De cuando en cuando me dedico a completar estos recopilatorios ficticios de máquinas recreativas, como si de un pack de éxitos musicales se tratase. Arcade Hits tienen reservada toda una categoría completa en el PixeBlog, y hace prácticamente un año desde el último artículo publicado. Tiempo pues para abrir otro año más de éxitos comemonedas, de títulos atraemirones y deseos de conversiones domésticas que paliaran nuestras ansias de jugar cuando regresábamos de nuestro salón recreativo favorito.
En 1990, el Madrid de Toshack firmaba un récord de goles en liga que perduraría hasta hace un par de años; los irrepetibles Martes y Trece la liaban parda en la Puerta del Sol retransmitiendo la cuenta atrás para el nuevo año; podríamos coger en los videojuegos de fútbol a Alemania reunificada y se estrenaba Tele 5 con una programación hilarante y alocada, encabezada por Lazarov, Emilio Aragón, las Mama Chicho de Tutti Frutti y los combates de Pressing Catch. Recordemos pues que se cocía en los fogones arcade.
Chiki Chiki Boys (Capcom)
Dos gemelos enmascarados, espada y escudo en ristre, y montones de bichejos de toda clase, color y condición. Chiki Chiki Boys se basaba en una sencilla premisa que descansaba bajo delicadas melodías y una bucólica y colorista capa visual, tan cercana al estilo anime japonés, concretamente a la sección moñas de dicho arte. Como solía ocurrir por aquella época, las apariencias engañaban, resultando un reto complicado de superar y no apto para imberbes jugadores.
Mega Twins, que es como se conoció a esta máquina más allá de las tierras del sol naciente, era un arcade de acción con scroll lateral, muy a la usanza que exprimía todo su interés al permitir jugar dos personas a la vez, algo de lo que carecía la adaptación a Mega Drive. Al parecer, la versión beta de Sonic 2 utilizaba algunos recursos gráficos de dicha conversión, concernientes al nivel Hidden Palace que finalmente fue desechado en la versión final del juego del puercoespín de SEGA.
Blood Bros (TAD Corporation)
Del mismo palo que Cabal, también de TAD Corporation, en este caso la ambientación bélica se tornaba en el Salvaje Oeste, con dos protagonistas que aparentemente podrían chocar, pero que se alían con un fin común: acabar con Big Bad John, el forajido más repetido en los carteles de Wanted que lucen las calles de Dodge City. La recompensa por cazarlo debía ser muy elevada para que un cowboy y un jefe indio trabajaran juntos.
Todo se explica mejor cuando conocemos el trasfondo de estos carismáticos personajes: eran hermanos de sangre. Casi que cuadra con el título, fíjate. Resulta curioso comprobar cómo se repiten los patrones de Cabal, siendo el guiño más evidente el de la «danza de la victoria», un ridículo movimiento que realizan los personajes cada vez que pasan de nivel, avanzando poco a poco a través del escenario.
Blood Bros no fue convertido a ningún soporte electrónico doméstico, algo que sí ocurrió con su primo bélico. La reiteración del esquema jugable nivel tras nivel no impedían que esta máquina estuviera siempre atestada de gente; ya se sabe que lo más simple es lo que acababa triunfando en los recreativos.
Gals Panic (Kaneko)
Conocí una vez a cierta muchacha que calificaba a Gals Panic como “el juego de la arañita”, con connotaciones sugerentes. Kaneko deconstruyó la base jugable del mítico Qix de Taito y volvió a construirla en torno a cimientos femeninos que jugaban con la líbido del adolescente de turno, turbado por engrandecer varias cosas, entre ellas la figura oculta de una mujer ligerita de ropa.
A Gals Panic le siguieron una legión de clones y continuaciones tales como Perestroika Girls -así como suena-, Splash (una producción española de Gaelco armada con brocha gorda) o Fantasia, el cual destacaba por dejarnos escoger entre auténticos personajes como Michael Jackson, Indiana Jones, Sylvester Stallone o Terminator. Con todo, Gals Panic ideó una metodología de juego a base de castigar al jugador perezoso que destapaba cuadros sin arriesgar, trocando la figura sexy en una criatura horrenda. Todo un cortapuntos arcade.
Hammerin’ Harry (Irem Corp.)
Con permiso de la herramienta que utilizaba Jumpman para deshacerse de los barriles que le lanzaba el pérfido Donkey Kong desde las alturas de aquella construcción metálica imposible, el martillo de Hammerin’ Harry es el más famoso de la historia del videojuego. Estamos ante un juego con muchas connotaciones culturales japonesas, algo que no lo hizo excesivamente popular en los salones recreativos americanos, aunque recuerdo perfectamente que era una máquina muy solicitada en los de mi barrio.
