Traveller’s Tales y Warner Bros nos acercan al hombre murciélago una vez más, dentro de su más que dilatada historia en el universo del videojuego. En esta ocasión, poco tiene que ver con la última aparición en el celuloide, El Caballero Oscuro, pero ello no es óbice para que podamos disfrutar de un buen rato con el juego.
Un juego que pretende alargar, un eslabón más, la cadena que extiende la serie de videojuegos LEGO desde los primeros Star Wars, pasando por el reciente tributo a Indiana Jones. Así, este LEGO Batman sigue manteniendo la frescura y desenfado propio de la saga, y logra encajar una vez más con el espíritu de las fichas y muñecos apilables.
La mezcla de acción, puzzle y plataformeo variado propia de la saga vuelve por sus fueros, y no defraudará a ninguno de los que hayan disfrutado con los anteriores títulos. Dar de cachetás a cientos de maleantes, utilizar diferentes trajes para resolver puzzles o montar en vehículos formarán parte del pan de cada día. Es verdad que, en conjunto, el juego no es nada del otro mundo, pero sus valores de diseño, acompañados del acostumbrado humor negro que destilan estas figuras, realzan el resultado final.
Por otro lado, lo más reseñable del planteamiento jugable reside en la parte de los villanos; y es que poder manejar a Hiedra Venenosa, el Joker, Gatúbela Catwoman o Pingüino entre otros, dota al desarrollo del juego de una variedad harto necesaria, algo que quizá se echa en falta en los niveles protagonizados por la pareja protagonista, Batman y Robin.
Estéticamente, la producción de Traveller’s Tales es absolutamente deudora de aquella famosa serie de los años sesenta que ahora podríamos tildar de cutre, pero que se ha convertido en objeto de culto con el paso de los años. El aspecto gráfico es notable y muy agradable de ver, como suele ocurrir en la saga LEGO. Además, la banda sonora utiliza los cortes que un día escuchásemos en la producción cinematográfica de Tim Burton, cortesía del maestro Danny Elfman.
Conclusión
Con LEGO Batman pasaremos un buen tiempo entretenidos, absortos en la metodología jugable marca de la casa que tan bien funcionara en anteriores capítulos LEGO. A destacar la espléndida idea de poder controlar a los malos, escogidos entre una plantilla de insignes villanos de cómic.
Bien es cierto que mis sensaciones generales con el juego me hacen calibrar a LEGO Batman a peor nivel que otros títulos de la saga; no sé, quizá es que la fórmula comience a estar un poco quemada; en cualquier caso, estoy en disposición de recomendárselo a todo seguidor del Oscuro Caballero; no en vano, llevamos disfrutándolo desde aquella maravillosa aventura, cortesía de Jon Ritman…
Yo me pasé el Lego Star Wars, la saga completa, y me pareció un juego muy divertido y desenfadado, aunque excesivamente fácil (nunca mueres, simplemente pierdes piezas de lego), pero aun así muy enganchante. Desde luego creo que es el tipo de juegos que hacen que una consola sea realmente divertida, dejando de lado eso de matar monstruos, alienígenas, zombis, etc. Curiosamente a día de hoy estos son los juegos atípicos que escasean y que se echan de menos.