Más opiniones sobre Xbox One: mando, instalaciones, Kinect 2.0

Tras el artículo que publiqué a principios de semana en el que volqué todo lo que llevaba dentro acerca de las primeras horas con Xbox One, colocaré a continuación algunas pinceladas más sobre temas que he ido probando y descubriendo a lo largo de la semana. Como siempre, nada exhaustivo ni académico, sino detalles basados en la propia experiencia que os resultarán, espero, de elevado interés si estáis pensando en echarle el guante a la consola de Microsoft.

Opiniones sobre Xbox One: instalación y paciencia

Para esta generación que desde hoy queda completa con el lanzamiento de PlayStation 4, el tema de las instalaciones parece que va a ser una parada de obligado peaje, al menos en un porcentaje muy elevado de los juegos. Está claro que los lectores de Blu-Ray que llevan instalados tienen una tasa de transferencia demasiado baja durante el proceso de lectura, lo cual obliga a volcar prácticamente todo su contenido en el disco duro.

Opiniones sobre Xbox One

 

La cantidad de datos necesaria que debe cargarse en memoria, y la frecuencia con que debe hacerse -en teoría, en esta generación, el salto de potencia conlleva texturas y recursos visuales de mucho mayor peso en bytes- nos lleva a un punto en el que los 500 GB con los que cuenta Xbox One corren peligro de saturarse a las primeras de cambio. En cualquier caso, como aún es pronto para llegar a tal extremo -no hay juegos suficientes en el mercado aún-, lo que quería reseñar es la extrema lentitud con la que se instalan los videojuegos. Hablo de casos concretos como Dead Rising 3 o, sobre todo, Battlefield 4, el cual me ha tardado más de una hora en instalarse por completo, ya que al copiado de ficheros en disco se le une la descarga vía internet de las actualizaciones pertinentes.

Por tanto, que no os coja de sorpresa este punto. La capacidad multitarea de Xbox One nos permitirá jugar a otros videojuegos que tengamos en formato digital mientras el Blu-Ray de marras se instala en segundo plano. Más aún, la consola, llegado el momento, nos dejará comenzar a jugar incluso antes de que esté completamente instalado, aunque de forma parcial. Por ejemplo, en FIFA 14 nos permiten jugar amistosos en el Camp Nou con dos rivales escogidos de un conjunto de ocho equipos, en plan Demo. En el caso de Battlefield 4, la campaña es lo primero que queda instalado, así que podremos ir comenzando su historia mientras finaliza el modo multijugador.

Posición de Xbox One: En vertical no, que duele

Os recomiendo que apuntéis lo siguiente en color rojo, con negrita y subrayado si hace falta: Xbox One NO soporta la posición vertical. Así como su predecesora podía estar sin problemas en dicha postura, la siguiente generación tras Xbox 360 puede salir seriamente perjudicada si la ponéis de pie.

Xbox One en vertical

 

El lector que incluye Xbox One no trae bandeja, así que entre eso y que poniéndola en vertical obturas las salidas de aire, mejor que nos leamos las instrucciones. Verificado al cien por cien a través de decenas de casos que he ido leyendo por Internet; consolas que no son capaces de leer los discos, o que acaban siendo seriamente perjudicadas por estar en vertical. Tened cuidado, que ya corremos suficientes riesgos al adquirir una máquina de primera hornada, como para que encima nos la carguemos nosotros mismos.

Mando de Xbox One: no es oro todo lo que reluce

Me reafirmo en las palabras que redacté hace unos días: el gamepad de Xbox One es prácticamente redondo. Tras un breve período de adaptación, he podido manejar con precisión a los jugadores del Real Madrid en FIFA 14, apuntar de manera certera con el rifle francotirador de Battlefield 4 o ejecutar combos de quince ostias seguidas en Killer Instinct a través de su cruceta. Pero hay algo que chirría, que aumentará sin razón aparente el tiempo de adaptación al que antes me he referido: los botones superiores LB y RB.

Voy a explicarlo de manera concisa, aunque la mejor manera de captar al cien por cien este asunto es tomar el mando en vuestras manos y pulsar de forma instintiva dichos botones; en ese momento os daréis cuenta de que algo no va bien, o no funciona como lo teníais planeado en la cabeza, y me refiero, claro, a si estáis acostumbrados a jugar en Xbox 360. Observad la foto con detenimiento.

Opiniones Xbox One

Efectivamente, los botones superiores son más largos, lo cual aumenta la superficie de contacto con nuestros dedos; dicha superficie no tiene el mismo tacto en todo su recorrido, lo cual nos chocará en principio. A esto se le une el diseño del propio mando, que, como veis, es más estrecho y compacto. El resultado es que es posible que no lleguemos a pulsar los botones superiores con la yema de los dedos índice, sino con la falange media de los mismos. Tras haber mirado en wikipedia cómo se llamaba esa parte concreta del dedo, os emplazo a que lo probéis para que esta explicación os encaje. No imposibilita jugar ni mucho menos, pero os sentiréis bastante raros un buen tiempo, sobre todo si tenéis manos grandes.

Kinect 2.0 y los juegos: cuidando a los vagos

Una de las características que exhibían los juegos de Kinect, impuesta por el propio dispositivo, era la de jugar de pie para controlar correctamente al muñeco que nos representaba en pantalla. La mayor potencia de Kinect 2.0 borra de un plumazo esta necesidad, y os puedo decir que he jugado a la demo de Kinect Sports Rivals tanto de pie como sentado cómodamente en el sofá, y no he notado diferencias entre hacerlo de una u otra manera.

Sigue siendo esencial que despejéis el camino entre nuestro particular Gran Hermano y el sitio donde estéis sentados, aunque dependerá del juego en concreto. La demo que he probado va de motos de agua, y el 95% de los movimientos se hacen con la parte superior del cuerpo, así que si tenéis una mesa delante del sofá, -que digo yo que es lo normal en un salón que no sea excesivamente amplio- dicho obstáculo no va a interferir demasiado, salvo en el momento en el que hay que activar el turbo. Dicho potenciador se activa dando un pisotón a un acelerador invisible, algo que a Kinect le costará ver si tienes la mesa delante de tus rodillas. No obstante, el turbo puede utilizarse gritando una frase en concreto, así que estáis salvados.

Kinect Sports Rivals

La prueba de motos de agua es bastante más divertida de lo que esperaba, y el manejo está bien afinado, significando un curioso reto a la hora de girar la moto: debemos tirar de un brazo hacia atrás e inclinar el otro hacia delante. Al final acaba cansando los brazos, como es normal, pero en general parece que puede haber cierto salto en esta evolución del Kinect Sports; opino que dejar un poco atrás el aspecto juvenil de los avatares y optar por un diseño algo más adulto también le va a sentar bien. Eso sí, deberían afinar un poco más el tema de pulsar botones en los menús del juego, porque me ha costado más que la propia conducción de la moto…

Publicado por

Pedja

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