen parodia el género de los dating-sims) en una versión Flash, que posteriormente completó usando el motor FamousWriter a finales de ese año. La idea se extendió tan rápidamente en sitios web especializados y redes sociales que el servidor que albergaba el juego llegó a caerse dos veces. Gracias a una traductora fan se publicó un parche para poder disfrutar de este juego en inglés, y de nuevo el boca a boca extendió el interés por Hatoful Boyfriend en el mundo occidental. Y de ahí al presente remake en HD que podéis encontrar en Steam desde Septiembre de 2014.
¿Qué nos encontramos al abrir Hatoful Boyfriend? Pues realmente tenemos dos juegos por el precio de uno. En el principal al que tenemos acceso al empezar una partida, se nos presenta el clásico esquema de simulador de citas. Somos una chica humana a la que han concedido el excelso honor de acudir a un instituto de secundaria de palomos.
Porque, como veréis después, en el año 2188 los humanos perderemos nuestro lugar como especie dominante y viviremos apartados de la sociedad que han copado las aves. Tras un año en el centro educativo, la chica en cuestión se ha acostumbrado a la nueva realidad, y ya ve a esos palomos simplemente como alados compañeros de clase. Y claro, a esas edades ya se sabe: un roce aquí, una actividad extraescolar allí, un aleteo allá… y los corazones empiezan a latir más rápido.
Para partir de una simple parodia del género, el modo principal de Hatoful Boyfriend muestra una complejidad que ya en sí misma es ilógica. El argumento se va subdividiendo en ramas (cual mapa del Out Run) dejándonos abiertos hasta 16 finales posibles (uno por cada “interés amoroso” y uno para morir sola, por ser una humana sin plumas). Para añadir algo de interés a los posibles jugadores humanos del siglo XXI que aún no se han acostumbrado a sentir atracción por aves, el juego nos da la opción de poder ver cómo serían nuestros compañeros de clase y profesores si fueran humanos. Tengo que reconocer que con este modo todo se vuelve aún más enfermizo: si sentir cómo me echaban los tejos unos estilizados chicos era ya de por sí complejo, ver que después eran pichones los que realmente lo hacían se hizo realmente incómodo.
Pero Hatoful Boyfriend no se queda en un simple “Elige tu propia aventura – Ornitofilia Edition”. Si obtienes ciertos finales tendrás acceso a Bad Boys Love. En este modo descubrimos la aterroradora verdad sobre el mundo donde vive la protagonista, y descubriremos que muchos elementos del juego principal son simplemente pistas para este modo bonus que incluye: asesinatos de padres, palomos muertos, sangre, cabezas decapitadas en cajas… Un argumento digno de Survival Horror que nos dará pistas de cómo la humanidad se fue a tomar viento, y que sin spoilear mucho tiene que ver con el virus de la gripe aviar. Y no, nada de lo que contiene este párrafo es de coña.
¿Cómo criticar este juego? Yo no he sido aficionado a este género en mi vida, así que Hatoful Boyfriend me ha producido sentimientos encontrados. Por un lado hay que reconocer que sacar 16 finales y 3 líneas argumentales (incluyendo el anteriormente mencionado modo “Survival Horror”) de un concepto resumible en “ligar con palomos” tiene un mérito impresionante. Pero llamar a esto juego es difícil, ya que la experiencia es muy poco interactiva. Para que os hagáis una idea hice mi primera elección tras más de 25 minutos de partida. Por otro lado las ilustraciones están muy bien dibujadas y están a una muy alta resolución, pero la falta total y absoluta de animaciones unida a una música básica y poco variada, hace que se haga todo muy repetitivo. Además me encontré con un bug importante a la hora de recuperar partidas salvadas que aún no se ha solucionado (a fecha de publicación del presente artículo), y la verdad es que perder todo el progreso tras un par de horas de juego me hizo sentirme algo JARTOFUL de los dichosos palomos…
Hatoful Boyfriend es un complejo e-book interactivo con ilustraciones en alta definición y a todo color. Ni más ni menos. Si tienes interés en los doujinshi y te atrae vivir las pasiones de una colegiala en una distopía donde los humanos fueron exterminados por la gripe aviar (hasta ahora dudo que mucha gente se lo haya planteado) este producto es para ti. Si no, lo que te vas a encontrar es algo muy, pero que muy, raro. Recuerda además que el juego está traducido al inglés, y una buena parte de los textos hace referencia a vocabulario específico relacionado con las aves. ¡Avisado quedas!
Videojuego analizado y texto escrito por Javi Taiyou a partir de la versión de Steam del juego.