Review Singstar Mecano

Acabo de jugar unas cuantas horas a Singstar Mecano. No he parado hasta realizar las mejores marcas posibles en canciones como Naturaleza Muerta, Héroes de la Antártida, JC, El blues del esclavo o El fallo positivo. Este Singstar repite, punto por punto, las pautas establecidas en los juegos previos de la saga lanzados para Playstation 3.

Si bien es verdad que incorpora el control de navegación entre canciones y álbumes por voz, esto ya lo vimos en el Singstar Pop de este verano. Los videoclips de cada canción del grupo de los Cano y Ana Torroja son tan míticos como las propias composiciones, pero, desde luego, es complicado realizar un análisis que sea original respecto a este juego.

Sin embargo, os puedo contar que el 7 de Septiembre mientras pasaba unos días por Manhattan,  Me colé en una fiesta plagada de chicas con kilos de Maquillaje y tíos que hacían el payaso Bailando Salsa, o en su caso, intentándolo. Ciertamente, llegué a pensar que No hay marcha en Nueva York, porque la fiesta parecía bastante aburrida y me entretenía viendo los cuadros de Eungenio Salvador Dalí colgados de las paredes… si ya me lo decía mi mamá, Quédate en Madrid… hasta que alguien encendió la consola y pinchó este Singstar Mecano, animando el cotarro cosa fina.

Imaginaos el panorama, porque la gente berreaba cosa mala pero lo pasaba de lujo intentando imitar a la Torroja, si hasta la perrita Laika ladraba al compás de Hawaii Bombay, meneando la cola al compás de las olas. Por allí estaba mi novia compitiendo en un cruel dueto con la dueña de la perrita, Mujer contra mujer.

Algunos piques eran tan intensos que casi vemos una Cruz de navajas en la edición del periódico del día siguiente. Otros alcanzaban la calificación de Pésimo una y otra vez, y te daban ganas de mandarlos a Japón, o incluso en Barco a Venus. Porque una de las desventajas de hacer un homenaje como éste a tan mítico grupo es que el prenda de turno destroce las canciones de esa manera. Joer, Me cuesta tanto olvidarte…

Tras el de la voz desgarrada, la parejita de turno se plantó en el salón para coger el protagonismo. Los amantes se pasaban el micro elevando la temperatura de la party, que se convirtió en un despiporre cuando hacían los coros de No es serio este cementerio. La cosa estaba calentita, así que tuve que salir al balcón para tomar un poco el Aire.

Con tanta sesión de cante del bueno, uno estaba un poco mareado, así que me quedé mirando a la noche estrellada y creí ver aquella cuna menguada que mecía al Hijo de la Luna. Después, me giré hacia la derecha y creí ver al Hijo de su madre que me dio una racha y me tiró el cubata encima… el tío, encima diciendo que todo había sucedido por La fuerza del destino… Ay, qué pesado -y qué gay me ha quedado-.

Total, que al día siguiente me encontré Perdido en mi habitación, lamentándome de que Ya viene el sol y cumpliéndose a la perfección aquella famosa canción que comenzaba con Hoy no me puedo levantar… Aunque aún así, hice esfuerzos para echar otra partidita al Singstar Mecano, el cual seguía permitiendo comprar canciones online a través de Singstore y subir mis actuaciones para compartirlas con los demás, pero seguía adoleciendo de una opción que te permitiese hacer un dueto online con otros jugadores.

Pero bueno, que basta de contar batallitas. Quiero dar una conclusión orientada a hablar bien del juego, y qué mejor que enfocarlo de cara a las próximas fechas, porque, Un año más, se acercan las compras navideñas. Y bueno, si vuestra chica es fan del grupo, qué mejor regalo que este Singstar Mecano, aunque si es muy romántica, igual prefiere un buen ramo de flores. Ya sabéis, una rosa es una rosa.