Harry trabaja para la empresa de construcción Rusty Nail, la cual acaba de desahuciarlo derribando su casa, siendo su único patrimonio un enorme martillo. Ni corto ni perezoso, al grito de “Let’s Get Busy!”, Harry se pone manos a la obra para clamar venganza, visitando las diferentes construcciones en las que participa su ex-empresa. Su objetivo es el que tendríamos nosotros mismos cuando nos echan: partirlo tó y no pagar ná.
Con unos gráficos simpaticotes, Irem dotó a Harry de multitud de movimientos, todos basados en su herramienta de trabajo: lanzar el martillo, golpear otros objetos para derribar enemigos, utilizarlo a modo de escudo para detener impactos, crear ondas expansivas de destrucción… El personaje protagonizó múltiples secuelas en las consolas de Nintendo de 8 y 16 bits; se quedó en barbecho unos cuantos años hasta que resurgió en 2008 con un juego muy resultón para PSP, llegando a protagonizar una serie anime a raíz de esta aparición.
Smash T.V. (Williams)
En The Running Man, una de las muchas películas que Arnold Schwarzenegger protagonizara en uno de los llamados “futuros distópicos”, el espectáculo televisivo en el que más masas y dinero circulan es aquel en el que la violencia campa a sus anchas, premiando con fama y dinero a aquellos concursantes que logran sobrevivir.
Eugene Jarvis ya lo había hecho, ocho años antes. Robotron 2084 le supuso un gran esfuerzo a nivel de diseño, ya que implementó un sistema de manejo dual: un joystick para mover al personaje y otro para dirigir sus disparos. Esta implementación de control volvió a comparecer en este Smash T.V. Su estructura jugable, también; el aditamento de los dos jugadores simultáneos, la plétora de armas y objetos a recoger y los final bosses dotaban a Smash T.V. de un indudable atractivo para jugar en compañía. A Jarvis volvía a funcionarle la jugada, ocho años después.
Surprise Attack (Konami)
Haciendo honor a su nombre, este juego seguramente sorprenda a más de uno, ya que es con mucha diferencia el menos conocido de la presente lista. Lo descubrí en su día en la sección de Arcades de la MicroManía: por aquel entonces, aún era una revista que merecía la pena por sus contenidos.
Estamos, básicamente, ante un Shinobi ambientado en el espacio. Hay variantes, como las partes en las que la gravedad atrae a nuestro personaje hacia la parte superior o inferior de la pantalla, pero por lo general nos resultará un run & gun de lo más parecido, con la salvedad de reunir bombas en lugar de rescatar a niños.
Algunos escenarios están bastante currados, y cuenta con una de las fases de bonus más originales que recuerde en un arcade: una especie de trivial con preguntas sobre viajes espaciales, gravedad, pelis de ciencia ficción y otras bizarradas que culminan con una lluvia de besos por parte de la correspondiente rubia. No es el mejor de la lista, pero merece la pena echarle un vistazo.
Qué gran selección! Gals Panic, Blood Bros y Smash TV me encantan, y realmente me has sorprendido con el Surprise Attack, apuntado para el MAME.
Un saludo!
La cosa es que el blood bros me suena muchísimo, o lo jugué alguna vez en una de esas selecciones de chorrocientas roms de Mame, o puede que incluso lo jugara en alguna máquina arcade de verdad.
Voy a ver si encuentro alguna rom de ese, ya que he jugado a pocos de estos y me suelen gustar. Por cierto ¿Alguien sabe como se llamaba un juego de este mismo estilo de creo SNES?
Ambientado igualmente en el oeste, pudiendo elegir entre un vaquero y una mujer de ropa de enaguas demasiado elegante para luego rodar por el suelo disparando a enemigos.
Tenías 4 niveles para elegir, aunque estaban claramente diferenciados en su propio nivel de dificultad que luego aumentaba según que orden lo jugaras.
Si alguien recuerda el nombre que me lo diga plis.
Cm_Blast: el juego de SNES que dices tiene que ser el Wild Guns (juegazo, por cierto)…echale un ojo. Y si te gustaba ese, el Bloodbros seguro que también te convence, tiene bastante en común.
Un saludo!
molsupo: ¡Si ese! gracias molsupo; mira que en su momento lo jugué bastantes veces. Aún buscándolo ahora ya no me acordaba de lo del lazo que congelaba.
Ya tengo buscados los dos, así que hay que darle. El bloodbros cuanto más lo veo más me suena de haber jugado en alguna recreativa con veinte duros o así XD.
Que buen recuento. Me gusta mucho los arcades de aquel tiempo. El Blood Bros es muy bueno, lo recuerdo con mucho cariño. Quiero mas recuentos de estos! En espera del año ’91.